No siempre más implica mejores resultados

Para salir de la crisis del deterioro del sistema educativo es más importante mejorar la gestión que aumentar el presupuesto destino a Educación.

Las pruebas Aprender determinaron que algunas regiones estar mejor aunque tienen menor presupuesto educativo.
Las pruebas Aprender determinaron que algunas regiones estar mejor aunque tienen menor presupuesto educativo.

Preocupa tanto el deterioro educativo como el consenso de que la solución pasa por aumentar la inversión en dicha partida. Este último planteo es defendido tanto por dirigentes de diferentes extracciones ideológicas como por especialistas en educación y comunicadores sociales. Para salir de esta situación es más importante mejorar la gestión que aumentar el presupuesto educativo.

Los resultados de las últimas pruebas Aprender registran que el 50% de los niños de las escuelas del Estado que en el 2021 estaban en 6° grado tienen capacidades insuficientes o básicas en lectura y matemática. En otras palabras, la mitad de los alumnos de primaria no saben leer, escribir, sumar ni restar. Con estas debilidades de base tan fuertes, no extraña el fracaso en la educación media y las propuestas de permitir acumular muchas materias previas para morigerar tanto la deserción como que los alumnos repitan de año.

Si comparamos el gasto por alumno y los resultados educativos en tres jurisdicciones similares, se pueden tener algunas ideas clarificadoras. Para ello, según datos del Ministerio de Educación referidos a 2021, se observa que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tuvo un gasto público por alumno de $170 mil y el 34% de los niños de 6° grado tienen insuficiencias en lectura y matemática. Por su parte, la provincia de Santa Fe tuvo un gasto público por alumno de $110 mil y los niños de 6° grado con insuficiencias en lectura y matemática ascienden a 50%. Y, por último, la provincia de Córdoba tuvo un gasto público por alumno de $93 mil y los niños de 6° grado con insuficiencias en lectura y matemática bajan a 37%. En sí, el tamaño del presupuesto educativo no es el principal determinante de los resultados.

La Ciudad gasta casi el doble que Córdoba por alumno y tiene similares resultados en términos de niños que fracasan. Santa Fe gasta más que Córdoba con peores resultados. Para que Santa Fe mejore los resultados educativos, el camino no es la Ciudad de Buenos Aires que gasta más, sino Córdoba que gestiona mejor.

El factor clave es la gestión. Según el Ministerio de Educación, en CABA, hay 7 alumnos por cargo docente. Mientras que, en Córdoba, hay 18 alumnos por docente. Esto es porque las tasas de ausentismo docente son mucho más altas.

El desperdicio de recursos públicos explica que, aun con mayor gasto en educación, CABA pague menores salarios a los docentes. La mala gestión lleva a que el salario docente de un maestro de primaria con 10 años de antigüedad en CABA sea de $123 mil. Mientras que en Córdoba sea de $153 mil. Con la idea de que hay que aumentar el presupuesto, aparece el otro consenso equivocado de que hace falta una gran política educativa nacional. Así se llega a que la Nación pague parte del salario docente, cuando la educación básica es responsabilidad de las provincias. Y esto contribuye a que las provincias se excusen en que no reciben suficiente apoyo de la Nación. En su lugar, deberían concentrarse en mejorar sus capacidades de gestión administrativa y pedagógica.

Para poner como prioridad a los estudiantes se necesita que cada provincia se concentre en mejorar la gestión. Y sin eludir su responsabilidad por los malos resultados. La principal contribución desde Nación es aportar estadísticas para evaluar la educación en cada provincia y que la población presione a sus gobiernos locales a mejorar los resultados.

*El autor es es profesor de la Universidad del CEMA

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