Quiénes darán pelea contra la inseguridad en el nuevo gobierno

Marcelo Calipo seguirá como jefe policial, aunque se apuesta a un “tándem” con el subjefe Favaro. No habrá grandes novedades en las segundas líneas del ministerio. El liderazgo de Cornejo y la búsqueda de soluciones judiciales para los delitos callejeros.

El director de la Policía, Marcelo Calipo; junto a la ministra Mercedes Rus y el subsecretario de Justicia, Marcelo D'Agostino.
El director de la Policía, Marcelo Calipo; junto a la ministra Mercedes Rus y el subsecretario de Justicia, Marcelo D'Agostino.

El gobernador Alfredo Cornejo y la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, todavía no oficializan al resto de los funcionarios del área. Sin embargo, aunque nadie lo haya dicho, parece un hecho que uno de los más importantes tiene la continuidad asegurada.

Se trata del director general de Policías de la gestión anterior, Marcelo Calipo, quien a 10 días de la asunción de Cornejo se sigue desempeñando en el puesto normalmente. “Si en la Policía estamos en veremos, se corta la cadena de mandos”, reconocieron fuentes oficiales.

Bajo este razonamiento, el trascendido más obvio es que Calipo seguirá como jefe policial, por lo menos un tiempo más. “Si hay un cambio será más adelante”, pronostican los conocedores del tema. La ministra Rus, no obstante, no confirma ni desmiente la decisión. “No vamos a dar nombres hasta tanto tengan el gabinete completo”, confirmó este martes por medio de un vocero.

No es menor la designación, porque este comisario con pasado en divisiones distritales y departamentales del sur provincial es el funcionario “con uniforme” más importante del staff que comanda Rus. Todos los demás son políticos, o “civiles”.

Cornejo, en su primera gestión, decidió devolverle a un policía la conducción de la fuerza. Y puso en valor el gesto. Tanto que anunció a la vez quién sería el ministro civil del área y a qué comisario le encargaría la conducción de la tropa.

No pareció necesario repetir ese énfasis en su segundo periodo como gobernador. Puertas adentro del ministerio indicaron que los cambios en la Policía ya se habían hecho en 2015. El elegido aquella vez fue Roberto Munives, quien también ejecutó una brusca purga de jefaturas policiales que habían ejercido en la era justicialista. “Había más caciques que indios”, dicen los que defienden aquella decisión. Quedaron solamente ocho comisarios generales, contando al jefe y al subjefe, lo cual también torna restrictiva la lista si Cornejo quisiera una renovación de autoridades.

CONFIRMADO SIN ANUNCIO

En este contexto, Calipo, quedó tácitamente confirmado como el jefe máximo de la tropa policial. El fin de semana pasado, el Gobierno difundió fotos suyas en dos actividades oficiales del nuevo gobierno, demostrando que seguía al frente. Ahora la hipótesis más firme es que el comisario se mantendrá en el puesto,

“Hacen un buen tándem con el subjefe”, dicen en el Ministerio de Seguridad. El subjefe es Roberto Favaro y este balance sugiere una suerte de conducción compartida, en la que habría complementariedad.

Calipo y Favaro tienen perfiles diferentes y en el Ministerio de Seguridad afirman que trabajan bien juntos. El número dos viene de los cuerpos especiales y aporta más que nada a nivel operativo, dicen. Desde la Casa de Gobierno no ha llegado a Godoy Cruz ninguna señal de que los vayan a cambiar.

Sin embargo, el nuevo gobernador no parecía estar demasiado conforme con el manejo de la Policía poco después de ganar las elecciones. Le dijo a Los Andes entonces que evaluaba cambios en la cúpula.

No dio nombres, pero sí fue lapidario en un concepto: “Tenemos muchos (policías) que se van acobachando en las oficinas y eso creo que es un problema de liderazgo. Hay que ajustar allí. Necesitamos que los jefes saquen la tropa a la calle y que se pongan ellos también en esa tarea”.

Sorpresivamente hay quienes interpretan ahora que Cornejo no hablaba entonces de los jefes policiales, sino del rol del propio gobernador en la seguridad, que para él es una obsesión. “Según la Constitución el jefe de las milicias es el gobernador de la provincia”, razonan cerca suyo.

LOS “CIVILES”

Desde que asumió, Cornejo solamente anunció a Rus como ministra y confirmó quién será el subsecretario de Justicia, tras la decisión de que esa área vuelva a funcionar en la cartera de calle Salta de Godoy Cruz: seguirá Marcelo D’Agostino.

Nadie espera grandes sorpresas tampoco en el resto de las líneas intermedias, donde todos son civiles. Una baja obligada es la del subsecretario de Relaciones Institucionales, Néstor Majul, quien se incorporó al gabinete de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. Se estima que promoverán en su lugar a algún otro funcionario que ya forma parte del equipo.

El cornejista Majul, quien tenía misiones múltiples en el ministerio, algunas ajenas a la seguridad en sí misma, trabajaba en una área de contención, no de operatividad, así que consideran que el cambio no es traumático.

En tanto, el jefe de gabinete, Hugo Sánchez, permanecerá en el cargo. Es otro cornejista que trabaja en el ministerio desde el primer gobierno de su líder. Tampoco sería remplazado el director del Sistema Penitenciario, Eduardo Orellana, quien ocupa ese puesto desde hace una década.

Las personas elegidas, con Rus a la cabeza, deberán ejecutar un cambio de enfoque en la política de seguridad, por el cambio en las modalidades delictivas: ya no preocupan tanto los delitos violentos como los robos callejeros.

En este contexto, la prisión preventiva no es la solución principal. “Ahora hay que articular con la Justicia una persecución penal distinta, porque se trata de delitos excarcelables”, afirman.

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