Gian Guido Nobili: “El narcopopulismo entrega ayuda donde el Estado está ausente para ganarse el apoyo de la comunidad”

El especialista italiano en seguridad afirma que el crimen organizado se está adaptando a la crisis global, entregando ayuda para cooptar comunidades y empresas. Se necesita reactivación económica, ayuda social a los grupos vulnerables y mayor control a los sectores privados más frágiles ante las mafias.

Gian Guido Nobili, especialista italiano en seguridad, habló sobre la narcocriminalidad y los vínculos con la comunidad donde se instalan.
Gian Guido Nobili, especialista italiano en seguridad, habló sobre la narcocriminalidad y los vínculos con la comunidad donde se instalan.

La pandemia está cambiando el mundo. También al crimen organizado y mafias. Saben adaptarse a los nuevos tiempos y están aprovechando la crisis sanitaria y económica global para expandirse. Gian Guido Nobili, director del Foro Italiano de Seguridad Urbana, jefe del área de seguridad Ciudadana y Legalidad de la región Emilia-Romagna, dice que es necesario acelerar la protección social y la activación económica para frenar al crimen. Desde el epicentro europeo de la pandemia y el estudio de las mafias, este abogado y profesor de sociología jurídica en la Universidad de Módena y Reggio Emilia advierte que hay que prepararse para un incremento de los delitos comunes y el avance del crimen organizado, que tiene mejor capacidad de adaptación a las crisis que los estados.

“América Latina ya tiene una alta tasa de violencia y el impacto de la pandemia va a causar mucha más dificultades”, augura Nobili. “El impacto de la pandemia no sólo ha cambiado los sistemas políticos y económicos, sino la vida de millones de personas. En consecuencia también afectó a las redes de crimen organizado transnacionales y la economía ilícita”.

- ¿Qué efectos ya se pueden ver en el mundo?

- En Europa y en América Latina hay distintos impactos. Hay casos como el de México, donde aumentó la criminalidad en el período de la pandemia. Pero hay otros como Colombia, Italia, España o Estados Unidos, donde bajó un poco, al menos en los primeros meses. La situación es extremadamente excepcional porque el confinamiento obligó a encerrarse en las casas. En consecuencia, en varios países de Europa bajaron algunas formas de violencia. Al mismo tiempo, por el cierre de la comunicación transnacional la distribución y consumo de drogas y sustancias ilícitas se complejiza. Debemos reflexionar sobre las formas de controlar los mercado ilícitos porque el consumo sigue siendo muy alto.

- ¿Qué cambios tuvo el contrabando internacional?

- Hubo un momento de la crisis donde todos los contactos navales y aéreos eran mucho más complicados, entonces desarrollaron rutas diferentes que las mafias y el crimen organizado ya venían experimentado en los últimos años. Por ejemplo, están creciendo la importancia de la ruta a través de Latinoamérica y de países africanos hacia Europa. Hay evidencia de varias rutas por el Caribe y por Brasil hacia países africanos, donde es más fácil el traslado por la corrupción del sistema policial. El ingreso a Europa es especialmente por España e Italia. Con el comercio naval se están reproduciendo dinámicas previas a la pandemia usando puertos importantes como el de Génova.

- ¿Cómo prevenirlo?

- En Italia ya están en alarma los sistemas de prevención contra el crimen organizado. En zonas con menor dinámica socioeconómica como el sur del país, está proporcionando alimentos gratuitos y bienes esenciales a la gente. Pasa en Nápoles y Palermo, pero también pasa en México en los estados de Guerrero o Tamaulipas. El crimen se ha organizado en un modelo narcopopulista y donde es débil la presencia del Estado entrega ayuda social para ganarse el apoyo de las comunidades más pobres.

- ¿Cómo debe organizarse el Estado para frenar ese modo de narcopopulismo del crimen organizado?

- Es importante crear sistemas para asistir a la población más pobre de manera muy rápida, tratando de reducir el impacto de la burocracia. Creo que la experiencia italiana, con todas sus limitaciones, es positiva. En el momento del cierre total de las actividades económicas y sociales la ayuda fue gestionada por el Estado central, cooperando con los estados regionales y con los municipios. Obviamente, hubo dificultades porque tienen liderazgos políticos diferentes. Esta cooperación garantiza una distribución más rápida de recursos económicos ayudando lo más rápido posible a zonas con fragilidades muy fuertes. Porque donde se crea un vacío institucional la mafia y el crimen organizado ocupan el espacio, aprovechando los tiempos lentos de la burocracia. Las mafias han demostrado ser extremadamente rápidas para adaptarse a los cambios socioeconómicos.

El especialista italiano Gian Guido Nobili afirma que se necesita reactivación económica y ayuda social a los grupos vulnerables ante las mafias.
El especialista italiano Gian Guido Nobili afirma que se necesita reactivación económica y ayuda social a los grupos vulnerables ante las mafias.

- Denos un ejemplo de cómo aprovechan la falta de Estado.

- Para empezar una actividad económica en Italia, comparada con Francia, Alemania, Austria o Inglaterra, es más complicado y lento. Pero en la crisis se necesita dinamizar la economía y distribuir desde la línea central hasta las periferias lo más rápido posible. Al mismo tiempo, no hay que dejar de controlar cómo se distribuyen los fondos públicos, porque así se abren las puertas para que el crimen organizado organizado pueda entrar en economía formal.

-¿Cómo han detectado que el crimen organizado está aprovechando la crisis para lavar activos?

-Hay muchas empresas con dificultad económica después de meses de estar cerradas y que no tienen acceso rápido al sistema bancario para recibir un crédito. El crimen organizado aprovecha la oportunidad para ofrecerles ayuda a los empresarios y lavar dinero. Se van metiendo en el negocio poco a poco. Les conviene mantener a los empresarios como testaferros. Detrás de ellos hay una economía ilícita. Una investigación reciente demostró la penetración en empresas de construcciones que tenían dificultad económica por falta de acceso a crédito. Las mafias les daban préstamos rápidos para después conseguirles obras. Y así terminaban perdiendo la empresa. El otro riesgo muy fuerte que hemos notado son los abogados y funcionarios de bancos que actúan como enlace entre el mundo criminal y el mundo formal.

-¿Encuentra paralelismos entre el crimen organizado en Italia y en América Latina?

-Tenemos casos muy parecidos. En los años `80 y `90 el narco-populismo y luego el narcoterrorismo del cartel de Medellín se producía al mismo tiempo que la Cosa Nostra ponía carros bomba para presionar al Estado y reducir medidas contra los criminales de la mafia siciliana. Algo parecido pasa con el narcoterrorismo en México en estos días. El narcopopulismo es una forma de ganar el apoyo social en zonas periféricas del Estado, donde no ha logrado garantizar derechos sociales. Allí el crimen organizado se apodera del territorio y se convierte en la única alternativa social para los jóvenes. En algunos barrios marginales de Nápoles o Palermo, en las décadas de los ’80 y ’90, para los jóvenes con bajo nivel educativo el crimen organizado era la oportunidad de tener una carrera rápida.

- ¿Qué otros nichos ha encontrado el crimen organizado en medio de la crisis?

- La capacidad para blanquear el dinero del crimen organizado italiano es enorme. Entregar créditos y alimentos es lo más visible. Lava en zonas donde tiene más alta presencia militar. El sistema judicial y policial italiano ha avanzado muchísimo y lo obliga a lavar activos donde no hay tanta atención, como el norte de Italia, Alemania, España, Escocia y Norte de Europa. En los mercados el dinero es siempre bienvenido. Muchos pensaban que no importaba que se mataran en el sur de Italia mientras trajeran dinero para invertir en el norte. Creían que el capitalismo tenía anticuerpos para frenar la infiltración del crimen organizado. Muchas veces nos hemos enfocado en el sistema público, pero el sistema financiero privado es más frágil.

- ¿Cómo frenar esa cooptación del crimen en las empresas?

- Tenemos que capacitar y acompañar a profesionales y funcionarios privados de bancos. También concentrarse en las empresas con baja infraestructura intelectual y tecnológica, porque son más vulnerables. El crimen organizado puede infiltrarse y ocupar las actividades económicas más fácilmente en los sectores de la construcción y el transporte.

- ¿Qué otras formas de delitos podrían crecer?

- Tenemos que esperar una subida de la criminalidad común por necesidad económica. Hay que reaccionar de manera muy rápida, pero no sólo los efectos de la criminalidad sino trabajar con acciones sociales proactivas. Si no es así, no creo que podamos encontrar una manera eficaz de enfrentar las consecuencias de la crisis económica global.

*Martín Appiolaza fue periodista y actualmente es especialista en seguridad ciudadana y docente

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