Policarbonato en interiores: arquitectura translúcida puertas adentro

Diversificar los materiales de un espacio interior puede mejorar en gran medida su profundidad e interés visual. Al mismo tiempo, agregar particiones u otras delimitaciones en el espacio interno puede ayudar a organizar sus flujos, la circulación y la visibilidad.

El policarbonato, un tipo de termoplástico ligero y duradero, es un muy buen medio para ambas funciones. En bruto, el policarbonato es completamente transparente y transmite luz con casi la misma eficacia que el vidrio. Sin embargo, también es más ligero y resistente que el vidrio, y más resistente que otros plásticos similares como el acrílico, poliestireno, ABS o nailon, por lo que es una buena opción para los diseñadores que buscan materiales duraderos, resistentes al impacto y al fuego que aún transmitan la luz.

Al igual que el vidrio, es un filtro UV natural y se puede colorear o teñir para lograr translucidez, pero también es valorado por su flexibilidad, lo que le permite adoptar cualquier forma o tamaño. Finalmente, es fácilmente reciclable porque puede licuarse en lugar de quemarse, lo que lo hace al menos más ecológico que otros plásticos termoendurecibles. Por ejemplo, el policarbonato reciclado se puede hacer reaccionar químicamente con fenol en una planta de reciclaje, produciendo monómeros que se pueden convertir nuevamente en plástico.

El policarbonato se fabrica como la mayoría de los plásticos, a través de la destilación de combustibles de hidrocarburos en “fracciones”, que luego se combinan con otros catalizadores para producir plásticos mediante polimerización o policondensación. Una vez creado, se puede moldear a través de una variedad de procesos, por lo general moldeo por inyección o extrusión. En el moldeo por inyección, el policarbonato se funde entre 280 y 320 grados Celsius antes de inyectarse en un molde; en la extrusión, el polímero fundido pasa a través de una cavidad, donde se endurece y adquiere su forma final. Este último método se utiliza para la fabricación de láminas, perfiles y tubos más largos.

Además de las especificaciones de color, forma, translucidez y textura, existen varios tipos de policarbonato materialmente distintos. La mayoría se diferencia por la cantidad de fibra de vidrio contenida o por la variación en el flujo de fusión. Sin embargo, los fabricantes también pueden inyectar aditivos que adapten el policarbonato estándar a necesidades específicas. Por ejemplo, los estabilizadores de benzotriazol ayudan a proteger el policarbonato de la degradación por rayos UV. Las mezclas de diferentes tipos de plásticos también pueden producir propiedades más personalizadas: las mezclas de policarbonato/ABS, por ejemplo, combinan la resistencia al impacto y al calor del policarbonato con la ductilidad del ABS.

Fuente: Plataforma Arquitectura

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