50 Cent: “Hoy los artistas ya no dependen de nadie”

Desde sus orígenes, el rap y el hip hop han estado íntimamente vinculados con la marginalidad, la discriminación racial y la violencia urbana. Y toda esa trama se concentra en la historia de 50 Cent, una de las mayores figuras del género.

Photo by Matt Sayles for STARZ @msayles www.mattsaylesphoto.com
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Hijo de una familia rota, pandillero juvenil, en el año 2000 fue víctima de un atentado que le dejó nueve marcas de bala en el cuerpo. Sobrevivió a eso para convertirse, bajo el ala de estrellas como Eminem, en un cantante, productor y actor de enorme influencia. En esta entrevista exclusiva con Rumbos, habla del inminente estreno del spin-off de su adictiva serie Power, una fábula sobre las redes de narcotráfico en su Nueva York natal. Y sobre una cosa llamada “crecimiento post traumático”, un término que define a las experiencias dramáticas que nos impulsan a transformar nuestra vida para bien, en vez de hundirnos en la depresión.

La vida de 50 Cent antes de ser lo que es y anotar en su curriculum destrezas como rapero, empresario, actor o productor, atravesó tiempos oscuros. Curtis James Jackson III, así lo anotaron al nacer, se crió en el barrio neoyorquino de Queens. Su adolescencia estuvo trazada por el narcotráfico, mafias y con tan solo ocho años experimentó el asesinato de su madre por conflictos que la involucraban con el negocio del crack. Curtis también estuvo en el negocio de la droga durante su juventud, hasta que decidió dar sus primeros pasos en la música y abandonó la carretera de lo ilegal. En medio de esa transición, mientras componía sus primeros temas de rap, su vida transcurrió por un hecho de violencia extrema. Una tarde tranquila del año 2000 estaba en la puerta de la casa de su abuela junto a un amigo, un hombre detuvo su auto, se bajó y con una 9 milímetros le disparó nueve veces, provocándole heridas en varias partes de su cuerpo: mano, brazo, cadera, ambas piernas, pecho y mejilla izquierda.

Tras sobrevivir a esa balacera, finalmente 50 Cent entendió que su único propósito en esta vida sería la música. El destino hizo que Eminem se interese por su música. “Slim Shady”, apodo por el que se conoce al rapero blanco, le presentó a Dr Dre (pata fundamental de toda esta movida) y ambos le produjeron su disco debut Get Rich or Die Tryin’. Con hits como “In Da Club”, “P.I.M.P.” o 21 “Questions” su nombre estalló por los aires. Ganó premios y se convirtió en uno de los raperos más destacados en cuanto a éxito comercial. Pero la música no fue todo, su fama también continuó en ascenso por su vocación actoral. Trabajó en las películas Regreso al infierno (2006), junto a Samuel L. Jackson y Jessica Biel; Fuego con fuego (2012) y Plan de escape (2013), junto a Arnold Schwarzenegger, Sylvester Stallone, entre otras. Pero tampoco se detuvo ahí: también incursionó en la producción ejecutiva y hasta se involucró con el rol de director. Su hit máximo fue la serie Power que se emitió por la plataforma de streaming Starzplay. 63 episodios y un total de seis años en pantalla (2014 – 2020) fue el saldo que dejó este éxito. Ahí estuvo detrás de la producción, fue parte del elenco con su personaje Kanan y dirigió el tercer capítulo de la sexta temporada.

“Estamos convencidos de que Power es como el universo de Marvel, es un túnel sin fin”, dijo en una entrevista a principios del año pasado en pleno furor de Power. Si bien el 9 de febrero la serie transmitió su capítulo final, el universo Power no se acaba. De la mano de End of Episode y G-Unit Film and Television llega Power Book II: Ghost. Un spin-off de esa exitosa serie, que según se adelanta, comienza después de los devastadores eventos de “Power” y sigue a Tariq St. Patrick (Michael Rainey, Jr.) mientras navega por su nueva vida y su deseo para deshacerse del legado de su padre se entrelaza con la creciente presión para salvar a su familia, incluida su madre Tasha (Naturi Naughton), quien presenta cargos por el asesinato que cometió su hijo. Antes de su estreno ante la audiencia global el 6 de septiembre, del otro lado del zoom nos recibe un lookeado 50 Cent para hablar de todo.

Una de las escenas de la nueva serie "Power Book II: Ghost", con 50 Cent (Matt Sayles/ Starzplay).
Una de las escenas de la nueva serie "Power Book II: Ghost", con 50 Cent (Matt Sayles/ Starzplay).

¿Por qué pensás que Power se volvió tan adictiva? ¿Por qué crees que la gente se identifica tanto con los personajes?

Mirá, la gente se siente atraída por las fallas de los personajes. Muchos de los tipos, los personajes que creamos para la serie, tocan una fibra de la gente y (los personajes) se vuelven un vehículo para la promoción. A la gente les empieza a gustar tanto que dicen “tenés que ver esto” y eso atrae a gente nueva y eso expande la audiencia .

Pienso que tocó una fibra de la audiencia y eso hizo que la gente le dijera a otra gente que se fijara y simplemente empezó a crecer de forma orgánica al mismo tiempo. Pero no teníamos siempre el mismo marketing, como una campaña consistente de promoción. La diferencia entre Power y las otras series es que tienen la misma agencia de marketing asociada a ellas y tienen un plan que tratan de seguir. Pero nosotros, terminamos cambiando nuestro equipo de marketing y la empresa de publicidad cada temporada. Lo consistente de eso fui yo promoviendo constantemente el show al mismo tiempo y eso conectó con la audiencia e hizo que mucha gente se involucrara.

En Power tuviste la oportunidad de actuar y de dirigir, ¿en qué rol te sentís más cómodo y por qué?

Me gusta la parte del productor, los aspectos asociados a la producción. Pero pude explorar un poco la actuación con el personaje de Kanan. Creo que tuve la oportunidad de formarme un poco y también tuve la chance de dirigir. Dirigí el episodio 63. Y gané un premio por la dirección de ese episodio. Y me siento bien por eso. Seguramente, vuelva dirigir más adelante, en nuevos proyectos.

Después de 63 episodios y 6 años en pantalla ¿Crees que este nuevo lanzamiento viene a confirmar eso que dijiste de que “Power nunca termina, recién estamos empezando”?

Sí, estoy contento con la serie. Cuando digo que Power nunca termina es por la historia, el estilo de vida no cambió. Siempre es actual. Cuando arrestan a una pandilla, una nueva se forma ahí mismo y es el ciclo de lo que pasa en la ciudad. Usamos Nueva York como un señuelo. No podés encontrar nada más diverso que NY, todo es más fuerte aquí. Aún en esta pandemia, donde el impacto fue tremendo, porque hay tanta gente una arriba de la otra. Los edificios son departamento sobre departamento. A nosotros nos pegó peor al principio y después hicimos unos ajustes y ahora nos está yendo mejor que a un montón de lugares. No hay otro lugar como Nueva York.

Cambiando un poco de tema y yendo al terreno musical. ¿Qué estás haciendo?

Acabo de lanzar el disco póstumo de Pop Smoke (una joven promesa del hip hop, fue asesinado en un robo a su casa, a comienzos de este año). Yo terminé la grabación por él y lo saqué. Y le fue bien. De hecho, actualmente la canción “The Woo”, en la que participamos Roddy Rich y yo, está rankeando muy fuerte, va camino al primer puesto de los rankings. Y después también hice la canción principal de nuestra serie Power, “Raising Kanan”, que siente como un 50 Cent viejo. Parece como una versión mía más vieja… como que suena a 1985. Como un disco exitoso de 1985, eso era a lo que apuntaba, sí. Creo que la gente lo recibió como “ok, ok… lo entiendo, suena viejo pero es cool”. Lo trabajamos en verano y nos salió como una música de picnic y barbacoa.

¿Estás planeando grabar algo nuevo?

Sí, estoy grabando música nueva. Voy a estar trabajando con los pibes, voy a estar trabajando con un montón de nuevos artistas como Roddy Richh, por ejemplo y van a salir cosas copadas.

En los últimos años el rap y el hip hop se convirtieron en un fenómeno global. ¿Qué pensás de los nuevos artistas?

Me encanta, y lo aprecio mucho. Cuando ves a artistas enojados por los cambios en la música es porque no están teniendo mucho éxito ahora. Nosotros hicimos lo mismo porque nosotros fuimos eso. Vos pensás en 50 cent, en Emimen, en Dr. Dre y es como pensar en el bronce. Pero cuando llegan los pibes nuevos no los estorbamos, los alentamos. Cuando está pasando orgánicamente la música es como la magia. Cuando alguien la compone y después, en todas partes del mundo todos deciden que le gusta…El resto necesita enormes campañas de marketing, es un proceso. Cuando no hay campaña de marketing para moverlo, la música arranca sola. Y entonces las compañías discográficas corren detrás de los nuevos artistas que están encontrando su audiencia en el boca a boca de las redes. Porque tienen cuentas I-tunes , en Spotify y en You tube. La transmiten ellos mismos. Empiezan a pegar hits, empiezan a crecer incluso antes de llegar a una discográfica. Y eso es genial.

¿Cuáles son actualmente tus artistas nuevos favoritos del hip hop y el rap?

No tengo artistas favoritos, tengo momentos favoritos de artistas, un par de canciones, habrá una canción o un disco, lo escucho y digo “¡esa!” y pienso que nadie podría haber hecho esa canción mejor que ellos. Y después de eso ya quedo entusiasmado con esos artistas. Ya tengo respeto por esos artistas porque pienso que hicieron algo que nadie podría haber hecho mejor que ellos. Tal vez no todo el disco, pero cada tanto una canción realmente me llama la atención y me hace orientar el radar hacia quien la creó.

Durante tu infancia tuviste que enfrentar momentos difíciles, pero la balacera debe haber sido el peor de todos esos momentos. ¿Pensás que ese fue un punto de quiebre en tu vida?

Sí, fue uno de mis puntos de quiebre. Me diagnosticaron PTG, crecimiento post-traumátco. Lo podés buscar, es un término clínico. Es cuando crecés a partir de situaciones traumatizantes, cuando hay un crecimiento positivo desde algo negativo. Algunas personas en momentos difíciles o momentos duros en sus vidas se deprimen o quedan atoradas en un lugar del que no pueden avanzar. Eso no me pasó. Es algo habitual también entre la gente que ha sobrevivido a un cáncer. Desde entonces los sentimientos del estilo de la depresión no me llegan cuando estoy bajoneado, sino en la mitad de algún progreso. Y entonces freno y pienso: “Pará, ¿por qué me siento así? Si me está yendo bien…” Todos respondemos diferente, todos tenemos los mismos sentimientos o vamos a tenerlos durante la vida, pero no creo que los tengamos en las mismas situaciones, no nos sentimos igual ante las mismas situaciones. Entonces cuando aparece la confusión, porque estoy en un mal momento, no me pasa que me deprimo, solo vuelvo a trabajar y sigo adelante.

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