Juan Cruz Molina Hafford: ”La vid no solo es solo un cultivo, es un símbolo de vida y de orgullo”

El nuevo presidente del INTA charló con Los Andes sobre identidad agropecuaria y tecnología, además de desarrollo sostenible. Innovación y colaboración público-privada, son los horizontes de la gestión.

El presidente del INTA, sobre su gestión señaló que "buscamos darle una continuidad a esta “T” de tecnología, que tiene que ser cada vez más grande"./ Foto Mauricio Videla
El presidente del INTA, sobre su gestión señaló que "buscamos darle una continuidad a esta “T” de tecnología, que tiene que ser cada vez más grande"./ Foto Mauricio Videla

Cuando me bajé del avión, nos recibieron unos chicos con una bolsita con uva. Y no me asombró el orgullo que tiene esta provincia, este lugar, respecto a la cultura de la vid”, comentó Juan Cruz Molina Hafford. El ingeniero cordobés, de 52 años, es el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y en sus palabras resalta la conexión que existe entre la identidad de los productores de las distintas regiones del país y el avance tecnológico en el campo.

Trabajamos todos los días para que ustedes sean mejores productores”, había dicho minutos antes, de esta charla exclusiva con Los Andes, en el escenario dispuesto para los oradores en el Almuerzo de los pequeños productores y viñateros en la estación experimental de Luján de Cuyo; un evento que es organizado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y por el INTA, y que se ha transformado en parte del calendario de eventos importantes para celebrar “Vendimia” en Mendoza.

El ingeniero expresó su admiración por la arraigada identidad de los productores mendocinos, quienes ven en la vid no solo un cultivo, sino un símbolo de vida y también de orgullo. “Ese orgullo por lo propio tiene mucho sentido, porque en distintos lugares del país el verdadero productor está verdaderamente orgulloso de las cosas que hace. Y eso es lo que pude ver también en estos dos días, en Mendoza”, sostiene.

“Trabajamos todos los días para que ustedes sean mejores productores”, dijo minutos antes, de esta charla exclusiva con Los Andes, en el escenario dispuesto para los oradores en el Almuerzo de los pequeños productores y viñateros, en el INTA.
“Trabajamos todos los días para que ustedes sean mejores productores”, dijo minutos antes, de esta charla exclusiva con Los Andes, en el escenario dispuesto para los oradores en el Almuerzo de los pequeños productores y viñateros, en el INTA.

“Mira... si tuviese que resumir ese orgullo en una sola palabra, esta sería: identidad”, dice y genera un pequeño silencio. “Lo he repetido en otras oportunidades, es destacable el orgullo que tiene el productor mendocino con la vid y a mi me gustaría trasladarlo a otras partes de nuestro territorio. Así como lo es la uva en Mendoza, que lo sea el maíz para Córdoba y viceversa. En síntesis es identidad”.

El hombre, originario de Monte Cristo, Córdoba, basa su liderazgo en una sólida formación profesional y una vasta experiencia profesional (pública y privada); un hombre formado en el INTA que promete impulsar la investigación e innovación en el sector agropecuario en línea con el desarrollo sostenible. Como Secretario de Agricultura y Ganadería, en Córdoba, impulsó el Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA), una línea que en la previa advirtió seguirá proyectando desde la Nación.

-¿Se está trabajando con una palabra tan fuerte como identidad?

-Es un punto de encuentro, es un continuar fomentando la investigación y la innovación tecnológica en el sector, con el objetivo de mejorar la productividad y también la competitividad de nuestros productores.

-¿Cuál es hoy la propuesta de INTA hacia esos productores?

-La propuesta del Instituto es la tecnología. Nosotros, desde la gestión buscamos darle una continuidad a esta “T” de tecnología, que tiene que ser cada vez más grande. Queremos un avance en el campo de la tecnología, cuidando nuestros talentos, para llevar adelante un proceso, que a partir de pequeños cambios, generen una gran transformación del campo. Necesitamos un INTA que sea cada vez más productivo, más eficiente, y, por supuesto, con una mirada de la austeridad que demanda este contexto.

-¿La tecnología es el eje de la gestión?

-El INTA sigue este lineamiento desde hace siete años. Así que, con ese foco, de hacer crecer la tecnología, la nueva conducción del secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, es que el INTA sea el faro que marque el camino para la transformación de la Argentina.

En definitiva, como Instituto de Ciencia y Técnica lo que hacemos es la gestión de conocimiento. Y en este marco particular, quizás para que la gente conozca lo que hacemos en el INTA, además de lo tecnológico, de una variedad de programas que desarrollamos, trabajamos en un sistema de producción, acompañando la construcción organizacional y social.

-¿Organizacional?

-El INTA participa en la Corporación Vitivinícola Argentina; es parte del origen de la Coviar y parte del plan estratégico que fue construido en colaboración con la corporación. Estamos presentes en todas las partes que forman la cadena de la viticultura.

-¿Qué otros programas se trabajan para rescatar ese orgullo?

-En esta Estación Experimental Agropecuaria, en Luján de Cuyo, tenemos distintas líneas disciplinares y a partir de lo específico se trabaja desde la genética y la biotecnología; todo lo relacionado al cuidado del suelo y de los recursos naturales. Acá, particularmente en Mendoza, la gestión y la eficiencia del agua es un objetivo de estudio desde hace años. Si lo simplificamos; en ámbitos ambiental, productivo y social, te diría que estamos enfocados en cada uno de estos ellos para tener una mirada más integral y sistemática para nuestros trabajo.

Y en lo particular, en todo lo que es innovación, el INTA es uno de los pocos institutos a nivel mundial, que hacemos investigación científica, generamos conocimiento, y además lo transferimos en forma directa a los productores.

-¿Cómo impacta esa transferencia de tecnología?

-Nosotros contribuimos al desarrollo sostenible del sector agropecuario y agroindustrial a través del trabajo de investigación y transferencia de conocimiento (Nrd: a principios de febrero, el INTA y cancillería sellaron un acuerdo de promoción comercial en el exterior de bienes y servicios agobiotecnológicos que genera el Instituto). Acá tenemos los centro de transferencia tecnológicos, donde el INTA facilita los procesos para que el conocimiento y estas tecnologías se trasladen a muchos productores.

La investigación se pasa a las manos del productor para que tome decisiones diferentes. Y en INTA Mendoza tenemos instalado un polo de innovación, para decir, este INTA que viene, este INTA transformado, hacia donde tenemos que ir, a la vinculación mucho más fortalecida entre el ámbito público y el privado, para generar empresas de base tecnológica, empresas de tecnología, y en definitiva, desde esas empresas, desde la generación de riquezas, cambiarle la vida a todos los argentinos y aumentar la prosperidad.

-¿Cuál es el horizonte en el corto plazo?

-Yo estoy muy contento, porque estamos trabajando bien y tenemos un excelente equipo. Ahora desde mi rol como presidente, pero también desde que trabajo en el INTA, digo que tenemos una gran oportunidad de desarrollo. El INTA es parte de la política pública de Argentina en cuanto al sistema agroindustrial, que viene sosteniéndose desde hace 67 años. Hoy, como el Senasa, desde la Secretaría de Bioeconomía, somos los institutos mimados porque tenemos un impacto directo en la mejora de la producción.

El presidente del INTA, Juan Cruz Molina, recorrió los puestos de tecnología y de  productores locales que sirvieron de ante sala al almuerzo en la estación experimental del INTA, en Luján de Cuyo.
El presidente del INTA, Juan Cruz Molina, recorrió los puestos de tecnología y de productores locales que sirvieron de ante sala al almuerzo en la estación experimental del INTA, en Luján de Cuyo.

Como instituto somos parte de un Estado que reclama ser más productivo, más eficiente y también más eficaz, y por supuesto, vamos a hacer una gestión austera de cada uno de los recursos que tenemos porque siempre lo hicimos.

Juan Cruz Molina Hafford asumió la presidencia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), relevando al tucumano Mariano Garmendia. El ingeniero agrónomo, de 52 años, oriundo de Monte Cristo, se posiciona como un referente comprometido con el desarrollo sostenible del campo argentino. Antes de asumir la presidencia del INTA se desempeñaba como director del Centro Regional Córdoba del INTA. Hoy tiene un desafío arropado en palabras como “austeridad”, “competencia” y “eficiencia”; términos que tendrán una carga tan fuerte como los de “sustetabilidad” y “crecimiento”.

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