Algunos apuran las inscripciones preelectorales

A Lucas Ilardo lo reconocen como un dirigente que le puede dar entusiasmo a un peronismo caído en desánimo y ritmo a una campaña electoral que requerirá de mucho ingenio para poder competir con chances contra el radicalismo.

Diputado del Frente de Todos, Lucas Ilardo. Foto:  Orlando Pelichotti / Los Andes
Diputado del Frente de Todos, Lucas Ilardo. Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

Fue una semana intensa para el peronismo en general. Desde la gira presidencial, con las idas y vueltas de Alberto Fernández, pasando por los argumentos del ministro Guzmán tratando de explicar, en charlas o en entrevistas periodísticas, qué plan es el que lleva a cabo que no puede sostener ni el avance de la inflación, hasta la numerosa movilización de las organizaciones piqueteras de izquierda justo el día en el que el Indec daba a conocer el 6% inflacionario del mes pasado.

En nuestra provincia, el PJ registró los primeros chispazos de una interna que no es menor y que lógicamente también tiene aquí su rebote. Hace una semana señalábamos que los peronistas locales habían decidido “surfear” el escándalo nacional para tratar de mantener en pie su estructura. Pero eso no fue posible porque el senador camporista Lucas Ilardo no se contuvo y salió a criticar públicamente el índice inflacionario oficial arremetiendo, como lo viene haciendo hace tiempo todo el kirchnerismo, contra la conducción económica.

Duro mensaje del senador camporista Lucas Ilardo
Duro mensaje del senador camporista Lucas Ilardo

En respuesta, tuvo reproches por parte de senadores de su bloque legislativo identificados con el “albertismo”, que, en definitiva, forman parte de lo que los propios militantes K definen como peronismo ortodoxo.

Sin embargo, desde la usina de ideas kirchnerista provincial no piensan que esa reacción intestina en la Legislatura haya obedecido mayormente a los comentarios de Ilardo por la crisis inflacionaria, sino, preferentemente, a los movimientos que éste se encuentra dando para posicionarse de cara al proceso electoral de 2023.

Es que varios peronistas que pasaron el jueves a la noche por Luján se sorprendieron al ver colmada la antigua sede del peronismo departamental, como hacía mucho no lucía, según aseguran. Y allí enfervorizaba a los presentes (dicen que había varias caras conocidas del peronismo mendocino de los últimos años) nada menos que el senador Lucas Ilardo, quien, en el marco de un ciclo con el que pretende recorrer la provincia, sostenía a viva voz que deben ser derribados ciertos mitos que le juegan en contra al peronismo provincial en los últimos años. Por ejemplo, pensar que la racha de derrotas electorales que comenzó en 2013, en la mitad del mandato de “Paco” Pérez, es imposible de cortar en lo inmediato.

El justificativo es el tradicional en estos casos: “Lucas ha comenzado a recorrer la provincia”, dicen los que observan la nueva movida. La idea que tienen es seguir con las reuniones, como la que se realizó en Luján. Dicen que en los próximos días seguirán en algún punto del Valle de Uco y también en la zona Este. “Veremos hasta dónde nos da para realizar estas reuniones”, sostienen en el camporismo. Y trabajan en la organización de un encuentro de gran porte en nuestra provincia con la presencia posible de “Wado” de Pedro y otros funcionarios del gobierno nacional.

Ilardo asoma hoy como un proyecto de candidato para el año próximo. Evaluarán los resultados. Junto a él también se siguen moviendo Anabel Fernández Sagasti, siempre atenta a las estrategias, la intendenta Flor Destéfanis y otros dirigentes cercanos a la conducción del PJ provincial. Ese grupo quiere soportar el temporal y mantenerse al frente del partido. Sin duda, poner fichas a las elecciones provinciales venideras parece temerario en el actual contexto nacional.

¿Por qué Ilardo? Lo reconocen en su corriente, y también algunos desde la otra vereda partidaria, como un dirigente constante para la política, que le puede dar entusiasmo a un peronismo caído en desánimo y ritmo a una campaña electoral aún lejana, pero que requerirá de mucho ingenio para poder competir con chances contra la UCR de Cornejo y Suárez.

“Si nos atacan nos ponemos en movimiento con más ganas y es difícil seguirnos el ritmo”, dicen en el entorno de Ilardo y Sagasti, siempre con relación a la rispidez que hubo en la Legislatura. Del otro lado prometen no quedarse quietos si realmente esa es la intención del camporismo.

Es que, como ya se ha dicho, en el PJ mendocino la mayoría de los que tienen alguna expectativa electoral fuerte prefieren aferrarse primero a un cargo legislativo nacional que salir a pelear la Gobernación en condiciones desiguales, siempre según lo que dice la mayoría de las encuestas con respecto al predominio de Cambia Mendoza en la consideración de los mendocinos.

Ilardo y quienes lo acompañan sostienen que no siempre el peronismo llegó a ser gobierno en Mendoza en las últimas décadas en condiciones favorables. Argumentan que hubo casos en los que triunfaron aún “en contra de la corriente”. Es discutible. Lo que se advierte en estos momentos es que la influencia de la crisis nacional le jugará en contra de arranque a las aspiraciones de cualquier postulante del peronismo mendocino. Pero, también es verdad que en política nunca está dicha la última palabra.

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