Un carrito gastronómico que ayuda a la gente de los barrios populares

La iniciativa es de la ONG “Generando Puentes”. Surgió para promover el autoempleo y superar situaciones extremas de precariedad laboral que padecen adultos, adolescentes y niños de Mendoza. ¿Dónde funciona?

Cesar cocinero, junto a integrantes de la ONG que puso en marcha el food truck solidario.
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Cesar cocinero, junto a integrantes de la ONG que puso en marcha el food truck solidario. Foto: José Gutierrez / Los Andes

Una iniciativa que tiene como finalidad generar empleo genuino para ser destinado a los barrios populares de Mendoza fue creada por la ONG “Generando Puentes”, que desde hace muchos años lleva a cabo una invalorable labor social en gran parte de la provincia.

En este caso el proyecto tiene forma de food-truck, es decir, un camión de comida o restaurante sobre ruedas donde se preparan y venden platos, aperitivos o bebidas. El nombre impuesto es “Ruta latina” y la asociación espera que todos los mendocinos colaboren y se acerquen a degustar las especialidades. El fin es doble: disfrutar de una rica comida y colaborar con miles de niños necesitados.

El Food Truck está ubicado en Juan B Justo 232 de Ciudad
Cesar es el cocinero que colabora con la ONG.
Foto: José Gutierrez / Los Andes
El Food Truck está ubicado en Juan B Justo 232 de Ciudad Cesar es el cocinero que colabora con la ONG. Foto: José Gutierrez / Los Andes

“Es una iniciativa para la generación de aportes y proyectos sociales en barrios populares de Mendoza, gente en situación de calle y puesta en valor de la economía solidaria involucrando en la elaboración y la atención a jóvenes de esos sectores. Comercializamos alimentos de fácil elaboración, fast-food de comidas latinoamericanas principalmente”, indicó, en diálogo con Los Andes, Wenlesdy Cordero, una de las principales referentes de Generando Puentes.

Hoy la organización cuenta con un solo food-truck, aunque la intención es poder gestionar otros carros y disponerlos en los espacios públicos, festivales, ferias y eventos privados.

La idea va en consonancia con el sentido de “Generando puentes”, iniciativa social que genera procesos de autonomía y garantiza el acceso de oportunidades a comunidades en situación de pobreza extrema, exclusión y vulnerabilidad social promoviendo redes de organización y participación entre vecinos de barrios populares. La ONG trabaja en 11 barrios del Gran Mendoza con foco en la niñez y adolescencia.

Sin embargo, esta novedosa manera de generar ingresos no es la primera iniciativa de la asociación, que desde su creación apunta a actividades de integración y contención de niños y adolescentes a través de talleres de arte, escuelas de fútbol, murga y también promoviendo los emprendimientos para jóvenes como talleres de formación, producción y comercialización.

“Esto surge para promover el autoempleo mediante emprendimientos productivos. La idea es superar las situaciones extremas de subsistencia y precariedad laboral en la que se ven obligados los adultos, adolescentes y niños de nuestros barrios”, indicó la referente social.

Cordero recordó que desde hace tiempo el grupo de trabajo buscaba alternativas para poder financiar sus proyectos barriales. “Vimos como oportuno y rentable para nuestros fines las actividades gastronómicas ya que generan ingresos genuinos diarios y propicia el empleo de muchas personas”, agregó.

En el equipo de “Generando Puentes” trabajan casi 30 personas incluyendo los voluntarios, quienes brindan servicios indirectos y muchos de ellos son profesionales con conocimientos de administración, gastronomía y márketing.

En ese sentido, la ONG está en proceso de inicio de capacitaciones específicas de microemprendimientos y formación en los oficios de cocina y de manejo de alimentos.

“Hoy tenemos un convenio con el patio gastronómico Yeka, en la calle Juan B. Justo 323, ciudad de Mendoza, un espacio con compromiso social y en concordancia con nuestra misión solidaria se nos permite compartir el espacio sin costo alguno. Así compartimos junto a otros foodtruck un lugar muy agradable, iluminado y cómodo para pasar un buen rato, una juntada, celebrar un cumpleaños o un día especial”, resumió.

La propuesta gastronómica se especializa en las empanadas: “Contamos con diferentes sabores, empanadas tradicionales como carne, jamón y queso, vegetarianas, humita y capresse, también contamos con la especialidad de carne picante a lo mexicano y pueden ser horneadas o fritas”, dijo.

El carrito presenta otra especialidad muy interesante y especial para compartir.

“Son los Tequeños, dedos de queso criollo-Venezuela, con salsa tártara, también papas fritas tradicionales y con salsa a la huaicaina, muy común en Perú. Próximamente se vienen las empanadas chilenas, mendocinas y salteñas”, adelantó.

Un fin solidario

Lo recaudado se utiliza para constituir un fondo de sustentabilidad genuino para desarrollar proyectos sociales en los barrios populares y cubrir gastos generales de la organización.

Pero lo más valioso es que cada persona, desde su humilde lugar, puede ser parte y generar impacto social al acudir al foodtruck. “Esto es algo innovador y muy necesario en estos tiempos, salir, juntarse, pasarla bien y a su vez aportar solidariamente a nuestra causa”, concluyó Cordero.

También invitó a todas las personas que deseen ser parte como voluntarios en el área de ventas, márketing, community manager y capacitaciones.

Desde Venezuela

“Wen”, como le dicen a Wenlesdy, una de las fundadoras de Generando Puentes, es venezolana. Partió en 2014 en busca de nuevos horizontes y encontró en Mendoza un lugar donde desplegar todo su potencial.

Aquella ONG pequeña que ideó alguna vez siguió creciendo y junto a sus amigos Daniel Manson y Leandro Becerra finalmente le dieron nombre y forma legal. Su alcance fue impensado.

Generando Puentes trabaja en defensa de niños y adolescentes en situación de calle. Pero no se queda en el asistencialismo, sino que logra financiamiento para realizar proyectos concretos.

Según dijo, los niños y adolescentes son quienes más sufren por la falta de oportunidades y la desconexión total de los recursos.

“El resultado es un país con más de la mitad de niños que padecen sus derechos básicos vulnerados, como el juego, un hogar digno, alimentación, contención familiar y educación”, señaló en una entrevista anterior.

Sin embargo, dijo, no pierde la fe. “A pesar de todo soy optimista. Los niños de los barrios populares tienen un brillo especial en los ojos y muchos transitan una infancia que saben disfrutar como pueden, jugando en la calle, remontando un barrilete o pateando una pelota de trapo”, reflexionó.

La actividad nació en Mendoza en 2017 y se basa en la fuerte presencia de voluntarios, a quienes suelen convocar con frecuencia. Todo el año su rol es primordial, aunque también durante los campamentos que suelen organizar para los niños de los barrios Nuestra Familia Unida, El Costado, Castro, Unidos por una Esperanza y El Vertedero, entre otros.

“Desde un inicio nos dimos cuenta de que en los barrios populares hacía falta un empujoncito hacia la organización barrial. Hoy nuestra actividad es integral, deportiva, artística, escolar y de murgas”, dijo Wenlesdy.

Para visitar o colaborar

instagram: @ruta.latina.gp / tel. 2613297117 / Podés pedir a través de “Pedidos ya”.

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