Tannat, la cepa premiada por Decanter que pocos conocen

El Tannat se caracteriza por su alta concentración de taninos y acidez. - Archivo
El Tannat se caracteriza por su alta concentración de taninos y acidez. - Archivo

Un vino salteño fue elegido por la prestigiosa publicación británica como uno de los cinco mejores del mundo. Su historia, qué lo distingue y las particularidades de este varietal en Mendoza.

A finales del pasado mes de septiembre, la publicación especializada Decanter dio a conocer los resultados de los prestigiosos Decanter Wine Awards. Año tras año, la vitivinicultura argentina se ha acostumbrado a que alguno de sus representantes se ubique en el lote de los primeros puestos, codo a codo con las grandes potencias mundiales. Pero este año hubo una grata sorpresa, Argentina volvió a ubicar uno de sus vinos entre los cinco mejores vinos del mundo, pero el premio no se lo llevó una cepa tradicional de nuestro país, como el Malbec, sino que fue el Tannat.

El elegido fue el Tannat Lote Especial 2018 de Bodega Colomé de Salta, que obtuvo el galardón máximo, la medalla de platino, y fue seleccionado Best in Show (mejor de su ronda), una distinción que alcanzaron apenas 50 etiquetas del total de 16.518 que se cataron a ciegas en Londres. Pero eso no es todo: de esas 50, solo cinco lograron el puntaje más alto, 98 (el máximo es 100) y el tinto salteño estuvo en esa selección, junto a dos de Francia, uno de España y uno de Estados Unidos.

Este varietal, emblema de Uruguay, en Argentina se distribuye principalmente en Mendoza, San Juan y Salta con 864,8 hectáreas, según datos del INV de 2019. Y no son muchas las etiquetas que en su composición tienen un 100% de Tannat, ya que en su mayoría se utiliza para elaborar vinos de corte o blends.

Sobre sus orígenes

La historia del Tannat comenzó en el sudoeste francés en la región de los Pirineos Atlánticos y llegó a Argentina a finales del siglo XIX con el arribo de los inmigrantes europeos.

Fue justamente en Mendoza que se dieron los primeros cultivos que se dispersaron por la región y encontraron el noreste en los valles tributarios del río Calchaquí la altitud ideal para potenciar sus cualidades.

En la actualidad, el Tannat es la cepa que representa en el mundo a la vitivinicultura de Uruguay, donde se encuentran la mayor cantidad de las vides de estas uvas en todo el mundo y adquirió un estilo más ligero por el influjo del clima oceánico. Sus vinos vinos elegantes y de expresión fresca, pero no arrolladores, que se distinguen a los originales de Madiran, su cuna, y han logrado distinciones en todo el mundo.

El Tannat mendocino

Como dijimos, es muy raro encontrar vinos que en su composición tengan un 100% de uvas Tannat pero eso no significa que existan y de muy buena calidad, con rasgos distintivos que les aporta el suelo mendocino a sus ya presentes acidez y color.

Fernando Losilla, enólogo de Viñas Las Perdices, elabora un vino con este varietal proveniente de cuatro hectáreas plantadas en Alto Agrelo. “La primera añada Tannat se comercializó en 2018, con muy buenos resultados. Todavía hay muy poco camino recorrido con este varietal pero hay muy buena aceptación. Antes solo lo usábamos en uno de nuestros cortes tope de gama”, comentó.

Según el especialista, el Tannat que ellos elaboran tiene buena concentración de taninos -de ahí el origen del nombre- y buscan que sea un vino suave, redondo, con gran robustez, cuerpo y que no sea agresivo ni astringente. Logrado con una maduración oportuna, vinificación prolija y guarda en barricas de roble. A su vez, con mucha manifestación de frutas rojas (moras, frambuesas y ciruelas) y notas florales.

En los vinos de corte, el Tannat se caracteriza porque, a pesar de que madura muy bien, el PH que tiene es muy bajo, entonces hace que los vinos sean mucho más rojos en la parte visual y a eso se le suma mucha estructura. Además tiene un aporte frutal y floral que logra que los vinos sean más frescos, más atractivos. Es un componente que como monovarietal tiene que estar muy bien trabajado para destacar su potencial y en el corte todas sus virtudes hacen un gran aporte.

Es una variedad que está en plena expansión y a futuro puede tener un desarrollo como el Cabernet Franc, que ha ido despertando, o el Pinot Noir. Hay muy buenas aptitudes sobre todo en Salta y Mendoza para su cultivo, es varietal muy adaptable, y normalmente da vinos destacados. También está teniendo expansión hacia este del país, inclusive con influencia marítima, y en algunas regiones del sur Argentino, con resultados muy positivos", sostuvo Losilla.

En cuanto a las diferencias que pueden existir con los Tannat del norte del país, el enólogo destacó que es muy influyente la zona en la que se cultivan, tipos de suelos y la altitud. Incluso dentro de Mendoza, aunque parezca una obviedad, muestra diferentes descriptores y virtudes sensoriales de acuerdo en el oasis que se produce.

Sobre el Norte del país, la región que se llevó el vino premiado por Decanter, destacó que es un muy buen lugar para producirlo porque generalmente da productos muy concentrados, con un color muy marcado. “Saben dar productos no tan tánicos, muy redondos. Lo que he probado de Salta del Tannat me parece fantástico, es muy bueno”, expresó el experto.

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