Con la captura de la hermana del “Rengo”, el clan Aguilera perdería la última cuota de poder en la barra del Tomba

Carla Aguilera es buscada por liderar los destrozos en el estadio Malvinas el 8 de abril. Dos de sus hermanos, que lideraron la barra tombina y el negocio de la droga, están presos y peleados entre sí. Otro de ellos murió y un sobrino también cumple condena. Quién es quién en el clan cuyo poder agoniza.

Daniel, Walter y Diego fueron los cabecillas del clan Aguilera Maldonado.
Daniel, Walter y Diego fueron los cabecillas del clan Aguilera Maldonado.

El poderío que dos de los hermanos Aguilera Maldonado supieron construir sobre la barra del club Godoy Cruz Antonio Tomba se desmoronó con los años y agoniza luego de que la Justicia ordenara la captura de la única mujer en los cinco hermanos. Sobre Carla Aguilera pesa una orden de captura luego de que protagonizara destrozos en el estadio Malvinas Argentinas el último 8 de abril. Ella es la representante de uno de los hermanos que supo manejar a los barras en los últimos tiempos, por lo que su detención podría terminar con la escasa cuota de poder que aún tienen en la hinchada.

La cara más visible y mediática del clan Aguilera siempre fue Daniel “El Rengo”, quien empezó desde 2004 a liderar la hinchada de Godoy Cruz. Ese mismo año comenzó a acumular causas en su prontuario. Las primeras fueron por tenencia de municiones de arma de guerra, robo agravado y encubrimiento.

Pero con él en prisión, fue su hermano Diego, apodado “Asesino”, quien quedó a cargo de la banda del Expreso y de los negocios non sanctos del clan hasta que también fue detenido.

Cinco hermanos

Los hermanos Aguilera Maldonado eran cinco, pero uno de ellos falleció. El mayor es Juan Carlos, apodado “Moncho”; le sigue Diego Ramón “Asesino”, el tercero es Daniel Orlando “Rengo”, quien ganó su apodo luego de que perdiera una pierna en un accidente de tránsito en 2001. Le seguía Walter Exequiel, quien murió el 12 de julio de 2022 en el hospital Central a los 35 años, y la menor y única mujer es Carla Daniela, de 28 años de edad, quien ahora está en la mira de la Policía.

El mayor de los hermanos es “Moncho”, quien en diciembre de 2004 fue condenado a 17 años de cárcel por el crimen de Cristian Gabriel Córdoba en el barrio La Gloria. En 2016 recibió el beneficio de la libertad condicional pero en noviembre de 2017 le dictaron prisión preventiva al ser acusado de haberle disparado a un sobrino apodado “Chalita”, aunque no logró herirlo.

Durante un tiempo intentó suplir a sus hermanos al frente de la barra de Godoy Cruz, pero su jefatura no duró mucho. “No tiene personalidad de líder, no tiene carácter”, lo describe un investigador que ha seguido de cerca la evolución de las facciones de la barrabrava tombina en sus disputas de poder. De hecho, fue una de esas diferencias con otro sector de la barra lo que lo dejó fuera del liderazgo.

La muerte de su hermano varón menor sacudió a Juan Carlos. En su perfil de Facebook figura la imagen de Walter en una bandera con la frase “Ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a alentar” y el escudo del club de sus amores.

Una bandera con la frase “Ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a alentar” lleva el rostro de Walter Aguilera.
Una bandera con la frase “Ni la muerte nos va a separar, desde el cielo te voy a alentar” lleva el rostro de Walter Aguilera.

El segundo de los hermanos es Diego Ramón, apodado “Asesino” y no por ser un santo. Fue protagonista de numerosos hechos policiales, como agresiones a efectivos, violación de la Ley de Estupefacientes, tenencia de armas de guerra y fue acusado de varios homicidios ocurridos en Godoy Cruz, aunque nunca llegó a juicio por esos hechos.

Hasta entonces lugarteniente de su hermano Daniel, tomó el mando de la banda narco del barrio La Gloria cuando “El Rengo” cayó preso y también se quedó con el control de la barra tombina.

“El Asesino” fue capturado 5 de septiembre de 2022 en el mismo vecindario que lo vio crecer y de donde había logrado escapar dos años antes. Cayó durante una serie de allanamientos. Tenía cinco celulares en su poder y llevaba puesto un pantalón del Tomba.

Diego "Asesino” Aguilera Maldonado
Diego "Asesino” Aguilera Maldonado

Días antes había sido condenado junto a otros 12 integrantes de la banda por narcotráfico y tenencia de armas. Cumple condena en el penal federal de Cacheuta desde su detención. En las escuchas telefónicas, que fueron clave para la desarticulación de la banda, Diego era nombrado como “Negro”, “El Uno” o “El jefe”.

El tercero en orden de llegada a este mundo es Daniel “Rengo” Aguilera, quien desde julio de 2020 cumple una condena de 12 años por narcotráfico y violencia de género, y sobre quien se han escrito ya numerosos artículos periodísticos, por lo que su vida en el mundo del hampa es bien conocida.

Una pérdida y una pelea a muerte

La muerte del menor de los varones Aguilera Maldonado fue el detonante de la ruptura en la cúpula del clan. Fuentes calificadas que conocen de cerca los pormenores de la historia familiar aseguran que ese deceso provocó una pelea entre Diego y Daniel que aún perdura. De hecho, ni se hablan. “Cortaron todo tipo de relación”, asegura un pesquisa. Ello pese a que están detenidos en el mismo penal: el Complejo Penitenciario Federal IV, luego de que “El Rengo” regresara de la Unidad 6, la cárcel federal de máxima seguridad de Rawson, capital del Chubut.

Daniel "Rengo" Aguilera cumple condena en el penal federal de Cacheuta
Daniel "Rengo" Aguilera cumple condena en el penal federal de Cacheuta

Para las autoridades, Walter Exequiel murió a causa de una sobredosis ya que era adicto a la cocaína. Estaba detenido en el complejo federal desde junio de 2020 tras un operativo con 37 allanamientos en el barrio La Gloria, donde aún vivía, que terminó con el secuestro de 12 kilos de cocaína, 23 armas de fuego y más de mil municiones. Su hermano Diego logró huir por los techos.

El menor de los hermanos varones fue acusado de ser uno de los líderes del clan delictivo en la causa por obtención, distribución y comercio de drogas, tanto al menudeo como en grandes cantidades, que eran distribuidas en el Gran Mendoza, Valle de Uco y Sur de la provincia, pero falleció antes de ser condenado. En ese momento se indicó que los Aguilera manejaban alrededor de 50 puntos de venta de sustancias, con colaboración de barras del Expreso.

La noche del 12 de julio de 2022, Walter fue trasladado al hospital Central, donde ingresó como código rojo, y minutos después murió en el shock room por un paro cardiorespiratorio por sobredosis, según informaron fuentes judiciales en su momento.

Walter ya contaba con ingresos a la cárcel. En 2011 había sido detenido por el crimen de un joven de 21 años en el barrio La Gloria. Por ese hecho estuvo preso en Boulogne Sur Mer, pero tres años después fue sobreseído.

La libertad le duró hasta 2017, cuando tras haber estado a los tiros y amenazando gente, fue perseguido por policías y alcanzado en su camioneta en el Acceso Sur. Al poco tiempo quedó libre pero volvió a caer preso en 2020.

La representante en la popular

“Estando preso Diego, su hermana Carla es su representante en la barra; es la cara visible de los Aguilera. Alguien tiene que organizar a la gente y conseguir las entradas para cada partido”, apunta un sabueso de la Fuerza policial.

La orden de captura con su nombre se libró el pasado 24 de abril, luego de que los trabajos de inteligencia de la Dirección General de Investigaciones determinara que ella lideraba a un grupo de unos 40 revoltosos que protagonizaron los incidentes desde el interior del estadio para permitir la entrada gratuita de un centenar de fanáticos que aguardaban en las inmediaciones.

Carla se muestra en sus redes sociales con camisetas del Tomba, con “el trapo” que lleva el rostro y nombre de su hermano fallecido, y con tres niños pequeños. “Hasta ahora venía con un perfil bajo, pero el 8 de abril en el Malvinas se la vio regenteando gente y protegida por algunos hinchas. Ella lideraba el grupo que ingresó primero al estadio. Eran unas 40 personas que llevaban piedras en los bolsos y a los 10 minutos de que empezó el partido presionaron para que se liberara el ingreso y otros 150 hinchas pudieran pasar sin entradas”, cuenta un investigador.

“Carla ingresó liderando la turba”, agrega convencido y basado en los registros fílmicos que quedaron. “En las cámaras se la ve hablando por teléfono, seguramente con Diego, que debe haber estado en el penal dando instrucciones”, añade.

Actualmente hay una investigación en curso para dar con ella. Una vez que sea detenida, enfrentará procesos judiciales y será incluida en el programa Tribuna Segura para prevenir futuros incidentes en encuentros deportivos, según informó el Ministerio de Seguridad y Justicia.

Cárcel, quiebra y escaso poder

“Los Aguilera siempre manejaron el negocio de la droga en el barrio La Gloria y se valieron de algunos barras para venderla. Pero el grueso de la barra no tiene prontuario, son hinchas. Aunque hay segundas líneas que están dispuestas a hacer lío si se lo piden”, asegura una fuente estudiosa de los movimientos de las hinchadas mendocinas.

Pero con ese negocio desactivado en el barrio que los vio crecer y con Daniel, Diego y su hijo Enzo presos, el clan Aguilera Maldonado ha quedado desarticulado, sumando a ello la muerte de Walter, otro integrante de la cúpula delictiva. “Si no tienen un círculo de confianza, no pueden mantener el negocio de la droga. Tampoco tienen una persona fuerte que los representante en la barra del Tomba, así que perdieron también por ese lado”, explica el investigador.

Si a ello se suma la nula relación entre Diego y Daniel, y un capital inexistente luego de que los bienes y el dinero que habían conseguido ilegalmente fueran secuestrados, ya casi no queda nada del dominio que los Aguilera supieron construir en Godoy Cruz. Por eso, la caída de Carla terminaría por dinamitar el muy escaso poder que aún detentan en la hinchada.

Atentos al ADN

Una de las penas más altas que recibió el clan Aguilera en septiembre de 2022 fue para Enzo Aguilera Giménez, hijo de Diego y “el número 2″ de la organización delictiva. El joven recibió una condena de siete años de cárcel, que cumple en el Complejo Penitenciario Federal IV al igual que su padre y su tío.

Su primo Franco, hijo de “El Rengo”, está vinculado al club y al deporte que toda la familia ama, pero como jugador. Según los pesquisas, nada tiene que ver con el mundillo narco.

Pero esos mismos sabuesos siguen atentamente las pisadas de un Aguilera que acompaña fielmente el Tomba con la barra en cada partido. Se trata de un hijo adolescente de “Asesino” Aguilera Maldonado. Temen que los genes lleven a este menor de edad a hacer de las suyas para reconstruir “el imperio” caído.

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