Un atentado que enciende más luces de alerta

Como grave y a la vez inquietante puede considerarse la falta de predisposición de Moscú a entablar algún tipo de acercamiento con las grandes potencias luego de haber tenido que sufrir un ataque como el que se produjo previo a un recital popular.

Los bomberos tratan de extinguir las llamas tras el tiroteo en la sala de conciertos del Crocus City Hall en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, Rusia.
Los bomberos tratan de extinguir las llamas tras el tiroteo en la sala de conciertos del Crocus City Hall en Krasnogorsk, a las afueras de Moscú, Rusia.

El brutal atentado en una sala de conciertos de Moscú, que dejó casi 150 víctimas fatales y gran cantidad de heridos, no sólo ha adquirido enorme repercusión por las características del hecho sino, fundamentalmente, por las consecuencias que puede arrojar desde el punto de vista político en una Europa convulsionada por el conflicto bélico en Ucrania.

Justamente, el mandamás ruso, Vladimir Putin, ha admitido públicamente que el ataque a cientos de civiles que esperaban un espectáculo musical fue obra de guerrilleros islamistas, pero igualmente mantiene su postura de acusar a Ucrania y a Occidente en general de estar implicados.

Es realmente llamativa la actitud de Putin, pues es sabido que pocas semanas antes tanto la inteligencia de Estados Unidos como la del Reino Unido habían advertido a las autoridades de Moscú sobre las altas probabilidades de un atentado, que finalmente ocurrió.

Debe existir confusión en el Kremlin. El ataque provino de una organización terrorista internacional que supuestamente plantea venganza por la tradicional postura de Rusia a favor del gobierno de Siria en su lucha contra las organizaciones terroristas islámicas y defender el régimen de Al-Assad.

La organización conocida como ISIS-K, afiliada regional del autodenominado Estado Islámico (ISIS), constituye el grupo que concentra su operatividad, entre otros lugares, en Asia Central. Se ha potenciado como la rama más peligrosa del grupo ISIS por su alcance y su extrema crueldad operativa.

Europa ya vivía horas de tensión porque, tras su amañada nueva reelección, Putin había insistido con la capacidad bélica que tienen sus fuerzas militares y la posibilidad cierta de que el avance encarado hace dos años sobre Ucrania podía extenderse a otros lugares de Europa si Occidente insiste con su ayuda al país invadido.

Sin duda, este ataque terrorista reciente no sólo sorprendió al régimen de Moscú. También lo obliga a adoptar estrategias no sólo destinadas a su aventura en Ucrania, puesto que la amenaza de la guerrilla islámica puede tornarse constante, exigiendo a la inteligencia militar moscovita a dividir sus mecanismos de defensa, hasta ahora concentrados en los movimientos de Ucrania y los países que lo abastecen de armamento.

Como grave y a la vez inquietante puede considerarse la falta de predisposición de Moscú a entablar algún tipo de acercamiento con las grandes potencias luego de haber tenido que sufrir un ataque como el que se produjo previo a un recital popular. El terrorismo es, ante todo, un enemigo de la comunidad internacional que no respeta frontera ni creencias y que, por su fanatismo, es capaz de perpetrar las acciones delictivas más severas. Es un flagelo instalado hace varias décadas, potenciado después del atentado a las Torres Gemelas en 2001.

Por otra parte, como hemos señalado en este espacio en cada oportunidad de abordaje del conflicto generado por Rusia en Ucrania, es esperable desde distintos ámbitos diplomáticos internacionales como de Naciones Unidas la búsqueda de ámbitos de diálogo para el sostenimiento de la paz y la convivencia. Por estas horas, los países occidentales, especialmente de Europa, han reforzado sus alertas y mecanismos de defensa ante el temor de que el terror que sacudió a Rusia pueda extenderse. No hay tiempo sólo para el asombro.

Como bien dicen reconocidos especialistas internacionales, la actitud de la Rusia de Putin, de no encontrar algún acuerdo razonable, puede ser el punto de partida de una guerra global. Y a partir de allí el mundo sería enteramente imprevisible.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA