Día del Yoga: cómo se hace la postura de la montaña y qué beneficios trae

Este 21 de junio se celebra el Día Internacional del Yoga, una actividad que tiene muchos seguidores. Con la práctica se busca un bienestar holístico, evitando el estrés físico y mental.

Yoga para fortalecer tus rodillas

No todo es elongar y estirar el cuerpo. Se persigue como fin último el estado de meditación a través del canto de mantras y de la respiración controlada (pranayama).

La palabra “yoga” proviene del sánscrito y significa unidad: simboliza la unión del cuerpo y la mente.

Por qué se celebra cada 21 de junio el Día Internacional del Yoga

En reconocimiento de la popularidad universal del yoga, el 11 de diciembre de 2014, las Naciones Unidas proclamaron el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga, con la resolución 69/131.

Se intenta así incentivar a que las personas y las poblaciones de toda edad adopten decisiones más saludables y modos de vida que propicien la buena salud.

Qué es la postura “tadasana” o de la montaña

Se trata de un ejercicio que suele realizarse al inicio del “saludo al sol”, preparando nuestro cuerpo, nuestra respiración y concentración para la realización de las 12 asanas que forman la secuencia surya namaskar.

Es una postura que nos conecta con la tierra a la vez que estira la columna vertebral, activa los chakras y nos proyecta, desde la coronilla, con lo superior.

Los beneficios de la postura de la montaña

• Tonifica los músculos del cuerpo y estira los rectos abdominales.
• Mejora la flexibilidad de la columna vertebral.
• Corrige la mala postura de la espalda.
• Alivia tensión y dolor en la espalda.
• Favorece el equilibrio.
• Favorece la concentración.
• Estira y relaja los músculos.
• Fortalece los muslos, las rodillas y los tobillos.
• Alivia la ciática.

Cómo hacer la postura de la montaña en el yoga

Recordá que la inhalación y exhalación deben ser siempre por nariz, lo más completa y consciente posible.

• Ponete de pie, con los pies juntos y en línea recta con las caderas. Es decir, ni muy juntos (lo que podría hacernos perder el equilibrio), ni muy separados (abriendo por demás caderas). Talones ligeramente separados.
• Para encontrar la postura justa, podés balancear el peso del cuerpo sobre tus pies de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás. Una vez que encontrás el punto de equilibrio, detenés el movimiento.
• Rodillas semiflexionadas. Hacé un leve movimiento para no generar tensión.
• La espalda debe permanecer siempre recta, el cuello alargado y el coxis en dirección hacia el suelo.

• La pelvis retrotraída hacia adelante, conteniendo glúteos.
• Hombros relajados, con los brazos a ambos lados del cuerpo y palmas de la mano dirigidas hacia adelante.
• Mantené el abdomen contenido, para reforzar la espalda y mantenerla erguida.
• La mirada elevada hacia el frente y el cuello se une con a la extensión de la columna.
• Mentón cerca del pecho.
• Sostené la postura por 30 segundos o un minuto. Hacé una respiración completa, suave y consciente.