Espumantes: ¿la punta de lanza para la recuperación del vino?

Lejos de los esperado, el sector vitivinícola se sobrepuso a los efectos adversos de la pandemia y creció en casi todos sus segmentos el año pasado.

El sector vitivinícola se sobrepuso a los efectos adversos de la pandemia y creció en casi todos sus segmentos el año pasado.
El sector vitivinícola se sobrepuso a los efectos adversos de la pandemia y creció en casi todos sus segmentos el año pasado.

Lejos de los esperado, el sector vitivinícola se sobrepuso a los efectos adversos de la pandemia y creció en casi todos sus segmentos el año pasado. Sin embargo, hubo una categoría que no logró “subirse a la ola”. Se trata de los espumantes, que cerraron el 2020 con una caída del 14,4% en el mercado interno, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

Lo que ocurrió es que el avance de la pandemia obligó al Gobierno Nacional a tomar medidas sanitarias extremas, que condujeron al cierre de los principales canales de ventas de los espumosos. Se puede mencionar por ejemplo a los boliches -aun hoy continúan cerrados-, los bares y los restaurantes. Los malos resultados fueron contundentes y contrastaron con los del resto de los productos del sector, que se vieron favorecidos por los cambios de hábitos de consumo.

Hoy, la situación es otra y las bodegas productoras de espumantes se encuentran ante una buena oportunidad para salir a recuperar terreno perdido. Algunas de las medidas más estrictas ya quedaron atrás y poco a poco, pese al golpe de la segunda ola de Covid-19, comienzan a recuperarse algunos de los canales de venta tradicionales de esos vinos.

Tal es así, que las estadísticas ya muestran una recuperación de mercado. De acuerdo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en los primeros cinco meses del año las ventas de espumantes crecieron 66,7% respecto al año pasado, recuperándose de la caída del año 2020 y creciendo incluso en relación a 2019.

A contramano de lo que pasó en el inicio de la pandemia, el resto del mercado está cayendo. De hecho, las ventas totales de vino en el mercado interno se contrajeron 12,4% en el período enero-mayo.

De ese escenario surge una gran incógnita: ¿qué debe hacer el sector para crecer en todos los segmentos? Esta nunca ha sido un tarea fácil, pero el desempeño de las bodegas el año pasado, en medio de la crisis económica y sanitaria, demuestra que hay capacidad de adaptación a todo tipo de circunstancias.

Por ahora, los que crecen son los espumantes y los varietales (mejoraron 15,5% hasta mayo), pero aun es posible revertir la tendencia de caída general. La clave estará en qué tan hábiles sean las bodegas a la hora de salir a competir en un mercado saturado de sustitutos.

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