El Congreso debate si los pacientes con Covid-19 pueden recibir acompañamiento

Abarca a los enfermos por la pandemia y a los que se encuentran en estado terminal por otras patologías. Esperan que sea tratada con celeridad, por el contexto actual.

Desde Salud Mental de la provincia proponen un acompañamiento tanto para pacientes como para los profesionales. / Ignacio Blanco
Desde Salud Mental de la provincia proponen un acompañamiento tanto para pacientes como para los profesionales. / Ignacio Blanco

El congreso de la Nación recibió por estos días un proyecto elevado por la diputada mendocina Claudia Najul, que propone proteger los derechos de los pacientes internados con Covid-19 que deseen o necesiten compañía. El objetivo es implementar un protocolo con las medidas de seguridad tanto para el familiar como para el personal de salud que interviene, de modo que las personas con enfermedades en fase terminal puedan recibir compañía, sin comprometer la salud de quienes los visitan.

En Argentina, los pacientes tienen una serie de derechos establecidos en la Ley 26.529, que contempla, por ejemplo, recibir un trato digno y respetuoso, y aceptar o rechazar un tratamiento médico. A diferencia de la misma ley promulgada en Chile, la nuestra no contempla el derecho a ser visitado o tener compañía durante la internación. Esta posibilidad queda a criterio y buena voluntad de los directivos médicos de cada institución.

El caso de Solange, la joven cordobesa que murió de cáncer pidiendo que dejaran ingresar a su padre -que estaba en Buenos Aires- a la provincia para poder despedirse, dejó crudamente expuesto un sistema que no estaba regulado y que está muy lejos de ser lo esperado en una situación de pandemia.

“Ahora el proyecto va a la comisión de Salud y esperamos poder empezar a tratarla. La muerte de Solange ha puesto de manifiesto lo que estamos planteando, ese derecho al último adiós y estar acompañado, buscar un equilibrio entre la seguridad y el bienestar emocional para humanizar la atención”, explica la diputada.

Esta propuesta está en concordancia con tratados internacionales de Derechos Humanos, en los que se entiende a la salud de forma integral. “Está comprobado científicamente que el aislamiento total acentúa significativamente el riesgo de muerte, ya que pueden aparecer cuadros de ansiedad y depresión en algunos pacientes”, detalló la legisladora nacional.

La directora de Salud Mental de la provincia, Elizabet Liberal, viene trabajando en este sentido con un grupo interdisciplinario integrado por profesionales de la UNCuyo, especialistas en bioética, médicos terapistas y el Ministerio de Salud, “para acordar un protocolo que aborde todas las miradas, pero que también sea más operativo”. Explicó que, aunque está en concordancia con el proyecto de Najul en la Nación, en Mendoza trabajaron con el objetivo de lograr mayor celeridad en el resultado: “queremos sacarlo como una resolución ministerial porque creemos que, por las circunstancias, tenemos que hacerlo con mayor rapidez”.

El proyecto local busca no solo permitir el “último adiós” sino también resguardar la salud mental de los profesionales y trabajadores que atienden a los pacientes. “Los médicos terapistas y los enfermeros, que están en la trinchera, tampoco tienen que estar solos en ese momento porque tienen que enfrentar toda la situación”, explica Liberal y puntualiza, “es para poder protegerlos de tantas situaciones emocionales tan fuertes”.

En cuanto al proyecto lanzado por la diputada nacional, busca tener una mirada integral para todo el país “pero que luego cada institución pueda adaptarla a sus posibilidades, ya que estos protocolos deben hacerse bajo estrictas normas de seguridad, por lo que el efector debe proveer el equipo de protección personal para que la visita se realice con todos los cuidados necesarios”, plantea Najul. Se deberá tener en cuenta una preparación previa del acompañante acerca de lo que va a encontrar dentro de la terapia intensiva “para que estas visitas no causen daños psicológicos o emocionales negativos en la misma”.

En cuanto a los pacientes, señaló que muchas veces se ven atendidos por profesionales que, al resguardar su salud, tapan su cara por completo, generando mayor sensación de aislamiento y soledad en quien se encuentra internado: “el paciente es examinado por un médico sin rostro, con la distancia que impone la situación, que no puede tocarlo, darle la mano, ni alentarlo. Que haya un familiar o una persona de confianza, es importante”.

Visitas

El sanatorio Mater Dei de la provincia de Buenos Aires, viene aplicando un protocolo de acompañamiento en el final de la vida. “Una medicina sin humanismo no merece ser ejercida. Permitir la despedida es un mínimo de humanidad que no podemos dejar de brindar. Es una cuestión de empatía”, manifiesta Cristian García Roig, jefe de terapia intensiva de pediatría del sanatorio. El protocolo habilita las visitas en terapia intensiva a quienes tienen un mal pronóstico, pero también permite que un familiar acompañe a aquellos pacientes que, aunque no estén en cuidados intensivos, requieren asistencia por algún motivo. Explica que no hay ningún instituto de infectología de prestigio internacional que prohíba la despedida a los pacientes.

El triste caso de Solange y el pedido de Victoria para ver a su padre

La justicia federal de Córdoba finalmente permitió que el padre y una tía de Solange Musse, la mujer de 36 años que murió este viernes como consecuencia de un cáncer, en la capital mediterránea, se trasladen desde Neuquén para participar de la ceremonia de sepelio. Solange murió este viernes en la ciudad de Córdoba como consecuencia de un cáncer, y a sabiendas de que su estado era terminal había pedido ver a su padre, con residencia en la localidad neuquina de Plottier, quien no pudo ver a su hija porque le impidieron el ingreso a la provincia en un control policial y sanitario.

“Mi papá lo es todo. Estoy muy triste, ansiaba ver a mi papá. Quiero que entiendan que mientras viva tengo mis derechos y quiero que sean respetados”, había manifestado Solange en una carta que se había viralizado en las redes sociales. El 15 de agosto Pablo Musse había partido en su automóvil hacia Córdoba, desde Neuquén, para ver a su hija y al llegar el domingo pasado a la localidad cordobesa de Huinca Renancó, en el límite con La Pampa, no lo dejaron ingresar porque no contaba con el hisopado negativo en coronavirus, por lo que lo obligaron a regresar a Neuquén escoltado por varios patrulleros policiales.

El medio Vía San Luis también informó una situación similar, relacionado a familiares que no pueden despedir a sus seres queridos. Es el caso de Victoria Garay que pretende viajar desde Tierra del Fuego a San Luis donde su padre agoniza de cáncer pero las autoridades de la provincia vecina no la dejan ingresar por medidas de seguridad sanitaria. El caso fue expuesto a través de las redes sociales y ya hay puntanos que le están ofreciendo su ayuda. Victoria contó en Twitter, que desde el 15 de agosto, el gobierno puntano le rechazó 8 pedidos para ingresar. Ofreció hacerse un test de coronavirus. Garay lo único que intenta y pide con urgencia es estar junto a Martín, el papá, y acompañarlo en este difícil momento.

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