Otra vez terceras fuerzas que dependen de una voluntad

La opinión, muy crítica, que De Marchi tiene de quien buscará volver a ser gobernador de Mendoza por la UCR no forma parte de una discusión político-partidaria clásica. Por su lado, el diputado Jorge Difonso sigue armando su estrategia. Su salida de Cambia Mendoza junto a su propio espacio fue uno de los portazos más fuertes escuchados en la casona radical, que es también sede de la coalición oficialista.

Otra vez terceras fuerzas que dependen de una voluntad. / Foto: José Gutiérrez / Los Andes
Otra vez terceras fuerzas que dependen de una voluntad. / Foto: José Gutiérrez / Los Andes

Habrá que esperar la decisión de De Marchi. Lo que decida el diputado nacional del Pro sobre su candidatura provincial permitirá definir muchas cosas con respecto al diagrama electoral de Mendoza para este año. Competirle al poder político de Cornejo es hoy el gran desafío del lujanino; pero, además, marcar una clara distancia en cuanto a la forma de ejercer el poder seguramente sea lo que en adelante distinga su identidad política.

La opinión, muy crítica, que De Marchi tiene de quien buscará volver a ser gobernador de Mendoza por la UCR no forma parte de una discusión político-partidaria clásica, que por lo general se resuelve en el marco del necesario consenso que debe imperar en la vida democrática.

A partir del paso decisivo que tendrá que dar el referente local del Pro comenzará un reagrupamiento, por lo menos en cuanto a expectativas, de muchos dirigentes de diferentes corrientes partidarias que apostaron una vez más (ya lo habían hecho hace un par de años) a la decisión de un líder de encarar un proyecto propio pegando un portazo en la coalición oficialista.

Esa “tercera fuerza” a la que una vez más estuvo destinado a conducir De Marchi puede volver a quedar a la deriva, o bien dispersa en distintas propuestas incapaces por sí solas de seducir a un electorado siempre bastante exigente, como el mendocino.

El desdoblamiento electoral que rige en Mendoza por ley le daba un matiz especial al marco de negociación de acuerdos en el que se movía, o mueve todavía, el proyecto electoral de De Marchi. Desde el tradicional Partido Demócrata, totalmente consustanciado con la crítica a la acción política de Cornejo, hasta sectores no kirchneristas de una suerte de peronismo “a la mendocina” que pretende representar y liderar el ruralista Carlos Iannizzotto.

Si hasta se habló de alguna cercanía con el Partido Verde, que luce un meritorio tercer lugar en la oferta partidaria provincial luego de las elecciones legislativas de 2021, con el condimento de haber sumado en ese momento un diputado en la Legislatura y también concejales en algunos departamentos.

El de los verdes probablemente sea en estos momentos uno de los espacios que menos necesita de remolcadores políticos, ya que tiene una perspectiva de crecimiento que no aparenta depender de urgencias. Pero, por tratarse de una elección de gobernador, no aparecía para algunos como algo descabellado por lo menos sonreírle a De Marchi, a pesar de que Mario Vadillo ya está anotado desde hace tiempo para competir por la Gobernación.

Volviendo al Partido Demócrata, si De Marchi decide finalmente mantener su precandidatura, pero por adentro de Cambia Mendoza, de modo de no quedar aislado de su coalición a nivel nacional, prácticamente deberán arrancar de cero en cuanto a su estrategia electoral local. Porque hay muchos dirigentes demócratas que, aun mirando con algún recelo al referente del Pro por su partida del PD, encuentran en éste una opción viable para ponerle límites al radicalismo y, a la vez, frenar cualquier repunte local del kirchnerismo.

Por otra parte, los demócratas y De Marchi “jugaban” con agrado en base al desdoblamiento, ya que de esa manera esperaban contar con el apoyo local de Javier Milei y sus libertarios a cambio de una retribución en las presidenciales.

Diputado Jorge Difonso. / Foto: Orlando Pelichotti
Diputado Jorge Difonso. / Foto: Orlando Pelichotti

Por su lado, el diputado Jorge Difonso sigue armando su estrategia. Su salida de Cambia Mendoza junto a su propio espacio fue uno de los portazos más fuertes escuchados en la casona radical, que es también sede de la coalición oficialista. Esa decisión estaba prácticamente cantada, era esperada, pero justo se produjo en el momento de mayor tensión de la UCR con el Pro. De ahí el barullo que generó.

Despacio, como el tren que llegará desde Buenos Aires, Difonso se prepara para encarar y, por qué no, liderar una propuesta alternativa a las de los dos grandes espacios. El sancarlino tiene ambición, la experiencia de tres mandatos como intendente en un departamento con amplia superficie rural y su paso actual por la Legislatura, que se caracterizó por su resistencia a toda intentona de reforma de la legislación minera. Una eventual deserción de De Marchi le puede dar un margen de acción interesante.

El sancarlino dice que pretende diferenciarse de los dos extremos. “Ni Cornejo ni La Cámpora. Queremos armar una fuerza cien por ciento mendocina”, sostiene a todo el que le requiera opinión sobre sus planes.

Sin embargo, tiene similares cuestionamientos hacia el oficialismo provincial que De Marchi, una misma línea argumental: “A medida que gobernó Mendoza, el cornejismo se ha ido transformando en lo que todos criticábamos del kirchnerismo cuando nació Cambia Mendoza: la acumulación de poder, la ocupación del Estado a través de cargos políticos por parte de una misma persona, influencia en el manejo del Tribunal de Cuentas, la Justicia y organismos extra poder. Y no se ha visto una mejora en la calidad de vida de los mendocinos…”, entre otras consideraciones.

Se puede afirmar que Difonso pasó de ser un rebelde aliado político legislativo a la voz de un espacio opositor al Gobierno también en cualquier ámbito de exposición. Hay una diferencia con De Marchi y el Pro en general, que cuestionan la forma de tejer poder político de Cornejo, pero le otorgan a Suárez respaldo en algunas iniciativas a las que la oposición en general no acompaña, como todo lo que tiene que ver con la deuda provincial, los números de OSEP, emprendimientos mineros enmarcados en la legislación vigente, etc.

Por otra parte, ausente De Marchi el adelantamiento de las elecciones municipales en los departamentos que conduce el PJ potenciará claramente el actual dibujo de dos coaliciones preponderantes en la provincia. Buen apuntalamiento para el golpeado peronismo mendocino, que no encuentra un referente provincial claro y carga con la cruz que representa el desgobierno del Frente de Todos nacional.

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