El Evangelio de hoy, 28 de abril: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador”

En la liturgia católica diaria se promueve la reflexión y el estudio bíblico. Hoy, domingo 28 de abril de 2024, compartimos los textos del día según el sitio web oficial del Vaticano.

Detalle del vitral de
Detalle del vitral de

Jesús insiste en el verbo “permanecer”. Lo repite siete veces en el pasaje del Evangelio de hoy. Antes de dejar este mundo e ir al Padre, Jesús quiere asegurar a sus discípulos que pueden seguir unidos a él. Dice: «Permanezcan en mí y yo en ustedes»”, reflexiona el Papa Francisco.

“Es una necesidad recíproca, es una permanencia recíproca para dar fruto. Nosotros permanecemos en Jesús y Jesús permanece en nosotros. (…) Después de que Jesús subió al Padre, es tarea de los discípulos, es tarea nuestra, seguir anunciando el Evangelio con la palabra y con obras”, agregó el pontifice en REGINA CAELI Plaza de San Pedro. Domingo, 2 de mayo de 2021.

En la misa, la liturgia de la Palabra destaca como un momento central que permite adentrarse en las enseñanzas divinas. Compartimos los textos del domingo 28 de abril del sitio web del Vaticano.

Primera lectura

Lectura de los Hechos de los Apóstoles

Hch 9, 26-31

Cuando Pablo regresó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no creían que se hubiera convertido en discípulo.

Entonces, Bernabé lo presentó a los apóstoles y les refirió cómo Saulo había visto al Señor en el camino, cómo el Señor le había hablado y cómo él había predicado, en Damasco, con valentía, en el nombre de Jesús. Desde entonces, vivió con ellos en Jerusalén, iba y venía, predicando abiertamente en el nombre del Señor, hablaba y discutía con los judíos de habla griega y éstos intentaban matarlo. Al enterarse de esto, los hermanos condujeron a Pablo a Cesarea y lo despacharon a Tarso.

En aquellos días, las comunidades cristianas gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria, con lo cual se iban consolidando, progresaban en la fidelidad a Dios y se multiplicaban, animadas por el Espíritu Santo.

Espíritu Santo, detalle del vitral del Camarín de la Virgen de María Auxiliadora de Rodeo del Medio en Maipú, realizado por el artista español Antonio Estruch. | Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Espíritu Santo, detalle del vitral del Camarín de la Virgen de María Auxiliadora de Rodeo del Medio en Maipú, realizado por el artista español Antonio Estruch. | Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

Segunda lectura

Lectura del santo Evangelio según San Juan

Jn 3, 18-24

Hijos míos: No amemos solamente de palabra, amemos de verdad y con las obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y delante de Dios tranquilizaremos nuestra conciencia de cualquier cosa que ella nos reprochare, porque Dios es más grande que nuestra conciencia y todo lo conoce. Si nuestra conciencia no nos remuerde, entonces, hermanos míos, nuestra confianza en Dios es total.

Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le agrada, ciertamente obtendremos de él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio.

Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu que él nos ha dado, que él permanece en nosotros.

Detalle del vitral del Camarín de la Virgen de María Auxiliadora de Rodeo del Medio en Maipú, realizado por el artista español Antonio Estruch. | Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes
Detalle del vitral del Camarín de la Virgen de María Auxiliadora de Rodeo del Medio en Maipú, realizado por el artista español Antonio Estruch. | Foto: Orlando Pelichotti / Los Andes

EVANGELIO DEL DÍA

Lectura del santo Evangelio según San Juan

Jn 15, 1-8

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. Al sarmiento que no da fruto en mí, él lo arranca, y al que da fruto lo poda para que dé más fruto.

Ustedes ya están purificados por las palabras que les he dicho. Permanezcan en mí y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante, porque sin mí nada pueden hacer. Al que no permanece en mí se le echa fuera, como al sarmiento, y se seca; luego lo recogen, lo arrojan al fuego y arde.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá. La gloria de mi Padre consiste en que den mucho fruto y se manifiesten así como discípulos míos’'.

Es Palabra de Dios.

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