Las actividades que volverían a prohibirse en Mendoza para aliviar al sistema de salud

Con 4.451 casos activos de coronavirus y las Unidades de Cuidados Intensivos (UTI) del Gran Mendoza con el 90% de su capacidad ocupada, el gobernador Rodolfo Suárez confirmó que se volverá atrás con varias de las flexibilizaciones adoptadas en los últimos tres meses de cuarentena porque la situación en la provincia “es muy grave”.

Así, según fue trascendiendo durante ayer, volverían a cerrarse las iglesias, los gimnasios, los clubes y los restaurantes y cafés.

Los locales gastronómicos que tengan mesas al aire libre tendrían alguna posibilidad de seguir funcionando a partir de lo que dijo el presidente, Alberto Fernández, en su mensaje grabado, pero no hay certezas aún. En tanto, los shoppings seguirían abiertos.

Todo se confirmará el lunes, cuando se conozca el decreto del Gobernador que redactará durante este fin de semana con su equipo.

El mandatario provincial realizó declaraciones a la prensa al mediodía, en la puerta de Casa de Gobierno, luego de mantener una reunión de tres horas con intendentes del Gran Mendoza. Se dice que si bien se especula con un regreso a fase 3 (es la provincia la que decide qué restricciones se aplican), todo depende de lo que se logre negociar con la Nación, desde donde se ha sugerido volver a fase 1 (con aislamiento estricto y sólo actividades esenciales), algo que quedó en claro en el mensaje presidencial, que hizo foco particularmente en nuestra provincia y Jujuy.

“Está ingresando mucha gente a terapia intensiva. Nos llama la atención que muchos son menores de 55 años”, explicó ayer Suárez. Agregó: “Se registran muchas pulmonías en adultos jóvenes. Esto demuestra lo que es este virus; muchos lo subestiman”.

Según se sabe, la ocupación de terapia intensiva en la provincia se acerca el 80%. “La situación es muy grave. Nosotros dijimos que esto era entrar y salir permanentemente”, remarcó y para graficar la situación acotó: “Las camas Covid del Hospital Central están todas ocupadas”.

Por otra parte, anticipó la decisión de retroceder de fase: “Vamos a volver atrás. Estamos evaluando varias restricciones”.

Intendentes de acuerdo

Desde el entorno de Tadeo García Zalazar, intendente de Godoy Cruz, indicaron que se va a acompañar lo que decida el gobernador Suárez. Según dijeron, hubo una coincidencia entre todos los jefes comunales sobre el límite al que está llegando el sistema sanitario y la necesidad de bajar la circulación de personas.

Por ejemplo, advirtieron que en la municipalidad de Godoy Cruz hay cada vez más contagiados o aislados y eso también está resintiendo el cumplimiento de los servicios, sobre todo de las tareas esenciales.

Aparentemente, aunque hay que esperar el anuncio oficial, además de clubes, gimnasios, iglesias y restaurantes, también habría marcha atrás con la posibilidad de hacer turismo dentro de Mendoza, mientras que hay dudas sobre los centros comerciales.

Al respecto, empresarios del sector turístico admitieron que esa vuelta atrás es lo que se está hablando en los pasillos, pero lo cierto es que no hay nada confirmado. En tanto, desde los centros comerciales aguardan el anuncio, pero remarcaron que si no cierran los comercios del Centro tampoco ellos deberían tener que cerrar nuevamente.

El intendente de Las Heras, Daniel Orozco, en declaraciones a Radio Mitre, argumentó que las nuevas restricciones que están analizando apuntan a “oxigenar el sistema de salud y al personal sanitario, además del cuidado de los efectivos policiales, guardias urbanas municipales y preventores”.

Orozco admitió que se está evaluando retroceder de fase. “Lo que más le hemos pedido apunta a las actividades recreativas y comerciales porque ahí está el foco de contagio. Antes veíamos que era la parte social, pero hoy en día nadie puede negar que sea en restaurantes o clubes”, dijo el funcionario municipal.

En tanto, el intendente de Capital, Ulpiano Suárez, dijo a través de Twitter que acompañará la decisión que tome el Gobernador para disminuir la circulación de personas, estabilizar la curva de contagios y fundamentalmente poder garantizar capacidad de respuesta del sistema de salud.