Hay acuerdo: los feriantes del persa incendiado serán reubicados provisoriamente en la avenida Mitre

La Ciudad llegó a un acuerdo con los 20 emprendedores que se resistían a dejar de vender en la vereda, frente al galpón que será demolido por el privado. Tendrán dos meses para estar allí, pero luego deberán buscar otro lugar para vender sus productos.

Después de cinco meses, la Feria Persa ubicada en la calle General Paz sufrió un devastador incendio que afectó a 65 familias, que quedaron sin continuidad laboral. Algunos de los feriantes reclaman por sus fuentes laborales en la misma vereda esta mañana 

Foto:  Orlando Pelichotti
Después de cinco meses, la Feria Persa ubicada en la calle General Paz sufrió un devastador incendio que afectó a 65 familias, que quedaron sin continuidad laboral. Algunos de los feriantes reclaman por sus fuentes laborales en la misma vereda esta mañana Foto: Orlando Pelichotti

La Municipalidad de la Ciudad de Mendoza llegó a un acuerdo con los feriantes que intentaban continuar comercializando sus productos en la vereda del persa incendiado en calle General Paz, que iba a ser demolido esta semana por decisión de los dueños.

Luego de una reunión con los feriantes, que estuvieron durante varios días haciendo una vigilia para que les dieran más tiempo en el lugar, se acordó que se mudarán a avenida Mitre, aunque la cuestión será provisoria y sólo por dos meses.

En el que fuera el predio de la Feria Persa, los restos de la construcción serán derrumbados porque así lo solicitó el propietario, luego del incendio que se produjo hace cinco meses y que dejó en mal estado las instalaciones.

Así, el grupo de vendedores que tenía locales allí y se habían quedado vendiendo sus mercaderías en la vereda, serán reubicados en un nuevo lugar, en calle Mitre, más precisamente en el boulevard que queda entre las calles General Paz y Las Heras. Esto significa que quedarán en un lugar muy cercano al actual, donde estaban trabajando antes y después del incendio.

Desde la comuna indicaron que el acuerdo consistió en que en estos 60 días ellos mismos deben buscar un local donde trabajar o un espacio alternativo, ya que –insistieron– es provisorio.

Hay que destacar que tras el siniestro que se produjo a principios de año, otro grupo se instaló en el nuevo Paseo La Alameda.

El último martes, las ráfagas de viento Zonda volvieron a poner en evidencia la precariedad de la construcción incendiada y el riesgo a algún derrumbe. Tras ello comenzaron las tratativas para que los feriantes desalojaran sus puestos en la vereda del local incendiado, en la calle General Paz.

El secretario de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Mendoza, Lorenzo Nieva dijo en aquella oportunidad que desde un primer momento y por decisión del intendente Ulpiano Suárez, “se acompañó a los feriantes con un subsidio de 50.000 de pesos, una línea de crédito para capital de trabajo entre un millón y medio de pesos y se buscaron distintas opciones para darles un nuevo lugar”.

“Hace cinco meses que se produjo este siniestro y estamos hablando de un espacio privado, que es el que se quemó. A pesar de esto, es decir, que se trata de una cuestión privada, hubo una decisión del intendente de acompañarlos (a los feriantes que resultaron damnificados) y armamos una mesa de diálogo con ellos para poder ayudarlos con acciones concretas”, explicó el funcionario de la Municipalidad de Capital.

Y posteriormente especificó: “Nos involucramos identificando espacios y coordinamos reuniones, allí que las gestionó la Municipalidad, en algunos casos no acordaron porque no hubo interés o no se podía con lo económico. Y uno de los casos en que sí acordó fue el de la reubicación en el lugar ubicado en Alameda, donde hay 30 espacios. Hay que decir que hubo otros que también se reubicaron”.

La gente que está ahí en la vereda es porque quiere estar ahí, porque otros entendieron la situación y se fueron, incluso aprovechando las opciones que dimos. Pero ahora, después de cinco meses del incendio que destruyó el persa, es la empresa privada (dueña del lugar) la que ha pedido y decidido la demolición. Nosotros fuimos muy claros al plantearles esto a los que quisieron seguir allí en la vereda, para explicarles que no pueden estar vendiendo ahí, con un galpón al lado que se va a tirar abajo”, insistió Lorenzo Nieva.

Ahora, estos feriantes que resistían la demolición de los restos del persa tendrán, así, por delante estos dos meses para poder instalarse en un nuevo espacio, mientras que lo que fuera ese gran mercado en la calle General Paz y su edificio, pasarán a la historia.

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