Terrible: cerró un comedor por falta de donaciones

Noelia Poblete había fundado el lugar en plena cuarentena, aunque las donaciones se hicieron cada vez más esporádicas. “Soñamos con la reapertura pero necesitamos ayuda”, dijo. “Me vienen a tocar la puerta”, dijo su fundadora

El comedor Huellitas de Amor, de Pedro Molina, Guaymallén, cerró sus puertas por falta de insumos. Las mamás esperan conseguir donaciones para reabrirlo.
El comedor Huellitas de Amor, de Pedro Molina, Guaymallén, cerró sus puertas por falta de insumos. Las mamás esperan conseguir donaciones para reabrirlo.

El comedor “Huellitas de Amor”, situado en el barrio Pedro Molina, Guaymallén, que había sido fundado en el período más crítico de la cuarentena y que nunca, desde entonces, dejó de recibir cada vez más niños, debió cerrar sus puertas debido a la crisis, que se traduce en falta de donaciones de mercadería

“Muchas personas golpean mi puerta pidiendo o preguntando cuándo volveré a abrirlo. Es triste tener que cerrar un lugar que ayudaba a mucha gente, pero la pobreza golpea incluso a quienes colaboraban”, sostuvo Noelia Poblete.

Junto a otras mamás del barrio, Noelia, que tiene siete hijos y vive en carne propia las necesidades, había logrado fundar un espacio de contención que funcionaba gracias a las numerosas colaboraciones de negocios, familias aledañas y particulares. Sin embargo, la situación de pobreza recrudeció y ya no pueden abastecer al lugar, su propio domicilio, con leche, harina, aceite, té  y café, además de otros alimentos para elaborar las viandas.

“Quiero volver, estoy dispuesta, pero necesitamos ayuda más que nunca. Siento que puedo volcar mi granito de arena pero todo está muy difícil para encararlo sin las donaciones, ya sea de dinero o de mercadería”, manifestó. En aquel entonces puso manos a la obra por iniciativa propia: buscó otras madres con manos voluntariosas y empezó a recorrer negocios vecinos. También fue casa por casa a observar cuántos chicos había en el barrio, en cada familia; si comían; si iban a la escuela…

En un hogar humilde donde vive junto a su madre y su puñado de hijos, una tarde elaboró rosquitas para ofrecer con el té a los niños de la cuadra. Ofreció té porque un rato antes, en el almacén de la esquina, le dieron una caja de 12. “Podría haber sido cualquier otra infusión, porque todo es improvisado”, definió en aquel momento. Así, sin pausa empezaron a llegar más y más chicos que requerían desde ropa y abrigo hasta una copa de leche.

Noelia se convirtió, en definitiva, en la fundadora y líder del merendero “Huellitas de amor”, que surgió en medio de otros tantos que han abierto durante estos tiempos difíciles de cuarentena. Superado ese período, todo comenzó a decaer ya que el propio barrio es humilde y no todos pueden colaborar. “Elaborábamos todo en la pequeña cocina de la casa donde vivo, que es de mi mamá. Entre todas comprábamos la garrafa y tratamos de hacerla durar al máximo”, relató Noelia, que contaba en ese momento con la ayuda de Cecilia, Yamila, Erica, Maira y Daniela. Florencia, otra vecina, brindaba apoyo escolar y José, un vecino, ofrecía un flete en caso de tener que retirar alguna donación desde lejos.

“La convicción está firme y esto que planifiqué en mi cabeza no va a detenerse. Pero insisto, es fundamental que nos ayuden. Sabemos que mucha gente puede darnos una mano así volvemos a empezar. Ya sea dinero, mercadería o todo lo que un merendero necesita”, dijo. Su sueño va por más: cerrar un espacio donde contener a los muchos chicos que acuden, por eso acelera el pedido antes de que comience el invierno con su clima riguroso.

Cómo colaborar

CVU: 0000007900273344557644 / Alias: NOELIAPOBLETE55.UALA / CUIT: 27334455764 / Razón social: Alau Tecnología S.A.U. Teléfonos: Noelia Poblete: 2616304301(Whatsapp); 2613648970 para llamadas.

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