Un turista extranjero se lesionó el hombro esquiando en Bariloche y una clínica le cobró más de $ 900.000 la atención

Al joven estadounidense debieron asistirlo en el cerro Catedral tras caerse haciendo snowboard. Más tarde hizo la denuncia en la Oficina de Defensa del Consumidor por la elevada cifra y todo derivó a una audiencia para fin de mes. Desde la clínica salieron a justificar el monto.

Un estadounidense esquiaba en el cerro Catedral, se lesionó el hombro y le cobraron una fortuna.
Un estadounidense esquiaba en el cerro Catedral, se lesionó el hombro y le cobraron una fortuna.

Un turista estadounidense denunció que un sanatorio privado de Bariloche intentó cobrarle 940.000 pesos, luego de que lo asistieran por una lesión en el hombro cuando estaba esquiando.

Se trata de un monto que le cobraron por prestaciones médicas en la guardia del cerro Catedral. El joven denunció el hecho en la Oficina Municipal de Información y Defensa al Usuario y Consumidor (OMIDUC) y fijaron una audiencia de conciliación para fines de mes.

“Recibimos una denuncia de un turista de Pittsburgh que se lesionó mientras practicaba snowboard en el cerro. Sufrió una luxación del hombro y se acercó por sus propios medios a la guardia del San Carlos”, explicó Lucas Jancovich, titular de Omiduc, según lo publicado por diario Río Negro.

Y agregó: “Comentó que le hicieron radiografías, le dieron analgésicos y le pusieron el hombro en su lugar”. “Por esa práctica le dijeron que el monto era de 940 mil pesos. Alcanzó a pagar solo lo que le permitió el límite de su tarjeta, unos 340 mil pesos. Al volver al hostel, alguien lo advirtió que lo habían estafado, se dio cuenta que la situación era rara y concurrió a la Omiduc”, continuó Jancovich.

Según describe el citado medio, el joven turista le contó a las autoridades que al día siguiente de la atención en la guardia, “alguien del sanatorio se presentó en el hostel a exigir el pago del resto del dinero, bajo la amenaza de que si no pagaba, no podría abordar el avión de vuelta”.

Jancovich por su parte aseguró que, a partir de la denuncia, esperan que desde el sanatorio le expliquen detalladamente el procedimiento para poder entender la justificación a tan elevada cifra.

“Si el precio no estaba publicado, hay una infracción. Y si a esta persona le dieron un trato distinto por ser extranjero, también. La publicación de los precios tiene ese fin: un mismo valor para todos. Si eso se comprueba, hay una infracción al trato digno”, planteó el titular.

Y luego agregó que se lo considera un consumidor “en situación vulnerable” ya que es extranjero, no habla español, estaba lesionado y no conoce las leyes argentinas: “Cabe la posibilidad de que hayan abusado de él. Todo esto configura infracciones a la ley de defensa del consumidor. Pero eso lo juzgará el organismo dependiente de provincia”, sostuvo Jancovich.

Por su parte, Omiduc encabezará la conciliación entre el turista y los representantes del sanatorio San Carlos. Pero en caso de que no se logre un acuerdo, la causa continuará en la Dirección de Comercio Interior de Río Negro que definirá una multa o el sobreseimiento.

La explicación del centro privado sobre el cobro al turista

La responsable de Prensa y Comunicación del sanatorio San Carlos Paula Redondo aseguró que el procedimiento de atención en la guardia “es igual con todos los pacientes” y justificó el monto.

“Cuando un paciente ingresa al centro médico, el recepcionista le pregunta por qué concurre. En este caso, el chico se había caído haciendo snowboard y le dolía el hombro. Le explicaron que tenía que ver a un traumatólogo y que la consulta salía 160 mil pesos”, comenzó Redondo en su aclaración.

Luego aseguró que la lista de precios está exhibida en pesos y que además, en todo momento, se le va informando al paciente los elevados valores de las prácticas que requiere a medida que se avanza con el diagnóstico.

“En este caso, se le dijo que había que hacer una placa y el chico aceptó. El traumatólogo le vio dislocado el hombro y el recepcionista volvió a decirle los valores. En ningún momento, dijo que no. Están todos los empleados del cerro de testigos”, continuó Redondo en la justificación.

También relató que, primero, se procedió a cobrar el monto correspondiente al sanatorio y luego, la práctica del traumatólogo: “Ahí tuvimos el inconveniente porque no tenía fondos en la tarjeta. El chico se puso a disposición y nos indicó a dónde estaba parando para pasar a cobrar lo que restaba. Al día siguiente, cuando pasó el traumatólogo -era su parte lo que faltaba-, no lo recibió bien. Dijo que le estábamos robando”, sostuvo la mujer en diálogo con Río Negro.

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