Mendoza creció casi 10% y recuperó la caída por la pandemia

Las estadísticas oficiales confirman que se recuperó el terreno perdido en pandemia, pero se sostuvo la caída de la última década.

El Gobierno provincial aumentó su participación en la economía en la última década.
Foto:  Jose Gutierrez / Los Andes
El Gobierno provincial aumentó su participación en la economía en la última década. Foto: Jose Gutierrez / Los Andes

Los datos oficiales de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) confirmaron que Mendoza recuperó todo el terreno perdido durante la pandemia en términos de producción. Así lo demuestra la medición del Producto Bruto Geográfico (PBG), que registró un repunte del 9,7% en 2021, apalancado principalmente por la construcción, el comercio y el rubro de “transporte y telecomunicaciones”. La comparación con 2019, último año antes de la llegada del Covid-19, arroja una recuperación del 1,94%.

Sin embargo, la marcada mejora del año pasado fue insuficiente para compensar el daño provocado por todas las crisis de la última década. Cuando se compara el tamaño de la economía mendocina del 2021 con la del 2011, se encuentra que de punta a punta hubo una caída del 0,7% y una evolución muy dispar entre las diferentes ramas de actividad.

Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, recordó que a nivel nacional la última década fue de casi nulo crecimiento. “Eso ha impactado en Mendoza; no somos una isla. La macro nacional tan alicaída nos afecta”, aseguró.

En relación a la mejora del 2021, el economista aseguró que una parte se debe al rebote post pandemia otra al crecimiento natural de Mendoza. “Este año 2022 esperamos crecer nuevamente, pero no a esa tasa. Hay un gran aporte de Mendoza Activa y de los programas Enlace y Enlazados”, comentó.

También compartió su opinión Nicolás Aroma, economista asesor del Partido Justicialista, quien destacó que la provincia siguió a la tendencia nacional en 2021, logrando un fuerte repunte tras la pandemia. “Sin embargo, Mendoza no pudo seguir el ritmo en generación de empleo”, lamentó.

En lo que respecta a la última década, Aroma advirtió que, el hecho de que la provincia tenga el mismo PBG que hace 10 años, habla de un estancamiento de la economía local. “Esto demuestra que la tasa de desempleo está por encima de la media histórica debido a que la población económicamente activa ha ido avanzando, pero sin el acompañamiento de la economía”, sumó.

Por otro lado, indicó que en los últimos diez años han caído sectores importantes en tracción de empleo, como la industria y las actividades que tienen que ver con la matriz agroindustrial. “Eso hay que revisarlo de manera urgente y me parece que ahí está la discusión”, subrayó.

Sector agropecuario

Para entender mejor qué está pasando dentro de la provincia, resulta interesante analizar cómo le ha ido a cada rama de actividad por separado (la DEIE las divide en nueve) y qué rubros en particular tuvieron mayores fluctuaciones en 2021 y en la última década.

El agro en forma conjunta repuntó un 6,8% en 2021, pero estuvo lejos de compensar la caída registrada durante el 2020 y sufrió una estrepitosa caída del 25,96% en los últimos diez años, lo que llevó a perder más de dos puntos de participación dentro de la economía de Mendoza (representaba el 8,26% en 2011 y bajó a 6,16% en 2021).

Hay dos rubros que explican más de la mitad de la pérdida de participación del agro en el PBG. Uno es la “viticultura”, que en 2011 representaba el 3,98% de todo lo que se producía en la provincia y en 2021 bajó al 3,24%. El otro es la fruticultura, que bajó de 1,36% a 0,72%.

En ambos casos es de público conocimiento que los productores se han visto afectados por múltiples problemas en los últimos años. Algunos han sido económicos, como los desfasajes de precios y otros climáticos, como el granizo y las heladas.

Minas y canteras

El sector de “minas y canteras” atraviesa una realidad muy particular. Es la única rama de actividad que cayó en 2021 (-6%) y por supuesto fue la que más lejos quedó de lo que producía antes de la llegada de la pandemia. Peor aún, en el acumulado de 2011 a 2021 sufrió una caída del 35,5% según las estadísticas oficiales, lo que se tradujo en una pérdida de participación de 2,75 puntos porcentuales.

En detalle, en 2011 el 7,8% de todo lo que producía la economía de Mendoza era gracias al sector de minas y canteras. Hoy, el peso sobre el PBG es de solo 5,10%.

Cabe aclarar, que dentro de esa rama el único rubro que tiene peso realmente es el de petróleo y gas natural. El resto, que comprende a todas las actividades mineras y a los “servicios conexos del petróleo”, tienen una participación ínfima. Por cuestiones lógicas, esa concentración le genera al sector una dependencia exclusiva de lo que ocurra con la extracción de hidrocarburos.

En ese contexto, es importante recordar que tanto la extracción de crudo como la de gas registraron en 2021 el volumen más bajo de producción desde que se tiene registro (los datos oficiales inician en 1999), pero no se trató de una crisis propia de ese año, ni de una consecuencia directa de la pandemia. Por el contrario, el declive de producción se viene dando de forma progresiva desde hace más de una década y de acuerdo a los referentes del sector, tiene que ver la falta de inversiones y el deterioro natural de los pozos.

El punto positivo es que en 2022 ha repuntado el ritmo de inversiones petroleras en la provincia. Muchas de las fichas están puestas en los resultados que obtenga YPF de la exploración del lado mendocino de Vaca Muerta. Para mediados del 2023 podrían obtener los primeros resultados.

Industria manufacturera

El sector industrial es uno de los que más peso tiene sobre el PBG, pero es también uno de los que más terreno perdió en los últimos años. El dato alentador es que en 2021 la medición dejó como resultado una recuperación del 9,3% que dejó a la industria mejor parada que antes del inicio de la pandemia.

Lo negativo, es que en la última década la industria manufacturera sufrió una retracción del 14,85%. De hecho, en 2011 era el segundo sector con mayor peso sobre el PBG (17,57%) y ahora quedó relegada al cuarto lugar, con una participación del 15,08% en la economía (perdió 2,5 puntos).

Hay dos grandes protagonistas dentro de la rama industrial: la vitivinicultura y la refinación de petróleo. Lo llamativo, es que en 2011 pesaba más el primero, y ahora tiene mayor importancia el segundo.

En detalle, la “elaboración de bebidas”, donde están comprendidas las bodegas, perdió 1,85 puntos porcentuales de importancia dentro del Producto Bruto Geográfico, pasando de 7,61% a 5,76% en el período analizado. En tanto, las “refinerías de petróleo y petroquímicas”, cayeron del 6,34% al 6,06%. Es importante aclarar que este último sector puede haber repuntado en 2022, luego de que es alcanzaran niveles récord de refinación en la planta de Luján de#Cuyo durante algunas semanas, sobre todo en invierno, cuando hubo faltantes de gasoil en todo el país.

En representación del sector industrial habló Julio Totero, secretario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la Provincia de Mendoza (Asinmet). Según el empresario, es difícil pensar hoy en una recuperación sostenida de la actividad, más allá de la recuperación del 2021. “El sector viene reportando buenas y malas, la macroeconomía inestable, la elevada inflación y un escenario incierto en el terreno internacional, impacta negativamente sobre el clima de negocios. También hemos perdido mercados internacionales producto de nuestras dificultades para competir en el mundo, donde la logística y las trabas aduaneras son parte de los problemas que deberemos resolver”, subrayó.

Comercio, restaurantes y hoteles

La rama de actividad con mayor participación dentro del PBG de Mendoza es la que reúne a los rubros del sector comercial, turístico y gastronómico. Por eso es una muy buena noticia para la provincia que el hecho de que en 2021 ese sector logró una recuperación del 21,9% que permitió compensar la caída del 14,9% sufrida en el 2020, cuando las medidas sanitarias implementadas en el marco de la pandemia prácticamente frenaron la actividad durante varios meses.

Lo negativo es que el sector no escapa a la crisis de la última década y si bien sigue siendo la rama de actividad que más aporta a la economía, perdió 3,26 puntos porcentuales de participación entre 2011 y 2021 (bajó de 24,83% a 21,57%).

Ahora bien, mirando puertas adentro, se encuentra que la mayor parte de la caída se registró en el comercio minorista. Tal es así, que en el transcurso de los últimos diez años dejó de ser el sector con mayor peso en la economía mendocina, quedando relegada al segundo lugar, detrás del comercio mayorista.

Según economistas consultados, estas fluctuaciones están directamente relacionadas con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios. Es que el consumo no solo se ha visto afectado por las constantes subas de precios, sino que además ha sufrido las duras consecuencias de las subas de las tasas de interés, que aun hoy siguen encareciendo la toma de créditos.

Por su parte, Daniel Ariosto, presidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) y empresario del sector hotelero, describió el presente del turismo, un sector que ha sido protagonista en la reactivación económica post pandemia (creció 71,5% en 2021) y que tiene alta incidencia en el mercado laboral. Para el empresario, más allá de los números que muestra la DEIE, aún falta un largo camino por recorrer para alcanzar una recuperación completa de lo que dejó la pandemia.

“Con la llegada del Covid, todos los hoteles tuvimos que cerrar y desprendernos de activos que sabemos que no vamos a recuperar (maquinaria, autos, activos inmobiliarios). Por si fuera poco, tuvimos que recurrir a créditos todavía estamos pagando”, subrayó.

En parte, Ariosto asoció la “no recuperación completa del turismo” a la depreciación del peso. “Con una moneda débil poder salir del país significa una erogación terrible. Por eso tenemos tanto turismo receptivo de Uruguay, Brasil y Chile, pero muy poco emisivo”, alertó.

Servicios comunales y sociales

Las cuatro ramas de actividad mencionadas hasta el momento tuvieron una década negativa, pese a que algunas lograron buenos resultados en 2021. A partir de este punto, la realidad es otra. Los “servicios comunales, sociales y personales”, donde está incluida toda la actividad estatal, crecieron 2,9% en 2021 y si bien no compensaron la caída del año de pandemia, quedaron casi en el mismo punto (en 2020 habían decrecido 3%).

Por otro lado, el balance de la última década muestra que esa rama de actividad tuvo una mejora de 2,88 puntos porcentuales en la participación dentro del PBG (pasó de 17,47% a 20,35%). Sin embargo, cuando se mira el desagregado de ese sector, se encuentra que la mayor parte de la mejora se atribuye a la actividad específica del Gobierno provincial, cuyo peso en la economía saltó de 4,65% a 5,98%. Esto, dentro de un escenario en el que el Estado de Mendoza está buscando achicarse.

Establecimientos financieros

La rama de los “establecimientos financieros” tiene quizás un nombre engañoso, ya que no solo agrupa a bancos y rubros similares, sino que también comprende a las actividades inmobiliarias, que son justamente las que más pesan dentro de ese grupo.

En 2021, la rama de establecimientos financieros creció solo 0,3%, pero en el 2020 no había caído. No obstante, el desagregado muestra que la mejora fue solo apalancada por las actividades inmobiliarias, que crecieron 2,5%. Las entidades financieras en particular sufrieron una dura caída del 7,2% y las compañías de seguro retrocedieron un 5,8%.

En el análisis de los últimos diez años, los malos resultados se diluyen un poco, al menos en lo que respecta a participación. La rama de actividad en su conjunto pasó de representar el 14,05% de la economía en 2011 a significar el 16,67% en 2021. Una vez más, el repunte es atribuible principalmente a las actividades inmobiliarias, fundamtalmente a la “propiedad de la vivienda”, que se refiere a la compra-venta de inmuebles.

Las entidades financieras también mejoraron su participación (2,80% a 3,46%), pero Federico Pagano, presidente del Consejo Empresario Mendocino (CEM) y empresario del sector financiero, aclaró durante el Ciclo Pilares de Los Andes que la mejora solo explica porque “los establecimientos financieros cayeron menos que el resto”. Es decir que no hubo un crecimiento propiamente dicho.

Para el empresario, más allá de la variación de los últimos años, el sistema financiero es demasiado chico a nivel nacional. “Se estima que en 2022 va a cerrar en al rededor del 8,7% del PBI el monto de los préstamos al sector privado del sistema financiero argentino. Este indicador en Chile llega casi al 90% y en Brasil ronda el 65%, por citar algunos ejemplos”, lamentó.

Lo preocupante, para Pagano, es que no hay insumo básico para hacer crecer al sector financiero. “Si el peso se transformara realmente en una moneda fuerte, en poco tiempo habría un sistema apalancando a la economía”, comentó. Claro está, que con una inflación que tiende al 100% anual, la tendencia es justamente la contraria.

Transporte y comunicaciones

Si el PBG fuera una competencia, la rama de actividad ganadora de los últimos años sería la del “Transporte y Comunicaciones.” Tras sufrir una baja del 13,7% en 2020, los sectores del rubro lograron en forma conjunta una reactivación del 25% en 2021.

Además, el balance de casi toda la década es positivo y de una punta a otra (2011 a 2021), la participación de ese sector en el PBG creció de 6,41% a 10,91% (4,46 puntos porcentuales), lo que le permitió superar en el ranking al sector agropecuario y al de “minas y canteras”.

Ahora bien, al analizar el desagregado (hay 12 rubros diferentes en esa rama de actividad), se observa con facilidad que prácticamente todo el crecimiento se debe al rubro de la telefonía. Las compañías telefónicas generaban el 3,25% de todo lo que producía la economía mendocina en 2011 y ahora tienen un peso del 7,93%. La mejora fue tan marcada que el rubro saltó seis posiciones en el ranking y se ubicó como la cuarta más importante para la provincia.

Construcción

La rama de la construcción puede ser analizada desde diferentes puntos de vista. Comenzando por lo ocurrido en el último año, los números son llamativamente altos. De acuerdo a la medición de la DEIE, el sector en su totalidad mejoró un 40,2% en 2021 (fue el que más creció), luego de una caída mínima del 1,2% en 2020.

Puertas adentro se observó una mejora del 49,2% en la actividad privada y un repunte del 25% en la obra pública. A su vez, dentro de la construcción financiada por el Estado, sobresalió el crecimiento de la construcción municipal (111,9%), seguido por la provincial (25,6%) y luego la nacional (16,6%).

Los números indican que toda la actividad de la construcción representa apenas un 2,46% de la economía provincial, aunque está claro que existe un “efecto derrame” importante sobre otros sectores y es, además, una de las actividades que más rápido reaccionan a las fluctuaciones económicas. Entre 2011 y 2021, el sector mejoró 0,62 puntos porcentuales su participación.

Gerardo Fernández, presidente de la Confederación de Pymes Constructoras (CPC), comentó que en la última década el sector no tuvo trabajo sostenido como para solidificar a las empresas. “Hay ejemplos claros en nuestra provincia, las tres empresas más grandes tienen problemas financieros: Impsa, Cartelone y Ceosa. Son firmas que eran orgullo provincial y hoy están lidiando con los bancos para pagar sus deudas”, remarcó.

“Hemos mantenido reuniones con los distintos ministros haciéndole saber la necesidad de sostener el ritmo de la obra para mantener los contratos y el empleo, siempre recordando que la construcción es un tomador primario de mano de obra no calificada y que resulta ser un gran contenedor social. Todo esto el gobierno lo tiene en cuenta y se lo hemos hecho saber una vez más ante el temor de la baja de recursos en el sector”, señaló Fernández.

“En cuanto a la obra privada, los valores en dólares todavía no alcanzan los valores históricos y eso hace que esté un poco más ralentizado”, agregó.

Electricidad, gas y agua

Por último, la rama de actividad de la “electricidad, gas y agua” mejoró 4,5% en 2021 y prácticamente quedó en el mismo lugar que estaba antes de la llegada del Covid. Además, mantuvo su participación en la última década (1,69%). Un dato a destacar, es que, si bien se trata del sector con mayor peso a nivel PBG, es uno de los rubros que mejores salarios paga en el sector privado registrado.

Nueva metodología de medición

A partir de la medición del PBG del 2022, que será publicada posiblemente dentro de un año, la DEIE utilizará como año base el 2004. Eso quiere decir que todos los cálculos se realizarán tomando como referencia el valor del peso en ese momento. El cambio dará lugar algunas correcciones en las mediciones de los últimos años.

Además, se sumarán sectores a la medición, como los servicios basados en el conocimiento, y se introducirán mejoras de estimación. “Se utilizarán nuevos deflactores y habrá mayor nivel de apertura”, resumió Facundo Biffi, Director de Estadísticas e Investigaciones Económicas.

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