Así es la dura prueba en la que los jugadores de Gran Hermano compiten por una casa: quién ya se rindió

El martes arrancó intenso para los participantes de Gran Hermano que compiten por una casa de tres ambientes. Solo diez de los once participantes que quedan en el juego pudieron acceder a participar de la competencia y uno de ellos se rindió al poco tiempo de haber comenzado la prueba.

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Tal como ocurrió en la temporada anterior, donde los participantes jugaron por un auto, ahora los jugadores tienen la posibilidad de ser dueños de un inmueble prefabricado y solo lo ganará quien logre superar el difícil desafío que les propuso el supremo.

La prueba consiste en estar atados por horas a una maqueta gigante que simula ser la casa que pueden ganar. El último en rendirse es quien se quedará el gran premio y cumplirá el sueño de la casa propia, que también es uno de los premios para quienes queden en los primeros puestos de la gran final.

El juego consiste en resistir parados y atados las horas que sean necesarias, sin soltarse, por lo que no pueden ir al baño. Además, tienen prohibido sentarse en el suelo y tampoco pueden apoyarse en la estructura, lo que lo hace aún más duro.

El año pasado fue Maxi, el cordobés, quien ganó el auto en una prueba muy similar y en esta edición subieron la apuesta del premio, el que mantuvo muy expectantes a los jugadores, menos a Rosina que no pudo participar porque fue sancionada.

La joven uruguaya rompió la regla principal del “congelados”, al preguntarle a su madre por su gatita, y Gran Hermano la sancionó con prohibirle participar por la casa, que es la prueba del líder de la semana.

La persona que gane la casa, también ganará el liderazgo de esta semana, por lo que no irá a placa y se asegura siete días más en competencia. También tendrá el beneficio de salvar a uno de sus compañeros de placa y de subir a otro.

Rosina y Emmanuel, fuera de juego por la casa

Si bien Rosina fue descalificada por la producción por haber roto una de las reglas del juego, Emma Vich también quedó afuera de juego. El participante oriundo de Córdoba decidió abandonar la prueba y, de esta manera, solo nueve quedaron en competencia por la casa.

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Cuando Gran Hermano anunció la sanción de Rosina, sus compañeros quedaron sorprendidos y Emma fue a pedirle a la producción cederle su lugar a la uruguaya, para que no pierda la posibilidad de competir.

Como no se lo permitieron, comenzó la prueba y cuando ya no aguantó, se soltó y se fue a hacerle compañía a Rosina, quien estaba aislada sola en otro sector de la casa.