Estados Unidos aplastó a Nueva Zelanda, se metió entre los mejores ocho y sacó chapa de candidato

Fútbol total. Lo ganó caminando, de principio a fin, con una verdadera cátedra de juego y contundencia. Estados Unidos demostró que es cosa seria en este campeonato del mundo. Y si bien goleó a un débil rival, que en los últimos dos partidos recibió 9 tantos, no se le puede quitar méritos a un equipo que ganó caminando el torneo clasificatorio de la Concacaf disputado en Honduras (marcó 31 goles en 7 partidos) y que en este Mundial Sub-20 sigue andando sobre rieles.

De hecho, Estados Unidos ganó los cuatro partidos que disputó con 10 goles a favor y ninguno en contra.

Es digno de analizar el funcionamiento colectivo de este equipo del país del tío Sam, en el que todos se animan a tocar, a jugar y a llegar al arco rival. Estados Unidos se defiende con la pelota y posee un estilo directo que se traduce en una tremenda voracidad ofensiva asombrosa. Este martes, ante Nueva Zelanda, remató 22 veces hacia el arco contrario.

Con laterales volantes que viajan juntos (Wiley y Gómez), con mediocampistas de primera línea que llegan como delanteros (Gómez, McGlynn, Wolff), con un “10″ muy habilidoso (Luna) que se mueve como falso “9″ y un centrodelantero (Cowell) que se tira a los costados para lastimar como extremo.

Nueva Zelanda jamás pudo encontrarle la vuelta a las trepadas del zurdo “3″, a los pivoteos de Cowell, al vértigo y cambio de ritmo del chiquitín Luna (de ascendencia mexicana) y al pie fino de Edelman, el capitán y jugador de corte que también llega al área como un delantero.

El equipo dirigido por Mikey Varas (de raíces chilenas) tiene enormes variantes. Dirige a la Sub-20 Yankee desde 2021 y se ve su trabajo en este esquema 4-3-3.

Además de orden y creatividad, USA tiene mucho talento. Se adapta a jugar con diferentes esquemas y sorteó con creces y sin goles en contra un grupo quizá más complicado que el de Argentina. En esta Copa del Mundo, le ganó a Ecuador (1-0), Fiyi (3-0) y después 2-0 a Eslovaquia.

Había empezado mejor Nueva Zelanda, con ese remate del zurdo Jay Herdman que el arquero Slonina despejó sobre un costado. Sin embargo, lentamente, el elenco estadounidense se acomodó mejor en el campo y llegó al primer gol. Fue después de una gran jugada asociada por dentro en la que la tocaron todos de izquierda a derecha, pivoteó Cowell (parecido físicamente a Moreno Martins) para Wolff, quien sacó un remate seco y bajo desde afuera del área que se metió junto al palo derecho del arquero Kees Sims, quien reaccionó tarde y no sacó del todo su brazo derecho.

Juega muy bien USA, tiene una forma sudamericana de manejar la pelota y proponer mucho juego por dentro. De hecho, sus extremos juegan cerrados para juntarse y generar pasillos internos. El gol de Wolff fue una clarísima muestra de ello.

En el complemento, la propuesta de los americanos siguió siendo la misma. Diego Luna armó el juego, tocó atrás, McGlynn metió una buena pelota filtrada y Wiley mandó el centro al segundo palo por donde Jonathan Gómez remató desviado. De un lateral a otro. Asi juega este equipo versátil de Varas.

El golpe de gracia llegó a los 15′. Gómez se juntó con Luna, Cowell recibió dentro del área y definió cruzado y de zurda para dejar sin respuestas al arquero neozelandés. Sin embargo, no se conformó y siguió generando. Por ejemplo en esa situación de recuperación alta,, Diego Luna la pisó en la medialuna a puro potrero, hizo pasar a un rival y remató apenas desviado.

En las facetas de este gran equipo también aparece el contragolpe. De hecho, sobre los 30′ del complemento, de un tiro libre a favor de Nueva Zelanda (mal ejecutado por Garbett), Luna tomó el balón en su propio campo, dejó en el camino al propio Garbett y abrió a la izquierda para Cowell, quien gambeteó al arquero, tiró el centro de zurda, a Luna se la sacaron en la línea y el rebote le quedó a Justin Che para inflar la red y poner el 3-0 de zurda.

El cuarto llegó apenas siete minutos después. Brandan Craig ejecutó un tiro libre desde la izquierda con mucha rosca, el balón superó el mal cálculo del arquero neozelandés Seems y por el segundo palo ingresó Rokas Pukstas para meter un frentazo con el arco vacío: 4-0.

Estados Unidos ganó, goleó y gustó (otra vez) en este Mundial. Así, con cuatro triunfos en igual cantidad de presentaciones y sin goles en contra, sacó chapa de candidato a pelear el título. Viene de quedar eliminado en cuartos de final en los últimos tres mundiales y su mejor puesto en un Mundial Sub 20 fue en Arabia Saudita 1989, cuando finalizó cuarto.

Pero con este equipo de Wiley, Edelman, Luna, Cowell y compañía, se anima a soñar.

Los goles del partido

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