La capacidad de los hospitales de Mendoza, por debajo de la media nacional

La pandemia dejó en evidencia la infraestructura escasa que había. Desde marzo se sumaron 1.500 camas. Los desafíos para el día después.

Con 39.478 casos confirmados hasta el viernes, el Gran Mendoza tenía ocupadas 85,96% de las camas UTI para Covid-19 
Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Con 39.478 casos confirmados hasta el viernes, el Gran Mendoza tenía ocupadas 85,96% de las camas UTI para Covid-19 Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Las cantidad de camas hospitalarias de Mendoza está por debajo del promedio nacional y en el ránking por provincia recién aparece en el puesto 11. De algún modo, esto explicaría la alta ocupación que tiene desde hace semanas el sistema de salud local debido a la alta demanda de internaciones por Covid-19.

Lo que hizo la pandemia fue poner al desnudo una estructura hospitalaria que no creció en la misma medida que lo hizo la población, entendiendo que según se advierte, ningún sistema de salud está preparado para el escenario que se presentó ante el embate del virus Sars CoV-2.

En Mendoza, había antes de la pandemia 4,2 camas disponibles cada mil habitantes, según datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación consignados en un informe elaborado en mayo por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea.

Capacidad de camas hospitalarias cada mil habitantes.
Capacidad de camas hospitalarias cada mil habitantes.

El promedio nacional es de 4,4 camas y si se considera la región, también aparece en desventaja. Sólo supera a San Juan (3,9), donde recién está comenzando la transmisión comunitaria. En tanto, San Luis y La Rioja cuentan con 4,4 camas por cada mil habitantes cada una.

Con 39.478 casos confirmados hasta el viernes, el Gran Mendoza tenía ocupadas 85,96% de las camas UTI para Covid-19 y 79,30% en todo el territorio mendocino. Las semanas anteriores había llegado a 90% y en el sector privado aseguran que en muchas ocasiones han trabajado al límite, con ocupación cercana al 100%.

Temores previos

Entre referentes en el tema hay coincidencia en dos puntos: la infraestructura hospitalaria provincial tiene un retraso de larga data y de ninguna manera no se podía estar preparado para los efectos de esta pandemia. Confrontados con la realidad, también coinciden en que la situación amerita un nuevo enfoque, estrategias, consenso y acciones de cara al futuro.

“La pandemia ha resultado un gran revelador que ha puesta de manifiesto las debilidades del sistema, pero no sólo de Mendoza . Es una crisis que vengo observando hace años y pese a que se advertía, no se habían producido cambios profundos”, analizó José Luis Sánchez Rivas, presidente de la Asociación de Clínicas de Sanatorios de Mendoza y presidente de la Confederación Argentina de Clínicas y Hospitales privados.

Es un sector que ha venido en crisis desde hace mucho tiempo y lo venimos advirtiendo a los gobiernos", subrayó. En el marco de la pandemia, relató, “las clínicas hemos ido agregando sobre todo camas críticas pero no es suficiente. Uno se da cuenta que en Mendoza faltan camas y sobre todo en el Sur”.

Tres proyectos privados anunciados y hasta ahora truncos, el hospital de OSDE, el de Galeno y la asociación de Swiss Medical con el Español, seguramente hubieran cambiado el panorama en el Gran Mendoza.

Desde marzo, por el coronavirus, la provincia fue incorporando camas UTI y comunes y otro tanto fue refuncionalizado. Esto puede haber movido la aguja y es algo que también ocurrió en otras provincias.

Cuando se inició la pandemia había 3.800 camas y, entre las que se refuncionalizaron y las que se crearon en espacios extrahospitalarios, se llegó a 5.300 camas, según destacó a Los Andes Raúl Salvatore, director de Hospitales de la provincia.

Pablo Ferrari, presidente de la Fundación Salud Inclusiva (cercana al kirchnerismo) también remarcó que ningún país estaba preparado para esta pandemia y que lo que hace esto es ponerlo en evidencia. Según su visión, el sistema ya colapsó: la falta de terapistas y anestesistas ha expresado las carencias del sistema de salud.

“El tema es qué se hace con esto, como toda crisis ¿lo tomás para generar los consensos para transformar o seguimos con todo igual? Hay que rediscutir el sistema sanitario, que incluye a los privados, el sector público y la seguridad social”, propuso el médico Ferrari.

Salvatore aceptó que había un atraso e hizo hincapié en que si se ha podido evitar el colapso ha sido gracias a estrategias de gestión y creación de nuevas herramientas.

Destacó que la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva ya advertía en 2015 sobre la falta de camas UTI en todo el país y que en la era pre Covid ya tenían una ocupación cercana al 90%. De hecho, el Hospital Central tenía sólo 20 camas UTI. Desde febrero pasó de 38 camas críticas a 80, mientras que se fortaleció la atención regional. En total, se sumaron 75 camas críticas en todo el sistema.

“Nos hemos enfocado en la gestión de la pandemia, aumentamos la cantidad de camas pero dándole un sentido”, aseguró el funcionario y describió que se ha buscado que el paciente rote dentro del sistema según el grado de complejidad y se han creado dispositivos como el censo de camas y su gestión.

Como positivo, Salvatore remarcó: “Cuando salgamos de la pandemia tendremos más infraestructura”.

Ferrari insistió en que se necesitan una política de Estado y consenso para reestructurar el sistema. Consideró, además, que aunque es necesario sumar camas de terapia, deben ir acompañadas de más personal, que a su entender es lo que ha faltado durante la pandemia y lo que termina impactando en la calidad.

El ideal y la realidad

Mendoza tiene la mitad de las camas cada mil habitantes que las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud: entre 8 y 10 cada mil habitantes. Sin embargo, ese número no deja de ser un ideal. En el el país, solo la Ciudad Autónoma De Buenos Aires lo alcanza: tiene 9,4 , tal cual expresa el mencionado informe “Covid19: ¿Cómo encontró al fragmentado sistema de salud argentino?”.

Esto permite explicar que pese a haber tenido mayor cantidad de casos su sistema no colapsara. Tampoco lo hizo la provincia de Buenos Aires, que tiene 5,5 y es la segunda jurisdicción mejor posicionada del país. En algún momento. el Área Metropolitana de Buenos Aires concentró 80% de los casos del país.

Por otra parte, Argentina no está mal en en la región y es el país de América Latina mejor posicionado. Es equiparable a la cantidad de China antes de ser desafiada por el Covid-19. Tiene 220.910 camas hospitalarias en 26.985 establecimientos de salud, aunque Salvatore remarcó que 54% las concentra el AMBA.

Chile y Brasil tienen 2 cada mil habitantes, mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 4,7. Este número es alcanzado en el país sólo por tres provincias: Buenos Aires, Entre Ríos y Córdoba.

La alta ocupación hospitalaria es lo que ha hecho que el Gobierno nacional disponga sostener restricciones en el Gran Mendoza y en la extensión anunciada el viernes incluyera a nuestra provincia entre las ocho que más preocupan porque concentran el 55% de los casos de coronavirus en este momento. Sin embargo, la ocupación descendió las últimas semanas porque se han seguido sumando camas de terapia.

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