Las 7 claves del proyecto de etiquetado frontal de alimentos

La propuesta impulsada por la senadora Anabel Fernández Sagasti busca que el consumidor tenga a la vista y de forma más clara los valores de un producto y la cantidad de los elementos más críticos.

Senadora por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti.
Senadora por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti.

Según datos de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud publicada en 2019, en el país solo 3 de cada 10 ciudadanos a partir de los 13 años leen la tabla de información nutricional de los envases de los productos que compran.

Esa información revela así que muchos desconocen el contenido de los alimentos que consumen y, sobre todo, los niveles críticos de sodio, grasas, azúcares o calorías.

Para combatir el problema se presentó el proyecto de etiquetado frontal de alimentos, que busca que quede a la vista del consumidor toda la información relevante de forma clara.

Esta propuesta de alimentación saludable y etiquetado de la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti - que trabaja en conjunto con Julio Cobos, Silvia Giacoppo, Matías Rodríguez, Juan Carlos Marino, Daniel Lovera, Silvia Sapag, y Gladys González- fue destacada por el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García en el plenario de las comisiones de Salud y de la de Industria y Comercio del Senado de la Nación.

La Ley de etiquetado frontal y alimentación saludable busca brindar información clara a los consumidores.
La Ley de etiquetado frontal y alimentación saludable busca brindar información clara a los consumidores.

Allí el ministro aseguró que el sobrepeso y la obesidad son “una especie de pandemia más silenciosa, menos estridente pero mucho más mortal y dura desde el punto de vista de los sistemas de salud”. Por esa razón el funcionario aseguró que el proyecto resulta esencial en el contexto actual.

“En la medida que logremos armonizar los distintos aspectos, aspiramos a tener resultados como con el tabaco. Gracias a las distintas políticas, pasamos de tener un 30% al 20% de fumadores, esto es lo que pretendemos a largo plazo respecto del sobrepeso y la obesidad”, manifestó.

La propuesta también recibió apoyo de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires: “Este sistema es una política pública de comprobada eficacia -aplicada en distintos países de la región- ya que se les garantiza a las y los consumidores el derecho a la información que necesita para tomar decisiones más críticas y brinda protección ante posibles engaños, desestimulando la compra de productos no saludables”, señalaron desde el Observatorio de Derechos de Niñas Niños y Adolescentes, que dependiente del organismo provincial.

El proyecto avanza en el Congreso y se unificaron 13 propuestas de legisladores oficialistas y opositores para impulsar su aprobación.

El organismo además de destacar que es necesaria una pronta implementación, resumió en siete puntos los beneficios del etiquetado frontal:

  1. Los alimentos van a tener un etiquetado frontal que no podrá ocupar menos del 5% de la superficie, con formato octogonal negro y letras blancas.
  2. Cada sello de advertencia va a informar si tienen algún nivel crítico de sodio, grasas trans, azúcar o calorías.
  3. En caso de tener edulcorantes, la etiqueta lo deberá informar.
  4. Se prohíbe que la publicidad de los alimentos refiera a propiedades medicinales.
  5. Se prohíbe la publicidad dirigida a niños o niñas de productos con algún nivel crítico.
  6. Si algún producto llevara un sello de advertencia, no podrá incluir dibujos animados ni elementos que llamen la atención de niños o niñas.
  7. La industria tendrá 6 meses para adaptarse a la nueva norma desde el momento en que se sancione la ley. Las pymes tendrán 18 meses de plazo, con la posibilidad de que se establezca una prórroga.

Organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), UNICEF y Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) promueven el etiquetado frontal como beneficio para los consumidores.

En nuestro país, según cifras oficiales, 13,6% de los niños y niñas menores de 5 años tiene sobrepeso, obesidad o exceso de peso. En tanto esas cifras se elevan al 41,1% de la población de 5 a 17 años. “Promover el etiquetado frontal de alimentos representa el cumplimiento de estándares de derechos humanos y obligaciones internacionales asumidas por nuestro país”, aseguran desde la Defensoría del Pueblo bonaerense.

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