Clínicas privadas tienen 30% menos de consultas y preocupa que la gente no esté recibiendo atención

El descenso se ha agravado los últimos meses pero no se ve reflejado en el incremento de la demanda que recibe el sistema público: hay un 20% de las consultas que se pierden porque no llegan a uno ni a otro. Advierten que esto puede impactar en la salud de las personas y sobre el mismo sistema.

Clínicas privadas tienen 30% menos de consultas y preocupa que la gente no esté recibiendo atención
Clínicas privadas tienen 30% menos de consultas y preocupa que la gente no esté recibiendo atención

Las clínicas privadas de Mendoza reciben 30% menos consultas que hace un año. Hay diversas variables que inciden en la situación y que, de hecho, la han agravado. Se destacan el deterioro del poder adquisitivo de las personas, la inflación y los costos de los servicios, el descenso en los planes de las coberturas de salud e incluso la baja total por imposibilidad de pagarlo, el inicio del cobro de copago por parte de los médicos desde setiembre en Mendoza y la desregulación del sistema de Salud que determinó la nueva gestión nacional desde diciembre y que elevó drásticamente los valores de las coberturas.

Así, según datos que maneja la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa), hay una pérdida de consultas de 30% en relación al mismo periodo del año pasado.

“Viene desde que comenzó a cobrarse el copago”, señaló el coordinador médico de la entidad, Rodolfo Torres. Pero también hubo un tiempo peor: es que dijo que ni bien comenzó a cobrarse el copago, la baja fue de 50% y luego algo se fue recuperando.

Según datos del Ministerio de Salud de la provincia, hay variaciones entre los diferentes efectores, y el aumento oscila entre 5% y 15%.
Según datos del Ministerio de Salud de la provincia, hay variaciones entre los diferentes efectores, y el aumento oscila entre 5% y 15%.

Asimismo, el médico advirtió sobre cómo esto está impactando en el sistema público pero sobre todo, se mostró preocupado porque muchos no estén recibiendo atención oportuna. En este punto, el asunto son las consecuencias que tal cosa pueda tener para la salud de las personas.

Contexto

“El coseguro es en sí mismo un motivo, pero aparte muchos se están quedando sin obra social o cambian el financiador y eso repercute en el sector público, el que se cae del prepaguismo a la seguridad social, como que sigue teniendo cobertura, pero el que pasa de la obra social al hospital público por ahí no va más al médico”, analizó.

“Esto tiene impacto sobre la salud a largo plazo, con diagnósticos tardíos”, subrayó. Hizo hincapié en que siempre es más barata la prevención que atender la enfermedad o cuadros más avanzados.

Efectivamente, es algo que se observó en el contexto de la reciente pandemia de Covid: por las restricciones primero y el temor después, muchos demoraron las consultas o no pudieron acceder. Como consecuencia, luego llegaron más pacientes con cuadros complejos o enfermedades crónicas que no habían tenido el seguimiento necesario.

“Desde que se cobra el bono no reintegrable a los pacientes bajaron las consultas un 25%”, aceptó el referente de un importante efector privado local que prefirió no revelar su identidad.

Quienes deciden postergar el acceso a la atención, guardan la esperanza de volver a tener la cobertura, analizó Torres. Apuntó que el asunto es que eso en definitiva tiene mayores consecuencias, tanto para la salud de las personas como para el sistema. Es que la dilación en la consulta puede implicar llegar tarde a un diagnóstico, el avance de una enfermedad o que el cuadro evolucione a tal punto que implique secuelas o la necesidad de una cirugía, por mencionar ejemplos. Es siempre mejor llegar con prevención que con el tratamiento que puede implicar algo más complejo y hasta de mayor riesgo. Pero asimismo, tales abordajes también tienen una brecha de costo para el sistema que ante la situación deberá afrontar tratamientos o resoluciones más onerosas o de más largo plazo.

Pacientes que se pierden

Quizás una prueba de todo esto está en lo que sucede en el sistema público de salud. Los últimos dos meses ha aumentado un promedio de 10% la demanda.

Según datos del Ministerio de Salud de la provincia, hay variaciones entre los diferentes efectores, y el aumento oscila entre 5% y 15%. En este sentido, el director de Hospitales, Jorge Pérez, aseguró que se ha registrado un aumento en la demanda de servicios de salud pública debido a que las personas no pueden permitirse pagar el sector privado.

“Lo que nosotros hemos visto, en estos últimos meses, es que la población no encuentra respuestas a esa atención a la que deberían responder las prepagas y obras sociales”, explicó Pérez.

Según datos del Ministerio de Salud de la provincia, hay variaciones entre los diferentes efectores, y el aumento oscila entre 5% y 15%.

Foto: José Gutierrez / Los Andes
Según datos del Ministerio de Salud de la provincia, hay variaciones entre los diferentes efectores, y el aumento oscila entre 5% y 15%. Foto: José Gutierrez / Los Andes

Pero asimismo, el número también es una prueba de que hay personas que dilatan la atención o no acceden, en tanto entre el 30% que perdió el sistema probado y el 10% que aumentó el público hay un 20% que no está llegando a ninguno de los dos subsectores. Incluso, desde dentro de los hospitales, hay quienes consideran que la pérdida de cobertura por parte de los usuarios podría agravarse los próximos meses.

En algunos hospitales públicos consultados aprecian este incremento en la demanda de atención, desde diciembre y mayormente desde enero, según el caso. Pero por otra parte, advierten que esto no es significativo en su funcionamiento y que no está implicando que se vea afectada la atención.

Cabe señalar que las diversas asociaciones que nuclean a los médicos de diversas especialidades en Mendoza, dispusieron cobrar un copago a los afiliados de prestadoras para cubrir un monto mínimo que establecieron y que ha sido actualizado bimestralmente. En setiembre se fijó en $6.000 y desde marzo, es de $13.500. Esto debido a los bajos valores que las entidades estaban pagándoles por las prestaciones y las dilaciones de, a veces, hasta 120 días en hacerse efectivo lo que atentaban contra las posibilidades de cubrir sus costos. Por ello, cobran al paciente la diferencia entre lo que le cubre su obra social o prepaga y el monto que fijan.

“Necesitaba hacerme los controles médicos de rutina a fin de año, justo cuando comenzaron a cobrar coaseguro, así que decidí esperar a ver cómo se resolvía el conflicto, pensando que arreglarían, pero no”, relató Silvina (46). El asunto es que luego se complicó más y aún no se los realiza. “La verdad es que después la situación económica se ha complicado más y no he querido gastar, al menos por ahora, de hecho el médico clínico de cabecera al que iba dejó de recibir mi obra social así que tendría que pagarle la consulta completa, seguiré esperando porque ahora se me juntó con el comienzo de clases y las compras para mis hijos”, relató.

También hay casos particulares que pilotean la situación. Andrés Donadi, director de la Clínica de Cuyo de Ciudad dijo que en las dos sedes que tienen no han notado una disminución. “Es más, este mes hemos notado un incremento en las consultas ambulatorias, probablemente sea porque tenemos planes, estamos haciendo pre competitivos y aptos físicos de los colegios, seguramente está apalancado este incremento por un público particular”, señaló.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA