El sistema de salud enfrenta más desafíos que el rebrote del Covid-19

Tras el embate de la Covid deberá afrontar las secuelas en muchos pacientes y una probable segunda ola. Por los recuperados, consultas atrasadas y empeoramiento de cuadros, serán demandados muchos servicios y requerirá más recursos.

Los trabajadores del sector son los que se encuentran a la cabeza de las situaciones de estrés por sobredemanda / Ignacio Blanco
Los trabajadores del sector son los que se encuentran a la cabeza de las situaciones de estrés por sobredemanda / Ignacio Blanco

Si el 2020 fue un inmenso desafío para los sistemas de salud, el 2021 no se anticipa menos demandante y estos continuarán exigidos.

Deberán adaptarse nuevamente a un escenario inusual y la gestión será fundamental para dar respuestas adecuadas y reducir el impacto de la pandemia.

Es que deberá dar batalla en diferentes frentes. Por un lado, los recuperados de Covid-19 han mostrado secuelas y deberán recibir la atención necesaria lo que, por ser de diversa índole involucra varias especialidades y abordajes interdisciplinarios.

”En algunos pacientes que tuvieron la Covid-19, los síntomas de la enfermedad pueden perdurar más tiempo que la infección. Aquel ‘largo recorrido’ de algunos se conoce como síndrome posterior a la Covid y esas personas pueden necesitar rehabilitación para reanudar sus actividades cotidianas y laborales”, advirtió la Clínica Mayo, una reconocida entidad de Estados Unidos que acaba de crear un programa de rehabilitación específico.

Entre lo más habitual hablan de consecuencias neurológicas, 30 % de los pacientes expresan dolores de cabeza persistentes, además de dificultades respiratorias y agotamiento lo que les impide sus actividades habituales. Desde la organización mencionan que la mayoría de los pacientes se recupera en unas 6 a 12 semanas después del inicio de la infección.

Estas secuelas pueden ser temporales y leves o de mayor gravedad y hasta permanentes. En Mendoza los pacientes han presentado consecuencias a nivel pulmonar, renales, cardiovasculares y musculares, por lo que requieren rehabilitación, durante la internación y a veces con posterioridad a ella.

La reducción de la capacidad pulmonar en casos con pulmonías graves es frecuente y si se consolida la secuela pueden quedar con fibrosis pulmonar.

No puede soslayarse el impacto del síndrome post- Unidad de Terapia Intensiva. Este puede incluir cambios en la fuerza motora o sensibilidad, depresión, ansiedad, cambios cognitivos, deterioro de la memoria y de la capacidad para razonar. Esto suele requerir rehabilitación visceral (de pulmón y corazón). También se presenta con un cuadro neuropático: capacidad muscular disminuida en todo su cuerpo. Por ello, involucra diversas especialidades. Por otra parte, un paciente puede hacer un fallo renal agudo, necesitará diálisis y con el tiempo puede quedar una falla renal, a lo que se suma que se han observado diversos tipos de manifestaciones clínicas y neuropsiquiátricas.

”Estamos armando una unidad importante en el hospital Central para atender a estos pacientes que se llaman ventilados crónicos que se va a dedicar pura y exclusivamente a la recuperación de pacientes con respirador ya sea por Covid u otra patología”, informó Raúl Salvatore, director de Hospitales de la provincia.

Su recuperación es exigente y allí tendrán un abordaje interdisciplinario.

Otros frentes

Por otra parte, la circulación del virus Sars CoV 2 se ha atenuado pero continúa y aunque aún no puede predecirse el futuro, es bastante probable que como ha ocurrido en otros países, los casos vuelvan a subir de la mano de una segunda ola. El sistema también deberá afrontar la estrategia de vacunación que esperan comience en enero y claro, continuará todo el año, algo que requiere recursos y una meticulosa planificación.

Pero no sólo esto, el 2021 también deberá hacerse cargo de pagar los platos rotos: esto en muchos planos pero en particular en cuestiones de Salud. Es que una particularidad del año que se está cerrando es que las personas, ante el temor y el aislamiento dejaron de asistir a consultas médicas. Estiman que la disminución por cuestiones ajenas a Covid ha sido en torno a 70% y por lo cual, con el regreso a una especie de normalidad y ya un poco más habituados a convivir con el virus, es esperable que se vuelva a las consultas. Esto ha alcanzado incluso a quienes tienen enfermedades crónicas y han abandonado el seguimiento. Por todo esto se espera que muchos pacientes llegan en peores condiciones, algo que ya comenzó a verse en 2020: por demorar la consulta, el estado de salud empeora y eso puede implicar la necesidad de un abordaje más complejo por parte del sistema para su recuperación y por qué no, según el caso, un proceso prolongado e incluso rehabilitación.

También se ha anticipado otra pandemia, que llegará tras el primer cimbronazo: la de Salud Mental. Ya la OMS ha advertido sobre esto, algo esperable ante una emergencia sanitaria de esta magnitud que incluso puede provocar estrés post-traumático.

Creen que el los trabajadores de la Salud están entre los más afectados, sometidos a situaciones de estrés, sobredemanda y desgaste durante meses. En Mendoza estuvieron privados de licencias hasta hace unas semanas debido a lo crítico de la situación, pero por lo prolongado, es probable que muchos tengan licencias por esto, por otras manifestaciones y por Covid, lo que dejará menguado de capital humano al sistema. Pero el resto no estará exento, niños, adolescentes y adultos ya han dado síntomas de afectación.

Estar preparados

Para José Lodovico, presidente del Círculo Médico de Mendoza será complicado. Señaló desde el punto de vista de la pandemia en 2021 puede ser que tengamos una segunda ola de contagios y el sistema de salud lo tiene que tener previsto. ”Podemos esperar una mayor demanda de los servicios de salud que en este momento ya se aprecia además con una población de personal sanitario que está agotada”, mencionó.

Consideró que la estructura sanitaria debe planificar las actividades de atención: “El sistema debe estar absolutamente alerta porque muchas personas que han tenido Covid están consultando por secuelas, por controles o síntomas que les han quedado y el temor de que la inmunidad se les termine y puedan volver a contagiarse, entonces tienen que cuidarse porque no sabemos si puede haber un recontagio”.

Pero además, advirtió que en Argentina hay cuestiones que no se pueden resolver de un día para el otro que tienen que ver con el personal de salud, que se requiere y no está disponible en oportunidad, frecuencia y número. Mencionó el particular caso de los médicos intensivistas, con problemáticas arrastradas por años e insuficientes.

”Enfermeros, kinesiólogos, técnicos, especialistas en UTI, son personal de salud que estuvo sobresaturado porque el sistema se saturó por falta de personal y recursos tecnológicos”, apuntó.

Salvatore, optó en primera instancia por rescatar lo que se hizo este año que será la base de la respuesta para el próximo. Refirió la generación de dispositivos de gestión de camas y la incorporación de recurso. Para el año próximo hay que lograr mayor especificidad de estos dispositivos y entre otras cuestiones mencionó la necesidad de lograr un uso eficiente del sistema para que la gente acuda donde tengan el nivel de complejidad que requiere y no a un efector de mayor complejidad por cosas más simples. Cree que es fundamental que allí encuentren respuestas, algo que se viene planteando desde hace muchos años.

”Tenemos que trabajar con un sistema más ordenado, para que no haya pacientes que se caigan del sistema”, subrayó. En ese marco explicó que se está trabajando en una reconfiguración para construir interfaces centradas en la atención, cómo gestionar la demanda de turnos y cómo se van a reconducir los pacientes.

”Tenemos que pensar la normalidad que viene es con Covid entonces tenemos que construir un sistema que la incluya” afirmó y por ello se requiere tener diversificación de manera tal que haya dispositivos se dediquen a Covid y otros a otras situaciones

El hospital Central tendrá una unidad específica de recuperación respiratoria

Esta unidad de cuidados críticos buscará atender pacientes ventilados crónicos dado que requieren una recuperación prolongada y con abordaje multidisciplinario.

Allí contarán con especialistas para un tratamiento integral como fisiatras, kinesiólogos, médicos terapisas y enfermeros.

”El principal objetivo es ayudar a desvincular al paciente del respirador, cada día que pasa vinculado es más difícil entonces son pacientes que demandan mucho trabajo”, dijo Marcelo Salvatore, director de Hospitales.

Será para recuperados de Covid u otras patologías y esperan que permita una rotación de camas más eficiente.

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