Florida enfrenta una posible catástrofe ambiental por el colapso de una planta química

Cientos de familias tuvieron que ser evacuadas ya que si se rompen los muros de contención se podría generar una pared de agua de 6 metros de altura.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, realizó hoy un reconocimiento en helicóptero de la zona afectada. Foto: Twitter.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, realizó hoy un reconocimiento en helicóptero de la zona afectada. Foto: Twitter.

Este domingo los vecinos del condado de Manatee, Florida se vieron sorprendidos ante el riesgo de ruptura de un estanque de aguas residuales en la zona de Tampa Bay y muchos de ellos debieron ser evacuados para prevenir una “inundación catastrófica”, según informó el gobernador del estado, Ron DeSantis.

Ante esa situación varios equipos de emergencia trabajan en la zona. Por su parte Vanessa Baugh, presidenta de la Comisión del Condado de Manatee, aseguró que los especialistas están dando su mayor esfuerzo para controlar la cantidad de agua contaminada que se está vertiendo hacia un arroyo en Piney Poin, según informó El Espectador.

Las simulaciones realizadas para evaluar los daños de una posible rotura en los muros de contención de la represa de la vieja planta de fosfato podría verter 1.280 millones de litros de agua en cuestión de minutos, lo que generaría una pared de agua de 6,1 metros de altura.

Tareas de prevención

“Lo que estamos examinando en este momento es cómo prevenir, y responder, de ser necesario, a una situación de inundaciones verdaderamente catastróficas”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa luego de sobrevolar la vieja mina de fosfato de Piney Point.

Las autoridades han cerrado tramos de la autopista federal 41 y ordenaron la evacuación de 316 residencias. Algunas familias fueron reubicadas en hoteles locales.

Policías del condado Manatee comenzaron a evacuar a unos 345 presos de una cárcel local ubicada a unos 1,6 kilómetros de distancia del estanque de 31 hectáreas, reportó el periódico Tampa Bay Times. El administrador del condado, Scott Hopes, señaló que los modelos indican que la zona podría verse cubierta por entre 30 centímetros y 1,5 metros de agua, y el segundo piso de la cárcel se ubica 3 metros encima del suelo.

En un principio las autoridades anunciaron que moverían a los reos y al personal al segundo piso y colocarían sacos de arena en la planta baja, pero el jefe de policía Rick Wells señaló posteriormente que mover a los reclusos al segundo piso significaba un riesgo de seguridad.

Los cuerpos de emergencia han estado vaciando el agua desde que el estanque presentó una fuga en marzo. El viernes se detectó una pérdida significativa y ante ello se incrementaron las medidas de emergencia, se ordenaron las primeras evacuaciones y se declaró un estado de emergencia el sábado. Una porción del muro de contención de la represa se desplazó, ante lo cual las autoridades llegaron a pensar que podría romperse en cualquier momento.

Hopes, el administrador del condado, dijo el domingo que, con nuevos recursos estatales, las cuadrillas de emergencia casi estarán duplicando la cantidad de agua que está siendo bombeada fuera del estanque y trasladada a Port Manatee. Actualmente se están extrayendo unos 100.000 litros (22.000) galones por minuto, y Hopes dijo prever que el riesgo de una ruptura disminuya para el martes.

Recursos Naturales

Funcionarios del condado señalaron que el agua de pozos no ha sido afectada y que el Lago Manatee no está amenazado. Dicho cuerpo de agua es la principal fuente de agua potable de la zona.

El Departamento de Protección Ambiental de Florida señaló que el estanque tiene agua salada mezclada con aguas residuales y pluviales. Sus niveles de fósforo y nitrógeno son elevados y es ácida, aunque no se prevé que sea tóxica, aseguró la agencia.

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