La historia de Vendimia a través de los diseños de su vestuario

Más de un centenar de bocetos originales que pertenecen a los trajes y vestidos lucidos por los artistas, reinas departamentales y figurantes en las fiestas de 1947, 1953 y 1961 se encuentran en el Archivo General de la provincia.

La magia del diseño plasmada en el boceto original de la diseñadora mendocina Elizabeth Hradil Pol de Alza, que realizó para Fiesta de la Vendimia 1961. La costurera que realizó la confección fue la Señora de Riquelme (según expresa su pedido), y en total eran doce trajes y se acota que usarían 6 metros de paercal blanco y 2 de percal floreado. Foto: Orlando Pelichotti
La magia del diseño plasmada en el boceto original de la diseñadora mendocina Elizabeth Hradil Pol de Alza, que realizó para Fiesta de la Vendimia 1961. La costurera que realizó la confección fue la Señora de Riquelme (según expresa su pedido), y en total eran doce trajes y se acota que usarían 6 metros de paercal blanco y 2 de percal floreado. Foto: Orlando Pelichotti

La Fiesta de la Vendimia fue adquiriendo mucha importancia con cada edición; desde hace más de 7 décadas se consideró el diseño de los trajes, con los accesorios y calzados, como una verdadera disciplina artística que otorga identidad a todo el evento en el escenario principal.

Desde el planteamiento de los bocetos, las ideas luego pasaban por el ajuste y la aprobación del director, enfocándose en la importancia estética de bailarines, actores y figurantes.

Boceto original de la diseñadora mendocina Elsa M. de Phoyú, perteneciente a la Fiesta de la Vendimia 1953
Boceto original de la diseñadora mendocina Elsa M. de Phoyú, perteneciente a la Fiesta de la Vendimia 1953

Nuestra provincia es pionera en este aspecto, concluyendo con la confección y la fase de prueba y ajuste final. Según las crónicas de la época, los diseñadores y costureras acompañaban a los actores y bailarines durante el acto, siendo responsables de la entrega posterior al mismo. Estas prendas no solo reflejan el estilo y la visión del artista, sino que también contribuyen a la experiencia global del espectáculo.

Los vestuarios tienen el poder de realzar la actuación del artista, establecer la atmósfera adecuada y conectar emocionalmente con el público. En resumen, el diseño de los vestuarios en eventos de escenarios gigantes no solo es importante por su impacto visual, sino por su capacidad para elevar la experiencia del espectador y contribuir a la narrativa general del espectáculo.

Otro boceto original de la diseñadora Elizabeth Hradil Pol de Alza de la Fiesta de la Vendimia 1961, (donde destaca el traje del cuadro de malambo y pericón, donde se destaca a la izquierda detalle de los colores del poncho).
Otro boceto original de la diseñadora Elizabeth Hradil Pol de Alza de la Fiesta de la Vendimia 1961, (donde destaca el traje del cuadro de malambo y pericón, donde se destaca a la izquierda detalle de los colores del poncho).

Durante gran parte del año, un equipo de trabajadores especialistas del Archivo General de la Provincia, Alicia Guevara, Gustavo López, Javier Fioquetti y Juan Eduardo Cabrera, se encargan de catalogar el patrimonio vendimial de los mendocinos, también de restaurar y proteger más de un centenar de diseños de vestuarios de las fiestas de la vendimia central, que se desarrollaron entre 1947 y 1961. “El actual archivo tiene una gran colección de documentos históricos, diarios, decretos, fotografías y elementos entre ellos más de 120 bocetos originales, los cuales incluyen hasta pequeñas muestras de las telas que se debían utilizar; por ello su preservación, catalogación y archivado son fundamentales”, nos explica la técnica sanjuanina Alicia Guevara

Boceto original de diseñadora  Elsa M. de Phoyú, de la Fiesta de la Vendimia 1947, donde se destaca en perfecto estado de conservación pequeñas muestras de las telas de referencia a usar.
Boceto original de diseñadora Elsa M. de Phoyú, de la Fiesta de la Vendimia 1947, donde se destaca en perfecto estado de conservación pequeñas muestras de las telas de referencia a usar.

Entre puntadas, hilos y acuarelas

El impacto histórico y visual de estas joyas artísticas es de gran valor. Se puede observar que en 1947 se llevó a cabo la primera fiesta con el nombre “Vendimia del canto y el trabajo” en el Rosedal del Parque General San Martín, dirigida por el recordado León Alberti. La diseñadora de vestuario proponía en cada trabajo la adquisición de telas, adjuntando un pequeño recorte con etiqueta del metraje y el nombre de la casa comercial. Es recordada por la presencia del presidente Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, así como el desfile de las tropas del Ejército Argentino.

La necesidad de confeccionar los trajes según los bocetos era tan importante que se realizaba para lograr el movimiento de las prendas, mostrando brillos y luciendo tableados, pensando siempre en la comodidad del artista que los usaría.

Trabajo de la querida diseñadora Elizabeth Hradil Pol de Alza de la Fiesta de la Vendimia 1961 (al frente aclara que es para el cuadro de española solista, y en el dorso aclara que es vestido con delantal, manta y adornos de tafelina, va con medias blancas, chatitas rojas y tiene voladito imitando a una enagua).
Trabajo de la querida diseñadora Elizabeth Hradil Pol de Alza de la Fiesta de la Vendimia 1961 (al frente aclara que es para el cuadro de española solista, y en el dorso aclara que es vestido con delantal, manta y adornos de tafelina, va con medias blancas, chatitas rojas y tiene voladito imitando a una enagua).

En 1953, la fiesta se desarrolló en el Anfiteatro del Autódromo San Martín, dirigida por Ivo Pelay y la diseñadora Elsa M.de Phoyú, quien tenía su taller en la calle Espejo 80. Proponía incluso el nombre de la costurera responsable. En la mayoría de los casos, los dibujos originales se realizaban con carbonilla y grafito, utilizando luego la técnica de acuarela y a veces lápiz para reforzar los colores. En muchos casos se anotaban datos importantes como el punto en que estaban hechos, el calzado que debía acompañar, el metraje de tela o género de los vestidos, e incluso detalles específicos como botones dorados a la hoja, o la utilización de espejos o plumas y cómo se cosían en la tela.

Cabe destacar que todo figuraba en el Decreto 739, del expediente 114, del Ministerio de Hacienda, a través de la Comisión organizadora de la Vendimia, destinaron una importante partida presupuestaria de 1.100.000 Pesos Moneda Nacional, pero no se hacía discriminación de los gastos que se realizaban.

En 1961, la fiesta se llevó a cabo en el Anfiteatro del antiguo Autódromo San Martín (donde hoy se encuentra el Estadio Malvinas Argentinas), dirigida por Antonio Manzur y el libreto de Abelardo Vázquez. El vestuario estuvo a cargo de la querida Elizabeth Hradil Pol de Alza (recordada como Señora Eli), quien detalló en cada uno de los 72 bocetos características específicas de esos trajes y vestidos, incluso realizó anotaciones en el verso de casi todos ellos.

La especialista Alicia Guevara en pleno trabajo de catalogación, en el  Archivo General el Archivo General de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti
La especialista Alicia Guevara en pleno trabajo de catalogación, en el Archivo General el Archivo General de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti

El antes y después en la conservación

Muy poco material original de todos los diseños de vestuarios, trajes y utilerías se conserva de aquellas fiestas; muchos fueron a parar a expedientes sueltos, otros se perdieron entre mudanzas e incluso esto se repite en maquetas, estructuras y en el mismo vestuario.

Faltaron muchos años para que se tomara conciencia de la importancia de esa trascendencia, para que comenzaran a guardarse en los guardarropas de los depósitos. Se sabe que antes, una vez utilizados, se obsequiaban a los artistas como parte de la paga. En el ‘Libro de oro Vendimia ̈86′, se hace referencia a Horacio Reta, jefe de Inventario de la Dirección de Turismo, quien organizó en 1974 el primer guardarropa de Mendoza. En algunos casos, estas prendas llegan hasta nuestros días, resguardadas en el Espacio Integral de Vestuario de Vendimia, que conserva más de 40.000 prendas de diferentes fiestas (actualmente en Patricias Mendocinas y Gutiérrez, ex mansión Arizu).

Boceto de guerrero guardián del cacique, en total eran cuatro trajes y se complimentaba con lanzas, de la diseñadora Elizabeth Hradil Pol de Alza,  para la Fiesta de la Vendimia 1961, la costurera que realizó ese trabajo Blanca de Longone.
Boceto de guerrero guardián del cacique, en total eran cuatro trajes y se complimentaba con lanzas, de la diseñadora Elizabeth Hradil Pol de Alza, para la Fiesta de la Vendimia 1961, la costurera que realizó ese trabajo Blanca de Longone.

Por estos días, se puede vivenciar parte de estas joyas de los trajes utilizados en distintas fiestas, como así también muchos afiches y utilería menor en la exposición “Viva Vendimia. Muestra retrospectiva”, en la Sala de exposiciones de la Subsecretaría de Cultura, en calle Gutiérrez y España.

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