Acorralado por las pruebas, seguirá preso el acusado del doble crimen de Uspallata

A Fernando Figueroa le dictaron la prisión preventiva, imputado por el asesinato a hachazos de sus amigos Adela Rodríguez y Cristian Ivars cometido hace poco más de un mes.

Adela y Cristian fueron atropellados con un auto y asesinados a hachazos. / Los Andes
Adela y Cristian fueron atropellados con un auto y asesinados a hachazos. / Los Andes

A más de un mes del brutal doble asesinato de Uspallata, la fiscalía logró la prisión preventiva del único acusado, amigo de las víctimas. Con varias pruebas en su contra y pocas dudas sobre su autoría, la defensa busca la inimputabilidad.

Fernando Ariel Figueroa (43) continuará preso por el delito de homicidio agravado por alevosía en dos hechos, calificación que tiene pena única de prisión perpetua en un futuro juicio. Sus víctimas fueron Adela Raquel Rodríguez (46) y Cristian Fernando Ivars (45), dos amigos con los que había compartido un asado en la montaña la noche del último 15 de abril.

Los pesquisas del caso han reconstruido que, horas después de esa cena y ya en la mañana del viernes 16, los tres protagonistas más la novia del sospechoso regresaban hacia la ciudad en un Renault Scenic cuando se produjo un altercado.

Los fallecidos le recriminaron a Figueroa por la forma en que manejaba debido a su estado de alcoholización, lo que habría despertado la ira del detenido. Este hombre los hizo bajar del vehículo y sobre la ruta 7 los habría atropellado.

Y cuando parecía que todo quedaría allí y el acusado seguiría su viaje, volvió a acercarse a la pareja y los golpeó con un hacha.

Ivars y Rodríguez fueron encontrados por un camionero que los vio tirados a la vera del camino, a la altura del kilómetro 1.125 de la ruta internacional. Él aún estaba con vida, aunque murió cuatro días después. Ella falleció en el acto, según la autopsia.

Las pruebas

La investigación empezó a encaminarse horas después de la terrible agresión, cuando la Policía encontró al sindicado y a su novia aún en Uspallata, parados en el auto en la ruta 52 y frente al barrio Las Bóvedas.

Para los efectivos que los entrevistaron estaban en actitud sospechosa, y en pleno diálogo, la mujer se quebró y contó todo lo sucedido.

Además de este relato, hay otros elementos que complicaron de entrada a Figueroa: el coche estaba chocado, tenía el parabrisas roto y en el baúl, entre los utensilios de asado, también estaba el hecha que resultó ser el arma homicida.

Con estos fuertes indicios y varias testimoniales, la fiscal Andrea Lazo sustentó la prisión preventiva en la causa. Por otra parte, fundamentó el agravante de la alevosía ya que el ataque a las víctimas fue cuando estaban en el piso, en estado de indefensión.

Estos criterios fueron compartidos por la jueza Patricia Alonso, quien confirmó el arresto del acusado en el penal. Mientras, su abogada intentará a lo largo de la pesquisa llegar a la inimputabilidad de su cliente, basándose en que posee un tumor en la cabeza que lo llevaría a tener episodios psicóticos, como así también los ataques de epilepsia sufridos hace varios años.

Por ahora la fiscalía descarta esta hipótesis, luego de que el Cuerpo Médico Forense informara que el imputado comprende sus actos.

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