Dra. María Caccavo: “Los jóvenes necesitan que les digan estás bien”

La psiquiatra infanto-juvenil asegura que ha aumentado la agresividad y depresión entre los chicos. Destaca la participación de cursos online para prevenir enfermedades mentales.

Doctora María Caccavo, psiquiatra infanto juvenil.
Doctora María Caccavo, psiquiatra infanto juvenil.

Frente a un hecho sin precedentes, son muchas las consecuencias que ya se evidencian, y las que se espera que salgan a la superficie, y a las que se sugiere adelantarse. La salud mental es una gran protagonista de este escenario, actual y futuro. Y los adolescentes necesitan una atención especial.

Diario Los Andes habló con la Dra. María Estela Caccavo de Estefan, psiquiatra Infanto-juvenil. Es la directora médica de la Fundación CETAI y la directora ejecutiva del Programa “Ser Vos”, enfocado en la prevención de trastornos alimentarios y emocionales en infancia y adolescencia.

¿Cómo están abordando desde el Programa el tema de la cuarentena y los adolescentes?

Estamos haciendo cursos online para adolescentes y sus familias para hablar de temas que pueden ayudar a disminuir las causas de enfermedades mentales. El Día Mundial de la Salud Mental se habló del aumento de enfermedades en adolescentes. Ha aumentado la tristeza, la angustia, la bronca, la agresividad, la depresión. Obviamente, también los intentos de suicidios, lastimarse hasta llegar al suicidio en algunos casos. El volverse obsesivos, chicos que se lavan las manos todo el tiempo, que están desesperados porque se van a contagiar. Hace unos meses en Mendoza, ocurrieron tres suicidios, muy seguidos entre sí, y a raíz de esto se arma una revolución, porque la cuarentena ayudó a que esto se diera, pero ya venían vulnerables. Entonces, ¿cómo podemos hacer para que muchas de las causas de las que están sufriendo no les lleguen, o lleguen de una manera diferente, y que puedan ser protagonistas del cambio mental? Es un abrir los ojos a nuestra sociedad, a los padres, a los docentes, los periodistas, que cumplen un rol muy importante en todo esto, para calmar el ánimo. Las reinas vendimiales están trabajando en los cursos. Están impulsando mucho, desde cada uno de los municipios, congregando a los jóvenes.

¿Hay respuesta por parte de los jóvenes?

- No te das una idea, es increíble. Los chicos hablan y reflexionan. El tema es muy especial, se llama “NO MÁS FAT TALK”. Refiere a las críticas que se hacen hacia su cuerpo y hacia el cuerpo de otros. Sólo valen si físicamente están aptos, determinado por otros, y por las redes sociales con imágenes modificadas, porque es muy raro que alguien suba su foto sin ponerle “algo” de ese cómo le gustaría/debería ser. En lugar de hablar de la persona, se habla del físico, de la apariencia y es una de las causas que más altera la autoestima.

Hablaste de suicidios durante la cuarentena, ¿cuáles pueden ser las causas?

Nunca hay una única causa, son múltiples. Y en general, no aparecieron “hoy”. Hay una historia previa, algo que se exacerbó durante la adolescencia. Por eso la situación de encierro, más que lo único que se escucha es que la cosa no anda, la cantidad de muertos, y que todo negativo, es un factor desencadenante, si queremos entender por qué aumentó. Pero no cualquiera va a terminar en un suicidio, tiene que haber previamente una influencia bio-psico-social. En algunos casos, hay vulnerabilidad genética. También, si durante la infancia hubo una serie de hechos como abusos, tanto sexuales como también malos tratos, destrato, falta de consideración, desprestigio, por parte de los adultos. A esto, se le agrega el ambiente macro que en este momento está marcado por la cuarentena. Lo importante es que en muchos casos se puede prevenir.

¿Cómo se puede prevenir?

Como hacemos en el curso, educando para poder sacar todas las herramientas personales, que muchas veces no se puede hacer solo. Pretendemos que cada uno de los que participan, sean promotores de la salud mental. Si le pusiera un título a esto, sería “Sé parte, involúcrate. Desparramemos salud mental. Cambiemos la mente”. Tenemos que empezar urgente y desde todo ángulo. Basta de escuchar en la televisión que todo es negativo.

Siempre se habla de que los adolescentes estén preparados para el mundo. Pero, ¿puede el mundo, o mejor, podemos los adultos adaptarnos para que su mundo sea mejor?

Uno se plantea lo mismo y decís “lo han hecho al revés”. Y creo que sí, por ejemplo con esta nota, que puede llegar a algunas personas que están en una situación difícil y que puedan pensar “algo puede ser diferente”. Lo que están haciendo las reinas con campañas creativas por redes sociales. Los jóvenes necesitan que les digan “estás bien”, cosas positivas. Hay en el ser humano una impronta de fijarse más en qué le importa al otro, nos comparamos, escuchamos más al otro. Y eso nos lo han enseñado, entonces se puede revertir.

En general, para los adolescentes es importante para su construcción subjetiva el mundo exterior, compartir con pares. Sin embargo, después de tantos meses, y con algunas flexibilizaciones, hay chicos y chicas que no quieren salir. ¿Es algo de casos particulares, o puede ser generalizado?

Creo que ese va a ser uno de los signos que va a marcar más el “¿cómo se vuelve ahora?”. Las dos cosas que más van a quedar son los temores gravísimos a salir y las obsesiones, es decir “que no me toquen, que no me miren”. En Buenos Aires hay algunos chicos que han tenido fobia para ir a la escuela. Hay que pensar esto como empezar a llevar a un niño de la mano de nuevo, de a poquito, hoy vamos a ir hasta la esquina y mañana una cuadra más. No puede ser de golpe.

¿Los adultos tienen herramientas para sobrellevar la adolescencia o en general tienen más problemas en relación a esa etapa que los propios adolescentes?

En general siempre los adultos tenemos más problemas que los adolescentes sin la menor duda (ríe). Podría decirse que durante la cuarentena, han aumentado un 50% las consultas virtuales, sobre todo por la necesidad de los adultos de compartir con profesionales sus preocupaciones. Pero también ha pasado que han empezado a incentivar cosas en sus hijos que nunca se hubieran imaginado. Han empezado a preguntar. La comunicación intrafamiliar ha aumentado. Se han tenido que poner en situación y, al compartir más tiempo, han empezado a validarlos más, a entenderlos, a reconocer sus emociones, porque estamos todos iguales en varios aspectos. Muchos padres comentan que han incentivado a sus hijos a hacer actividades juntos. Hay cosas positivas que rescatar.

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