Pesca ilegal: decomisaron la carga del buque chino y descubrieron una falta ecológica que pondría en peligro a la especie

El escándalo del buque de bandera argentina, pero de capitales chinos, sumó una preocupante falta en las últimas horas. Es que, tras pasar más de 24 horas en el muelle del puerto de Ushuaia, el Tai An fue decomisado por las autoridades y en su interior se encontró que, entre la imponente cantidad de merluza negra pescada ilegalmente, hay 60 toneladas de ejemplares juveniles, lo pone en riesgo la preservación de la especie.

En el procedimiento, del cual formó parte personal de la Subsecretaría de pesca y de prefectura, se detectó que entre las 163 toneladas de merluza negra casi un 37% corresponde a ejemplares juveniles de entre 20 y 30 centímetros. Lo dramático es que, durante la captura, el buque pescó peces que no habían desovado, es decir, que aún no se han reproducido.

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Circunstancialmente, la supervivencia de la especie fue puesta en peligro y se cometió una falta a las normas pesqueras. La merluza negra se encuentra protegida a nivel global y rige una cuotificación sobre su pesca, la cual establece que toda empresa local o extranjera necesita de autorización para capturarla.

Asimismo, en ningún caso se puede pescar ejemplares con un tamaño menor a los 30 centímetros. En el buque del dueño de la empresa Prodesur, Liu Zhijiang, había cerca de 60 toneladas de merluza negra jóven.

Por este motivo, la organización ambiental Sin azul no hay verde denunció que se cometió un “ecocidio” y exigieron al gobierno que aplique “sanciones ejemplares al buque Tai An por incumplimiento del Régimen Federal de Pesca (ley 24.922) y la Ley General del Ambiente (ley 25.675)”.

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“El caso del buque Tai An, que pescó toneladas de merluza negra juvenil sin tener permiso para hacerlo, refleja la impunidad de algunos actores de la pesca en Argentina y la falta de conciencia ambiental y del impacto negativo que tiene un hecho así en nuestro ecosistema marino”, manifestaron en un hilo en la red social X.

Y agregaron que “no solo debería estar en discusión la ilegalidad del acto sino también la práctica utilizada (pesca de arrastre) y sus consecuencias ambientales. Si la pesca realizada fue directa o incidental a estas alturas en material ambiental ya no es relevante: el ecocidio ya sucedió (...) Esto significa una depredación a la vida marina y un ataque al frágil equilibrio del ecosistema”.

Al respecto de la práctica utilizada por el buque de capitales chinos, este mecanismo “no selectivo” consiste en el arrastre de una red sobre el fondo marino, capturando, así, todo a su paso. Desde la organización chilena Oceana, explicaron que esta práctica tiene un impacto directo sobre “las poblaciones de peces y las comunidades bentónicas de las zonas donde es utilizada” y “puede tener efectos a largo plazo en el ecosistema al alterar las propiedades físicas del fondo marino”.

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En adición, se dice que esta práctica es “no selectiva” por el mencionado hecho de que levanta todo lo que captura a su paso. El barco de bandera argentina no tiene permitida la pesca de merluza austral, langostino y las especies que se encuentran cuotificadas, como es el caso de la merluza negra.

En su caso, solo podían levantar hasta 5 toneladas de pesca “incidental”, lo cual argumentó Prodesur, Sin embargo, el lote del Tai An sobrepasa las 160 toneladas.