La venta de vinos creció 7% en los meses de cuarentena

El dato contempla tanto los despachos al mercado interno como los envíos al exterior. El primer semestre cerró con valores positivos en términos de volumen.

Crece el mercado interno de vinos. / José Gutiérrez
Crece el mercado interno de vinos. / José Gutiérrez

A pesar de la pandemia, la vitivinicultura cerró un primer semestre auspicioso, con un crecimiento del 52% en las exportaciones y una mejora del 2% en el mercado interno (en volumen). Incluso en los meses más duros de aislamiento social (marzo, abril y mayo) los resultados fueron positivos. Sumando todo el vino vendido dentro y fuera del país, se observó un repunte interanual del 7% durante ese período.

En detalle, se comercializaron 2.301.582 hectolitros de vino en marzo, abril y mayo de 2019 y 2.457.312 hectolitros en los mismos meses de 2020. De acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), el incremento de las ventas contribuyó a reducir el stock vínico, que hoy alcanza los 4,4 meses (por 4,656 millones de hectólitros), un nivel que puede considerarse “de equilibrio.

El mercado externo

El presidente del INV, Martín Hinojosa, señaló que es muy difícil proyectar números en pandemia, pero igualmente sorprende que, a pesar de la caída generalizada de los diferentes sectores de la economía, y del cierre del turismo mundial, hayan aumentado las exportaciones de vino.

“Hay algunos aspectos que uno puede plantear como los canalizadores de este aumento, como pueden ser cosechas bajas en el hemisferio Norte y un tipo de cambio competitivo, pero vemos que la pandemia ha acercado más a la gente al vino, algo que se repite en el mercado interno”, señaló.

Hinojosa destacó que Argentina ganó nuevos mercados durante los primeros meses del año, y puso como ejemplo a España que, a pesar de ser un productor, es también uno de los grandes compradores de vino a granel de nuestro país.

En cuanto al mosto, el principal competidor del jugo de uva argentino es el de manzana, de producción china, y la crisis que inició en ese lugar del planeta equilibró la balanza en favor de la Argentina. “Sacar mosto afuera también implica una buena noticia para la vitivinicultura, porque un 28% de la producción de uvas tiene ese destino”, agregó el titular del Instituto Nacional de Vitivinicultura.

“Todo esto incide en los niveles de stocks, que se calculan en función de todo el vino que está disponible para venderse, tanto en el mercado interno como el externo (18,7 millones de hectolitros totales). En función de como venimos, se estima que en los próximos 12 meses se alcanzaría a consumir casi todo, y quedaría un volumen disponible de 4,65 millones de hectrolitros para cubrir 4,4 meses de stock”, agregó.

Mercado interno

La cuarentena tuvo efecto en las costumbres de los consumidores argentinos, que los llevó a “reencontrarse con la mesa familiar”. Hinojosa señaló que el consumo interno subió 2% en los primeros cinco meses. “No tenemos los datos de junio, pero parece ser un semestre positivo. Venimos haciendo mucha fuerza para que así suceda”, indicó.

Al respecto, Gustavo López, Gerente de Negocios de la Unidad Estratégica Masivos de Fecovita, explicó, en línea con el INV, que “han logrado sostener el crecimiento en el consumo interno gracias al esfuerzo de todas las personas que integran la cadena y a la cercanía que se mantiene con el consumidor”.

López comentó que la posibilidad que tiene el consumidor de almorzar y cenar en su vivienda, ayudó a sostener los volúmenes de venta, e incluso a incrementarlos.

En otro segmento, Nicolás Gabardós, creador de Luna Roja, señaló que durante la pandemia creció el comercio online y el delivery. Si bien en su caso la mejora no alcanzó para equiparar las ventas que se hacían de forma presencial, reconoció que “el volumen operado se pudo sostener reforzando estrategias de ventas”.

“Lo vinos de precios más altos (promedio de $ 450), siempre han sido difíciles de vender en góndola. Además, pertenecen a un segmento que sufre cuando cae la economía. Para contrarrestar estas dificultades, desde hace diez años le estamos dando importancia a las ventas online y en esta oportunidad, reforzamos esos canales”, agregó.

Por su parte, Francisco Rodríguez, brand manager y parte de la familia detrás de Corbeau Wines, tercera generación en la industria del vino, comentó que, en cuanto a las ventas del primer semestre de 2020, hubo una diferencia más clara hacia finales de abril, mayo y junio: “ahí notamos una aceleración muy fuerte en nuestras ventas”.

“En nuestro caso, el repunte fue mucho mayor que ese 1,9% que señala el INV. Sin embargo, hay que destacar que hubo una retracción en las ventas de vino blanco”, agregó Rodríguez, encargado del desarrollo comercial de la bodega y de marcas para mercado interno y externo.

Perfil del consumidor

Rodríguez, comentó que desde Corbeau realizaron consultas para conocer por qué el consumidor se ha reencontrado con el vino durante la pandemia, y descubrieron particularidades interesantes.

“Si bien la gente joven no está tomando alcohol (esa franja de 18 a 25 años que generalmente consumía a la noche, en bares o boliches, y que en las casas no lo hace tanto), la franja de los 34 a 50 años ha tenido un crecimiento bien fuerte que ha compensado la retracción de consumidores de otras edades”, comentó.

“Hemos hecho algunas consultas a través de nuestras redes e hicimos focus group entre nuestros clientes, que nos confirmaron que la gente está tomando más vino. Por un lado, hay personas que antes no tomaban y ahora le empezaron a “agarrar el gustito” al vino. Por el otro, hay gente que ya tomaba, pero que ahora está tomando más frecuentemente. Es muy probable que esto sea porque antes no estaban tanto tiempo en las casas, tenían que madrugar y entonces no tomaban tanto a la noche o no disfrutaban de una copa entre semana”, comentó.

De igual manera, Rodrigo Nazar, presidente de la bodega Escorihuela Gascón, señaló que hasta junio incluso, las ventas han sido buenas para el sector de los vinos envasados, y en el caso de la firma que representa hubo un fuerte crecimiento en las ventas de vinos de alta gama, como la línea “pequeñas reservas” que tiene su bodega (el incremento fue de 25%).

La percepción de Nazar es que el consumidor que antes optaba por un buen vino en un restaurant, o en una salida o evento social, hoy se reserva ese “gusto personal” para tomar una copa en casa. “La cena, y el almuerzo en familia, se han vuelto los momentos más importantes del día, y allí es donde se puede acompañar la comida con una buena copa de vino”, destacó.

Andrés Heiremans, Gerente General de Cruzat, también destacó el desempeño en alta gama. “Tuvimos opciones como el Pet Nat (nuestro primer espumoso elaborado bajo el método ancestral, una apuesta muy importante para la bodega que lanzamos en plena cuarentena y que agotó stock rápidamente) y el Cruzat Millésime (el ícono de la bodega, que fue elegido por el crítico inglés Tim Atkin como el mejor espumoso del año). Ambos nos dieron muy buenas noticias, tuvieron buenos premios y sus ventas se vieron favorecidas en estos últimos meses, explicó el representante de la bodega.

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