Una familia mendocina necesitó $266.528,55 en agosto para no caer en la pobreza

La canasta básica total subió 14,8% con respecto a julio y la alimentaria tuvo un incremento intermensual del 16,2% en la provincia.

La CBA ha tenido una variación de 143,54% y la CBT, del 137,6%, en agosto, en comparación con el mismo mes del año pasado. Foto: José Gutierrez / Los Andes
La CBA ha tenido una variación de 143,54% y la CBT, del 137,6%, en agosto, en comparación con el mismo mes del año pasado. Foto: José Gutierrez / Los Andes

La suba de precios que provocó la devaluación post PASO permitía estimar que, así como la inflación trepó 12,2% en agosto en Mendoza, las canastas básicas alimentaria y total también iban a tener una variación importante. El mes pasado, una familia mendocina necesitó $266.528,55 para no caer en la pobreza, lo que significa una suba del 14,8% en comparación con julio, cuando el monto había sido de $232.078,09.

La Canasta Básica Alimentaria tuvo, según los datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia, un incremento más marcado: del 16,2%, al pasar de $93.958,74 a $109.233,01. Es decir que las familias mendocinas que no alcanzaron ingresos por ese monto no pudieron cubrir ni siquiera sus necesidades de alimentación y pueden considerarse indigentes.

Cuando la comparación se extiende a agosto de 2022, la CBA ha tenido una variación de 143,54% y la CBT, del 137,6%. Esto, mientras que la inflación en el último año fue del 118,8% en la provincia y el rubro Alimentos y bebidas aumentó 124,8% en el mismo periodo.

En cuanto a los números a nivel nacional, el Indec dio a conocer que la Canasta Básica Alimentaria para un hogar de cuatro integrantes ascendió a $130.590, lo que marca una suba del 17% con respecto a julio, y que la CBT alcanzó un valor de $ 284.687, con un incremento de 14,3%. Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 146,4% y 137,7% en términos interanuales. Se debe recordar que la inflación promedió el 12,4% en agosto y el capítulo específico de Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 15,6% en el mismo periodo.

Pablo Magariños, supervisor del Observatorio Económico Regional y Urbano, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, analizó que, de los ocho meses trascurridos en este año, la evolución de la canasta básica alimentaria nacional ha superado a la de la inflación cinco meses, y la total lo ha hecho seis meses. De esta manera, la CBA y la CBT acumulan, hasta el mes de agosto, un 94,4% y 86,7%, respectivamente, mientras que la inflación acumulada (Indec) resultó de 80,2%.

La importancia de la medición y análisis de las canastas básicas reside, explicó, en que el método de cálculo de pobreza e indigencia se realiza usando el valor de las mismas como líneas divisorias (CBT y CBA, respectivamente), por lo que si los ingresos de la población -en particular, quienes se encuentran en el margen del valor de la canasta- comienzan a atrasarse en relación a los de las canastas, se podría esperar aumentos en la población pobre e indigente.

Por otro lado, Magariños explicó que un ejercicio que usualmente se realiza es la comparación de la CBA con la inflación del rubro de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” del IPC. Sin embargo, es importante aclarar que, si bien ambas canastas están conformadas por alimentos, tanto el tamaño de cada una como la ponderación de los productos es diferente (la canasta básica es más acotada en relación a la del rubro del IPC). Por este motivo, es natural ver que la inflación mensual del rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (15,6%) y su variación acumulada (90,2%) difieren de las respectivas variaciones de la CBA.

Foto: Ramiro Pereyra / La Voz
Foto: Ramiro Pereyra / La Voz

El economista Carlos Rodríguez señaló que el dato de la CBA es dramático, porque las familias pueden prescindir del entretenimiento, la cultura y los viajes, pero los alimentos son lo último en lo que pueden ajustar el gasto. Y añadió que estos valores implican que un número mayor de personas estarán en la indigencia y que hay una posibilidad importante de que se mantengan en el mismo nivel en setiembre.

Opinó que, más allá de que ahora el Gobierno nacional pretenda medir la inflación semanalmente para que los porcentajes no sean tan altos, se trata de un proceso imparable. En especial, porque las medidas que se han tomado inyectarán una mayor cantidad de dinero en el sistema y eso es “combustible” para el proceso inflacionario. Por otra parte, Rodríguez advirtió que el panorama no es muy halagüeño, porque hay muchos precios que han sido supuestamente congelados: las tarifas, el dólar, las prepagas, el combustible, y cuando esto se libere, lo que deberá ocurrir en algún momento, se producirá un inevitable sinceramiento.

En cuanto a las medidas implementadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, señaló que se trata de remedios muy circunstanciales, mientras que los recursos deberían destinarse a la promoción del trabajo genuino y la inversión, para salir de este sistema discrecional. De todos modos, reconoció que es difícil que eso suceda sin un plan económico integral, ya que las acciones aisladas no sirven.

Nicolás Aroma, economista asesor del PJ, señaló que el incremento de las canastas va en la línea con la suba general de los precios, un índice que se vio totalmente afectado por la devaluación post PASO, que no permitió que el dólar ganara en competitividad, ya que se trasladó muy rápido a precios. Y esto explica la variación que registraron el IPC y la Canasta Básica en agosto. Sin embargo, acotó que el aumento de la CBA y la CBT implica que la inflación se está tornando más regresiva, porque tiene un impacto mayor en los sectores de ingresos bajos.

El incremento de ambas por encima del IPC, detalló, se debe a que hay ciertos alimentos que tienen una participación importante en la canasta, como es el caso de la carne, que aumentó mucho en agosto, por encima del 20%.

Aroma consideró que la suba más importante se produjo en agosto y que, si bien es de esperar que se sostenga en setiembre, después debería volver a valores de un dígito. Asimismo, planteó que la Secretaría de Política Económica ha decidido difundir el índice de precios de manera semanal, porque si bien el impacto siguió siendo fuerte en la primera semana de este mes, luego empezó a decrecer. Por otra parte, al estar anclado el tipo de cambio oficial y si el dólar blue no registra una nueva escalada, debería frenarse la variación de precios.

El economista señaló que la medida más reciente anunciada por Massa, de devolver el IVA en los alimentos, tiene como objetivo recomponer el poder adquisitivo de los ingresos y se vincula con el aumento de la canasta básica. Analizó que, antes, se había intentado hacer algo similar, pero sólo se podía reducir el impuesto y se corría el riesgo de que el empresario se apropiara de parte de este beneficio, mientras que, durante la pandemia, el IFE favoreció la bancarización de 10 millones de personas, por lo que hoy es posible quitar el tributo al consumidor.

El costo de crianza de un niño de 1 a 3 años ascendió a $154 mil por mes en agosto

Además de difundir los valores de la CBA y CBT, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) también valoriza la canasta de crianza de la primera infancia, la niñez y la adolescencia (0 a 12 años). Esto incluye tanto el costo mensual de adquirir los bienes y servicios necesarios para el desarrollo de infantes, niñas, niños y adolescentes, como el costo de cuidado. Para un niño de 1 a 3 años, el monto mensual fue de $ 154.729 en agosto.

Para un bebé de 0 a 11 meses, el importe de esa canasta fue de $131.201, para un niño de 4 a 5 años, de $123.712, y para uno de 6 a 12 años, de $ 155.916. Este importe incluye el costo de cuidado, que se calcula al dar un valor al tiempo requerido para dicha actividad.

Cuando sólo se toma el cálculo del costo de los bienes y servicios para el desarrollo de infantes, niñas, niños y adolescentes –que incluye tanto el costo de los alimentos necesarios para cubrir los requerimientos energéticos mínimos, vestimenta, transporte, educación, salud, vivienda, etcétera-, el monto asciende a $32.246 para menores de un año, $41.637 para los de 1 a 3 años, $53.030 para los de 4 a 5 años y $65.784 para los de 6 a 12 años.

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