La Justicia validó el despido de un encargado de edificio que espiaba a mujeres por las mirillas de las puertas

La Cámara Nacional del Trabajo ha respaldado el despido de un encargado de edificio en el barrio porteño de Villa Urquiza, quien fue expulsado luego de ser sorprendido espiando a varias mujeres a través de la mirilla de las puertas de los departamentos.

El despido del trabajador, que había ingresado al consorcio en 2013, se produjo en 2019 cuando fue descubierto espiando a diversas vecinas. Los magistrados consideraron este acto como una violación grave de la confianza, especialmente en un contexto de alta privacidad como es el hogar de las personas.

Casi 260.000 chicos volvieron a clases en Mendoza: el presentismo en docentes y alumnos supera 99%

El encargado despedido inició un juicio laboral alegando que su despido fue injustificado. Sin embargo, los propietarios del edificio lo expulsaron en una reunión donde quedó expuesta su conducta, informó Noticias Argentinas.

El descubrimiento del comportamiento inapropiado fue realizado por los propios vecinos. Según el relato de uno de ellos, escuchó ruidos en el palier, se asomó y vio cómo el sujeto espiaba por la cerradura a su vecina. La dueña de la casa era una maestra jardinera que vivía sola.

Además, se reportaron casos similares donde el encargado intentó espiar a otras residentes. En una oportunidad, la maestra esperaba a sus amigas para luego ir a tomar sol al edificio y vio a este hombre deseando observar.

Uno de los testimonios fue particularmente impactante, ya que la testigo expresó su temor ante la situación, recordando el trágico crimen de Ángeles Rawson, quien fue asesinada por el encargado del edificio donde vivía.

Tras una reunión del consorcio, el encargado fue expulsado, y ahora la justicia respaldó esta medida con la firma de los camaristas María González y Víctor Pesino.

“Todos por Felipe”: tiene 3 años y necesita conseguir un medicamento para mejorar su calidad de vida

La jueza González declaró sobre lo sucedido y advirtió que los habitantes del edificio coincidieron en sus testimonios. Aseguró que eso generó un grado de alta inseguridad y pérdida de confianza en los vecinos, lo que derivó en un despido.

“Los hechos acreditados en la causa constituyen una injuria de tal magnitud que no amerita continuar con la relación laboral, por lo que el despido del actor se ajustó a derecho”, indicó la camarista.