La terminal de Mendoza, lista para recibir turistas cuando Nación lo apruebe

“No hemos tenido novedades oficiales todavía. Reiteramos el pedido de apertura de vuelos y pasos terrestres y nuestra expectativa es que pueda concretarse antes de la Navidad. Sería un alivio económico muy importante”. La frase es de la ministra de Turismo y Cultura de Mendoza, Mariana Juri, y el contexto no es casual: un recorrido por la Estación Terminal de Ómnibus de Mendoza (ETOM) para mostrar las últimas medidas adoptadas en el lugar, que apuntan a reforzar aún más los protocolos sanitarios y de seguridad de un espacio que nunca dejó de trabajar durante la pandemia.

De hecho, la terminal fue un área clave en el proceso de regreso de mendocinos a quienes la pandemia sorprendió fuera de la provincia.

Con estos últimos ajustes en los protocolos de la terminal de ómnibus y con el aeropuerto internacional Francisco Gabrielli operativo desde el 22 de octubre -aunque ambas estaciones están habilitadas únicamente para la llegada de mendocinos o de argentinos exceptuados por su labor- el Gobierno de Mendoza intenta dejar en claro que las principales puertas de ingreso a la provincia están preparadas para volver a trabajar. Y para recibir a todo tipo de turistas: nacionales e internacionales, por vía aérea y terrestre. Aunque aún no llega el permiso clave del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación.

“Mendoza es un lugar seguro para la llegada de turistas, y para ello se ha hecho un gran trabajo conjunto entre los sectores público y privado”, reforzó Juri durante el recorrido de ayer. “La provincia está preparada para recibir a turistas, y ni hablar de la terminal, que ha sido un punto neurálgico desde el inicio de la pandemia. Ha estado operativa todo el año y el Ministerio de Salud siempre ha estado presente”, acotó por su parte el secretario de Servicios Públicos, Natalio Mema.

Los protocolos

Luego de la reapertura del aeropuerto mendocino, durante los días siguientes llegó un avión diario procedente de Buenos Aires. La misma nave regresaba horas más tarde a Buenos Aires, con una ocupación promedio de 50% del total de la capacidad. Ya en noviembre, a las rutas con destino y partida desde Mendoza, se sumó Córdoba. “Actualmente los aviones llegan prácticamente llenos a Mendoza y se van incorporando destinos. Quizás con la terminal pase lo mismo”, resaltó Mema.

Vía aérea, la única empresa habilitada para operar en el país es Aerolíneas Argentinas. En Buenos Aires, los vuelos parten desde Ezeiza. Sin embargo, al momento de adquirir el boleto -de avión y de colectivo-, a quienes deseen ir o salir desde Mendoza (ya sea a otra provincia o al extranjero), se les pide el certificado de trabajadores exceptuados. Porque, al menos hasta que la Nación no habilite el turismo regular en Mendoza, no está autorizado en la jurisdicción provincial.

“Hace dos meses, o más, venimos trabajando para que cuando se abran los viajes estemos seguros. Y si hemos pedido la mayor apertura es porque estamos seguros”, insistió Juri. “Ya están saliendo y llegando colectivos a la terminal de Mendoza; tenemos todo listo hace tiempo”, agregó Mema.

De autorizarse el turismo internacional antes de Navidad -y teniendo en cuenta que el tipo de cambio es favorable-, la expectativa es que muchos chilenos lleguen a Mendoza para hacer sus compras de fin de año. En ese sentido, la estimación es que -aún con las restricciones de cantidad de pasajeros- el turismo internacional puede dejar en la provincia cerca de un millón de dólares por mes.

La terminal, a punto

Durante la mañana de ayer, con la presencia de ambos funcionarios y del gerente de la ETOM, Matías Díaz Telli, fueron presentados un avanzado sistema de cámaras y un destacamento de la Policía Turística. Ambos componentes apuntan a reforzar las medidas de seguridad.

En cuanto a las lentes, la incorporación más novedosa es la de una termocámara que se encuentra en el ingreso de la zona de embarque (donde sólo acceden pasajeros) y que permite detectar a quienes tengan una temperatura corporal mayor a 37,5 grados. Funciona como un escáner de aeropuerto y, al pasar por el sensor visual, hay un monitor donde se puede ver la anatomía de las personas, representada con mapas de colores. En casos en que la temperatura está por encima de los 37,5°, se observa esa silueta con colores rojos y amarillos. Y, de detectarse a una persona con este indicio, se activa el protocolo de seguridad para aislarla antes de que ingrese al área.

A esta herramienta se suman los controles de temperatura que se hacen a todos los pasajeros que llegan a Mendoza, tanto en su lugar de origen como al llegar a destino. “Antes de que el colectivo ingrese a la plataforma -pero ya estando dentro de la terminal-, se les toma la temperatura corporal a todos los pasajeros. Si se detectan síntomas en alguno de ellos, se lo aísla preventivamente y se activa todo el protocolo”, destacó Díaz Telli.

Además, quedaron inauguradas 42 cámaras de seguridad que se controlan desde un centro único de monitoreo. Y alguna de ellas permiten, incluso, poder identificar y seleccionar a una persona para que -automáticamente- se le haga un seguimiento específico. Su función, además de lo referido a seguridad, es poder identificar a personas que no llevan el tapabocas para indicarles que lo utilicen.

Con pasajeros

Durante las últimas semanas el movimiento se intensificó en la estación de colectivos de la provincia. Mientras que los primeros días en que regresaron los viajes en micro llegaron entre 50 y 60 pasajeros por jornada, actualmente llegan entre tres o cuatro vehículos desde diferentes destinos (el Norte, Buenos Aires, San Juan y hasta Chile; todos trabajadores exceptuados).

En promedio, está autorizada la ocupación de hasta 60% de la capacidad real de los colectivos.