¿Lo sabías? El teatro musical mendocino cumple 40 años y lo celebra hoy con un homenaje

Hace 40 años se estrenaba en Mendoza Estamos aquí, primer musical realizado por mendocinos. Hoy habrá un conversatorio para recordarlo, con la presencia de Rubén Hernández, Claudia Racconto y Adrián Sorrentino. Será en el Centro Catalán.

El elenco del primer musical hecho por mendocinos, en una foto de época (1983).
El elenco del primer musical hecho por mendocinos, en una foto de época (1983).

Este lunes 18 de septiembre, a las 19.30, en el Centro Catalán (San Juan 1432, Ciudad de Mendoza) se realizará el taller-conversatorio “Teatro musical: 40 años del estreno de ‘Estamos aquí’”.

Este evento contará con la presencia de Rubén Hernández, de Claudia Racconto y de Adrián Sorrentino, quienes aportarán una mirada y una reflexión sobre la nueva generación del musical en Mendoza.

Luego de este encuentro, el homenaje a aquel estreno seguirá con el descubrimiento de una placa recordatoria que en su inscripción dice: “El 18 de septiembre de 1983 se estrenó ‘Estamos aquí’, de Rubén Mario Hernández, el primer musical realizado por artistas mendocinos, dirigido por Noemí Salmerón, con música de Fernando Napolitano, en el teatro Barcelona, del Centro Catalán, dando paso a nuevas generaciones que abrazaron el género teatro musical”.

“Estamos aquí” fue protagonizada por Verónica Araya, Rubén Hernández, Sandra March, Fernando Ramírez, Gaby Quagliarello, Jorge Barón, Silvia Zalazar, Norma López, Leonardo Morcos y Jorge Rodríguez Pinti.

La dirección correspondió a Noemí Salmerón, y la obra contaba con música de Fernando Napolitano, letras del propio Rubén Hernández, arreglos de Verónica Araya y coros de Miriam Hernández y de Mónica Hernández.

Primera obra de teatro musical hecha por mendocinos, en 1983.
Primera obra de teatro musical hecha por mendocinos, en 1983.

La pieza contaba la historia de una joven que tenía una crisis existencial y decidía subir a la azotea de su edificio. En la cornisa, era sorprendida por un joven que la convencía de bajar. Mientras que otros vecinos advertían la situación y decidían ir a ver qué estaba pasando, aparecían otras historias: una joven que sufría por engaños, una vecina que había perdido a su hijo, el portero del edificio que luchaba por su familia y el dueño que había decidido demoler el inmueble. Todos, a la vez, experimentaban un fuerte sismo. Y a partir de ese momento cada uno sufría un déjá vu , que los llevaba a enfrentarse con ellos mismos.

Tras el estreno de esta obra, escrita y puesta en escena en 1983 en el histórico Centro Catalán, la crítica habló de que esta obra permitía el “despertar de las obras musicales” para Mendoza.

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